En 1964, Colombia se aprestaba a recibir el Sudamericano Sub 20, tercera edición del máximo certamen continental a nivel de juveniles, con una particularidad: hasta ahí, el único ganador había sido Uruguay.
En efecto, la Celeste se había adjudicado los eventos de 1954 (el inicial, en Venezuela) y 1958 (en Chile), y estaba decidida a repetir semejante logro.
Esta vez, y como novedad, más de una ciudad albergaría los encuentros entre el 12 de enero y el 2 de febrero. Barranquilla, Bogotá, Cali y Medellín fueron las localidades escogidas.
Juan Carlos Ranzone, quien comandaría al seleccionado juvenil por primera vez en un certamen de estas características, decidió el plantel, cuyo debut estaba pactado para el mismo día 12 ante Chile en Medellín.
El mismo estaba compuesto por promisorios valores, entre los que destacaban Líber Arispe, de Colón, Enrique Alfano y Vito Fierro, de Sud América, Juan Carlos Paz, de Peñarol, Ruben Techera, de Rampla Juniors, y Ladislao Mazurkiewicz, de Racing.
El plantel designado en su totalidad fue el siguiente:
Enrique Alfano
Líber Arispe
Oscar Barreto
Juan C. Chiarini
José P. Díaz
Vito Fierro
Eduardo García
Raúl González
Enrique Lavandeira
Gilberto Machado
Homero Martínez
Ladislao Mazurkiewicz
Juan Mogordoy
Juan Carlos Paz
José A. Pérez
Ruben Techera
Leonardo Turia
Jesús Villalba
EL TORNEO
El certamen iba a disputarse en formato de todos contra todos a una rueda, participando del mismo un total de siete combinados: además de los charrúas, Argentina, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Venezuela.
El día del debut, el Atanasio Girardot recibió a uruguayos y chilenos, con el argentino Miguel Comesaña como árbitro.
Ranzone optó aquella jornada por E. García; Mogordoy, H. Martínez, Paz, G. Machado;
Fierro (Techera), R. González (J. Pérez), Villalba (Arispe); Barreto, Turia y Alfano.
Alfano adelantó a los orientales a los 9´, igualando los trasandinos cinco minutos después.
El 15 de enero, el mismo escenario recibió el segundo juego de la Celeste. Fue ante Venezuela y la necesaria victoria llegó de la mano de Fierro y Turia, quienes marcaron los tantos en los minutos finales de la primera mitad, descontando la “Vinotinto” sobre la hora.
El duelo que encaminaría definitivamente a los uruguayos fue el día 19 de enero, cuando se disputó el clásico ante Argentina, seleccionado que sumaba un triunfo (Chile) y una caída (Paraguay).
Un éxito charrúa complicaría mucho a los albicelestes, en cambio que proyectaría al título a los nuestros.
Y la victoria, en un cotejo muy dificultoso, llegó con un solitario gol de Barreto, esta vez en el Pascual Guerrero de Cali.
Este triunfo tuvo un toque de hazaña, ya que los orientales aguantaron el resultado con 10 hombres tras la expulsión de Fierro.
Sin embargo, sobrevino el primer tropezón para Uruguay el día 22 en Barranquilla, cuando Perú ganó por 2-1. Ruben Techera anotó el gol charrúa.
Este juego pasó a la historia ya que, por primera vez en tres campeonatos, Uruguay perdía un encuentro por el máximo torneo continental juvenil.
Igualmente, el golpe no haría mella en los chiquilines que defendían la más gloriosa malla de América.
Esa jornada, actuaron por los orientales E. García; Mogordoy, H. Martínez, Paz, G. Machado; Fierro, R. González, Arispe; Barreto, Alfano y J. Pérez.
Los incaicos anotaron ni bien comenzado ambos períodos, recortando ventajas Techera, como fuera expresado, quien ingresó en el transcurso del juego.
Dos encuentros separaban a la Celeste del título y ambos ante otros competidores directos: Paraguay y Colombia, prendidos en la parte alta de la tabla.
Fierro y Chiarini sentenciaron a los guaraníes (2-1) y dejaron todo para el partido final, ante el local.
Ambos llegaban en igualdad de condiciones-siete puntos-, pero con diferentes resultados: Uruguay lo hacía con tres triunfos, un empate y una derrota y + 2 en diferencia de goles; los cafeteros-invictos- con dos éxitos y tres igualdades, también con + 2 de saldo.
Aquel encuentro era una final, más allá de que técnicamente no lo fuera. Y en condición de visitante.
No solo eso: más de 40.000 hinchas locales abarrotarían “El Campín” de Bogotá deseando ver el primer título de estas características para su país.
El 2 de febrero, entonces, Ranzone alineó a García; Machado, Mogordoy, Martínez, Obsipo; Fierro, Paz, Alfano; Pérez, Barreto y Turia.
Colombia, comandado por el histórico exarquero Efraín “Caimán” Sánchez, salió con Reyes; Ortega, Castillo, Herrera, Canón; Toscano, Gaviria, Pineros; Nino, Uribe y Buitrago.
El juez guaraní Rodolfo Pérez Osorio, dirigió la brega.
Alfano, de gran certamen, fue el autor del tanto del título.
Si bien la Celeste sufrió durante el transcurso del match, más que nada en una incidencia en la que el arquero García logró atrapar la pelota en la línea de gol a pesar de la protesta de los locales, quienes aseguraban que el balón había ingresado en su totalidad al arco, el equipo fue un merecido vencedor.
Uruguay campeón por tercera vez consecutiva. No solo tricampeón, sino campeón exclusivo: hasta allí, ningún otro seleccionado había tenido la chance de sacarle el triunfo final de las manos a los orientales.
La historia de los juveniles se escribía con la misma tinta que la de los mayores: con la de la grandeza.
Alfano y Fierro, con dos conquistas, fueron los máximos scorers charrúas.
ESTO DIJERON
Una vez en Montevideo, donde fueron recibidos por una multitud en el aeropuerto internacional de Carrasco, los campeones analizaron el éxito, en este caso ante el periódico La Mañana.
“El debut estuvo impregnado de nerviosismo, superado `a posteriori´. Los rivales más difíciles fueron Argentina y Colombia. (…) Reinó la disciplina, el orden y la fe. Estoy plenamente conforme por haber contribuido a concretar una hazaña para el balompié oriental”. Juan Carlos Ranzone.
“El mejor partido que jugamos fue ante Paraguay. (…) Lo del arquero García fue maravilloso en todo el certamen. En el torneo accionamos fuerte, es cierto, pero nunca hubo mala intención. No nos afectó el clima, a pesar de jugar en cuatro ciudades diferentes. Los jueces fueron imparciales”. Vito Fierro.
URUGUAY, IMPARABLE
En tres torneos continentales (1954, 1958 y 1964), la Celeste había disputado un total de 17 partidos, con 10 victorias, seis empates y apenas una derrota.
ACTUACIÓN DEL PLANTEL CELESTE
Plantel – Club – PJ (Goles)
Enrique Alfano – Sud América – 6 (2)
Líber Arispe – Colón – 5 (0)
Oscar Barreto – Peñarol – 6 (1)
Juan C. Chiarini – Liverpool – 2 (1)
José P. Díaz – Cerro – 1 (0)
Vito Fierro – Sud América – 6 (2)
Eduardo García – Peñarol – 6 (-5)
Raúl González – Peñarol – 3 (0)
Enrique Lavandeira – Liverpool – 0 (0)
Gilberto Machado – Nacional – 5 (0)
Homero Martínez – Canillitas – 5 (0)
Ladislao Mazurkiewicz – Racing – 0 (-0)
Juan Mogordoy – Peñarol – 6 (0)
Juan Carlos Paz – Peñarol – 6 (0)
José A. Pérez – Rampla – 5 (0)
Ruben Techera – Rampla – 4 (1)
Leonardo Turia – Rampla – 6 (1)
Jesús Villalba – Peñarol – 3 (0)
D.T.: Juan Carlos Ranzone
AUTOR: PABLO VEROLI