Tenía 35 años, tres títulos de campeón del mundo y cuatro de América.
Capitán indiscutido desde que debutó en el combinado en 1923, el “Terrible”, el mejor back central de la historia de nuestro fútbol, había decidido que aquellos dos serían los últimos encuentros en los que se pondría la camiseta celeste, la que él mismo se había encargado de engrandecer a niveles nunca vistos por ningún otro seleccionado.
De forma oficial, el Uruguay liderado por José Nasazzi derrotó 2-1 a Argentina en el Centenario el 20 de setiembre de 1936 por la Copa Héctor Rivadavia Gómez. No pudo ser una mejor despedida: ganando el último clásico ante el rival de todas las horas. Era lo justo.
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