Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
El protagonista del artículo y las reflexiones que sobre nuestro fútbol entregamos en esta ocasión a los lectores, fue una figura relevante no solo del deporte que amó, sino también en la más alta sociedad de nuestro país. Nació el 12 de setiembre de 1931 y falleció el 1° de diciembre de 2020.
Destacado en todos los ámbitos de la sociedad, el ex presidente de la república Julio María Sanguinetti, en su despedida dejó conceptos precisos y exactos de su tránsito por la vida.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
PABLO VEROLI Y SUS DOCUMENTOS CONTUNDENTES E IRREFUTABLES
El joven historiador del fútbol uruguayo realizó por su cuenta y sin ningún tipo de apoyo como merecía del Club Nacional de Fútbol y de la Asociación Uruguaya de Fútbol, un libro espectacular de 653 páginas cuyo título lo dice todo: “Scarone, el mejor de todos nosotros”.
En el volumen relata la historia de El Mago, como llamaron en su momento al notable entreala de Nacional y de la selección uruguaya.
Nacido en el corazón del barrio Arroyo Seco de Montevideo, el 26 de noviembre de 1898, se caracterizó por la impresionante belleza de su juego, la cantidad de títulos acumulados en su paso por las canchas de nuestro país, España e Italia, totalizando 72 consagraciones.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
Con su acostumbrada habilidad y su reconocida inteligencia, herencia de su padre que no se discute, el entonces presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani, al retornar de la Gala desarrollada en Londres, transformó la simple premiación de la IFFHS como el mejor club del Siglo XX en América del Sur, en “el campeón del siglo”.
La ocurrencia, lejana con relación a la definición de la premiación recibida de la IFFHS, se perpetuó para siempre al llegar el momento en que Damiani hijo culminó sus esfuerzos para dotar al Club Atlético Peñarol de un estadio propio, colocándose ese nombre al mismo.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
Alfredo W. Pöge, presidente de la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS), nacido y criado en la Alemania del Este, Estado socialista oficialmente conocido como República Democrática Alemana, no era fácil de arriar. Al contrario, conociendo los motivos no siempre claros por los cuales se le oponía una firme resistencia a su acción, una vez “superadas las crecientes críticas sobre las estructuras no transparentes de la IFFHS y a considerables dudas públicas sobre la seriedad de la asociación”,[1] Poge avanzó con la idea que en estado embrionario planteó al finalizar el siglo XX.
Así fue como la IFFHS contando con sus representantes en diversos países de Europa y América del Sur, encaró los estudios para determinar lo que denominó los “clubes campeones del siglo XX”. La apuesta temeraria, y además sabiendo de antemano que cualquiera fuera el resultado generaría polémicas, se puso en marcha.
Finalmente, el 16 de setiembre de 2009 la IFFHS liderada por Pöge, difundió el resultado de la tarea desarrollada durante los últimos años.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
El respaldo moral y sólo testimonial otorgado por la FIFA, conducida por única vez en su historia por dos dirigentes de América del Sur (Joao Havelange presidente y Julio Grondona vicepresidente), permitió a Pöge, presidente permanente de la IFFHS lograr varios acuerdos con patrocinadores que financiaron su actividad. Así surgió la idea puesta en práctica de premiar, anualmente, a una lista de jugadores elegidos por votación de los socios. Esta decisión potenció el poder de la IFFHS conducida por Pöge.
Rocha toca la pelota con calidad al fondo de la red. Su gesto lo dice todo. Santos y Masnik palpitan el desenlace, impotentes.
Sucedió el 11 de mayo de 1974 en un colmado estadio Centenario.
El seleccionado uruguayo se encontraba en la recta final de su preparación de cara a la disputa de la Copa del Mundo de Alemania.
Si bien todavía buscando su mejor forma, tres días atrás había vencido 2-0 a Irlanda en el mismo estadio con doblete de Fernando Morena, aunque los resultados en amistosos no venían siendo demasiado auspiciosos en general (se contaban, por ejemplo, derrotas ante la novata selección de Australia y la aún hoy debilísima representación de Indonesia en una gira previa).
Para ese nublado sábado, entonces, estaba pactado un amistoso ante el San Pablo brasileño, a quien la Asociación Uruguaya de Fútbol le había solicitado la rápida cesión de sus dos estrellas orientales, Pablo Forlán y Pedro Virgilio Rocha, para competir en Alemania.
Producto de ese intercambio, surgió la idea de aceptar la propuesta celebrando un amistoso preparatorio entre ambas escuadras.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
Una lucha contra los obstáculos
Como quedó establecido en la nota anterior, n.º 51, Alfredo W. Pöge, fue el ideólogo, creador y fundador, el 27 de marzo de 1984, de la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS). El alumbramiento se llevó a cabo en su apartamento del barrio de Marienbrunn de Leipzig.
Con representantes en 20 países, encaró como primer objetivo, la publicación de libros relacionados exclusivamente con la historia del fútbol en el mundo transcurrida desde la creación del deporte por los ingleses. Los resultados de la tarea fueron publicándose en tres revistas que comenzaron a editarse y comercializarse en Europa.
La primera Fußball-Weltzeitschrift. La segunda Libero spezial deutsch y la tercera Libero Internacional.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
Entre 1960 y 1965 el alemán Alfredo W. Pöge, nacido en 1940 en la RDA, estudió química en la Universidad Karl Marx de Leipzig. En esa ciudad allí estableció su centro de operaciones. En los años siguientes, se dedicó cada vez más a su pasión privada: recopilar y compilar estadísticas históricas del fútbol. El 27 de marzo de 1984 fundó la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol en su apartamento del barrio de Marienbrunn de Leipzig. De los miembros fundadores de 20 países, algunos estuvieron presentes en persona, mientras que otros enviaron su consentimiento por correo. Este último fue mi caso. En aquel tiempo escribía materiales para FIFA New desde Uruguay, y aún hoy supongo que esa realidad sustento mi denominación. Pöge contó con el apoyo económico de la Federación Alemana de Fútbol, por intermedio de su amigo, el Secretario General de la FIFA Helmut Käser.
En 1985 Pöge -que era apátrida-, se vio obligado a abandonar la RDA estableciéndose en Wiesbaden.
Finalmente, Pöge trasladó su residencia –y con ella también la sede de la IFFHS– a Bonn.
Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.
Los escoceses en Buenos Aires
Aunque pueda sorprender a los lectores, a cien años exactos de distancia, la existente unión de las Provincias del Río de la Plata, cuya presidencia se entregó a Bernardino Rivadavia, adoptó una medida que ni remotamente imaginaba tendría relación con el football association.
Época de lucha de puertos, con los portuguesas, franceses e ingleses pugnando por quedarse con la llave del río ancho como mar y especialmente con la bahía de Montevideo, el 2 de febrero de 1825 se firmó un Tratado de Amistad, Navegación y Libre Comercio de Argentina con Gran Bretaña. Los británicos reconocían la soberanía de las autoridades políticas de Buenos Aires, mientras que en contrapartida, Rivadavia acogió a los súbditos británicos otorgando a ellos derechos civiles y comerciales, así como también la libertad de culto.
Otros tiempos. Lorenzo Fernández festejó el título mundial de 1930 cocinando ravioles.
Horas dentro de la cancha después de concluida la final. Ingreso de familiares y allegados. Fotos. Selfies. Videos. Una réplica de la copa que pasa de mano en mano. Saludos de presidentes, jeques, autoridades de la FIFA, poderosos empresarios. Jugadores tratados como semi-dioses. Premiación. Medallas de oro. Más fotos. Fiesta en el vestuario. Banquetes en los hoteles y lugares de concentración. Festejos en salones o en discotecas. Mucho contenido propio y ajeno en las redes sociales. Vuelta al país y caravanas multitudinarias. Horas en los medios de comunicación. Y mil etcéteras más. Festejar un título mundial de selecciones en la actualidad, es más o menos así.
Sin embargo, hubo otra época y otro fútbol. Ni mejor ni peor. Distinto.
Prácticamente nada de lo antes mencionado existió cuando la Celeste obtuvo sus cuatro títulos mundiales en 1924, 1928, 1930 y 1950. Pero esto no significa que las conquistas hayan sido menores o que no hubiesen existido celebraciones. Todo lo contrario. Las hubo, pero distintas.