Lo que había comenzado en los años sesenta del siglo XX como una novedad, en la década del setenta ya era una moda absoluta: la numeración de camisetas por orden alfabético en los grandes torneos internacionales de selecciones.
Los pioneros fueron Chile, Francia, Italia y Suiza en el Mundial de Inglaterra 1966, que numeraron a sus planteles del 1 al 22 por orden alfabético.
Sin embargo, existió un detalle: solamente los trasandinos no hicieron distinciones y esto incluyó a los arqueros, que lucieron los dorsales 9 (Adán Godoy) y 13 (Juan Olivares).
Suiza, Francia e Italia respetaron el 1 para los goleros-en realidad, el de los italianos, Enrico Albertosi, coincidió- cuando aún la F.I.F.A. no había prohibido que un jugador de campo lo llevara (en Chile lo lució el delantero Pedro Araya).
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