
Corresponde dejar constancia de que los estimados historiadores compatriotas no se han detenido en el estudio de la importancia, la trascendencia que tuvo en su momento y la que adquirió, de cara al futuro, la resonante victoria lograda por Uruguay en la Copa América de Chile de 1920.
Para aquilatar su valor y sustentar lo expresado precedentemente, debe señalarse que la consagración de los celestes en la ciudad de Viña del Mar / Valparaíso, generó la tercera conmoción popular en Montevideo al llegar el vapor de la carrera a la dársena de Montevideo.
La primera explosión de júbilo colectivo en la capital del país se registró el 17 de julio de 1916, después del empate sin goles en la cancha de Racing de Avellaneda, que consagró a los celestes ganadores del primer campeonato sudamericano, cuando aún no estaba en juego la Copa América. Vamos a rescatar la prueba de lo afirmado.
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