
El 31 de enero de 1979 la Selección Juvenil de URUGUAY derrotó a su par guaraní en un repleto Estadio Centenario y con ese triunfo, el quinto de seis posibles, se quedaba con la copa en disputa. De esa manera se terminaba de coronar un torneo magistral desde todo punto de vista, ya que acaparó inusitadamente la atención del público y de la prensa especializada. La Celeste lograba su sexto título continental sobre nueve campeonatos disputados en el marco del balompié para menores de 20 años, demostrando una pronunciada supremacía.
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