En 1964, Colombia se aprestaba a recibir el Sudamericano Sub 20, tercera edición del máximo certamen continental a nivel de juveniles, con una particularidad: hasta ahí, el único ganador había sido Uruguay.
En efecto, la Celeste se había adjudicado los eventos de 1954 (el inicial, en Venezuela) y 1958 (en Chile), y estaba decidida a repetir semejante logro.
Esta vez, y como novedad, más de una ciudad albergaría los encuentros entre el 12 de enero y el 2 de febrero. Barranquilla, Bogotá, Cali y Medellín fueron las localidades escogidas.
Juan Carlos Ranzone, quien comandaría al seleccionado juvenil por primera vez en un certamen de estas características, decidió el plantel, cuyo debut estaba pactado para el mismo día 12 ante Chile en Medellín.
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