Los días avanzaban a paso rápido hacia el Primer Campeonato de Mundo, y los celestes estaban concentrados en su “Campamento” en el Prado montevideano. El Diario de la noche da cuenta de un episodio que traspasó los tiempos: Carlos Gardel estuvo junto al plantel uruguayo, les cantó y compartió la cena con los futbolistas.
La crónica de la época primero versa sobre el conocimiento futbolero del “Mago”. “Queda en el Río de la Plata, opinó sin reservas. De eso no me cabe la menor duda”, respondió Gardel, cuándo fue consultado por cuál sería el vencedor en la Copa de 1930. Y agregó, para elaborar la respuesta con fundamentos: “Los argentinos vienen bien. A los uruguayos ya los conocemos. Cuando no ganan, empatan. Y si pierden , la diferencia es de media cabeza (además de futbolero, burrero, Leguisamo sólo nomá !!!).”
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