Copa América 1959: Entre turbulencias, también Uruguay campeón

En 1959 en la ciudad de Guayaquil, Uruguay obtuvo su décimo título continental, tras dos ediciones sin conseguirlo (Perú 1956 y Argentina 1959). Ese año, en un hecho inédito y que no se volvió a repetir, se dio la particularidad de que se disputaron dos campeonatos sudamericanos. Fue la única vez que Uruguay se consagró campeón de la Copa América en suelo ecuatoriano.

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Sub 20, Sub 17 y Sub 15: Goleadores históricos

Ruben Paz remata ante Polonia en la Copa del Mundo Sub 20 1979.

Desde 1954 a la fecha, cientos de jugadores defendieron la camiseta color cielo en las categoría Sub 20, Sub 17 y Sub 15 generalmente con buenos resultados, algo fácilmente constatable ya que, por ejemplo, Uruguay cuenta con ocho torneos sudamericanos Sub 20 y, desde 2023, con el tan ansiado título del mundo.

En dichos combinados, la Celeste presentó futbolistas que, con el paso de los años, se transformaron en figuras de talla mundial. Nombrar a uno solo o a un puñado sería tremendamente injusto con el resto.

También hubo casos de players que destacaron en las respectivas categorías, pero que finalmente no pudieron culminarlo con una carrera como se merecían por diferentes razones.

A modo de hacerles un pequeño homenaje a todos ellos, compartiremos, a continuación, el listado de goleadores históricos de la Sub 20 desde 1954 a la fecha, de la Sub 17 de 1985 a la fecha y de la Sub 15 de 2004 a la fecha, pero solo tomando los encuentros oficiales, es decir Sudamericanos y Copas del Mundo.

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1953: El Sudamericano de veteranos que se perdió en la historia y que reunió a una constelación de estrellas

Gol de Acosta frente a Argentina. Debut y goleada de la Celeste: 4-1.

Entre el 7 y el 26 de febrero de 1953, Brasil-por una iniciativa propia- organizó el primer Campeonato Sudamericano de veteranos de fútbol.

Aquel torneo, que parecía enterrado en la historia, se disputó íntegramente en San Pablo, en el estadio Pacaembú, y contó con la presencia del seleccionado local, Argentina, Chile y, por supuesto, el vigente campeón del mundo de mayores: Uruguay.

El combinado veterano de Perú también recibió el convite, pero decidió no intervenir.

Se trató de un formato de liga de todos contra todos, ida y vuelta, consagrándose campeón aquel seleccionado que más puntos acumulara.

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Copa América 1923: La “Generación Olímpica” pone primera

Los campeones posan. De izquierda a derecha: José Vidal, José Nasazzi, Leandro Andrade, Pedro Petrone, Ladislao Pérez, Pedro Cea, Fermín Uriarte, Pedro Casella, Alfredo Ghierra, Héctor Scarone y Pascual Somma.

La séptima edición del Campeonato Sudamericano se desarrolló en Montevideo entre el 28 de octubre y el 2 de diciembre de 1923.

El certamen continental llegaba por segunda vez a nuestro país y la Celeste lo terminó conquistando por cuarta vez en el field del Parque Central.

La victoria del combinado nacional generó una gran algarabía y renovó la confianza de los hinchas  en un grupo de jóvenes jugadores que prometían grandes éxitos. Una verdadera generación de cracks que inició en aquel campeonato un período repleto de éxitos deportivos.

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Esos locos bajitos… celestes

No. No es la reconocida canción de Joan Manuel Serrat. Tampoco nos referimos a las categorías juveniles o al baby fútbol. No.

Como alguna vez hicimos con los futbolistas uruguayos más altos en lucir la celeste, en esta ocasión haremos a la inversa y nos centraremos en aquellos que, sin sobrepasar el 1.66 metro, triunfaron con la gloriosa malla tetracampeona en el pecho.

Sin embargo, para este trabajo hay que tener en cuenta que el promedio de estatura creció en la población del mundo occidental durante el transcurso del siglo XX por lo que, si bien bajos, era más probable encontrar jugadores de corta estatura en las primeras décadas de la centuria pasada y aquello no era tan llamativo como después.

De todas formas, nada tiene que ver con esto la calidad de los futbolistas. Es más: la evidencia histórica indica que fueron players de corta o mediana estatura los más grandes de todos los tiempos (Diego Maradona, Pelé, Héctor Scarone, Lionel Messi, Ferenc Puskas, Romario, Garrincha, etc.).

Comenzamos el recorrido pues, de los más “altos” a los más “bajos”…

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1924: Los campeones del mundo volvían a gritar fuerte en América

Los campeones del mundo revalidan su título de mejores de América. El 11 posa ante Chile. Un equipo súper olímpico. Parados, de izquierda a derecha: José Nasazzi, Pedro Arispe, Andrés Mazalin, Ramón Bucetta, Pedro Zingone y Alfredo Ghierra. Hincados, en el mismo orden: Ermesto Fígoli (masajista), Santos Urdinarán, Héctor Scarone, Pedro Petrone, Pedro Cea y Ángel Romano.

Cuatro meses después de la obtención del título mundial en París, el que dio a conocer el fútbol uruguayo al máximo nivel y el que lo cubrió de prestigios, el combinado oriental debió asumir otro desafío: nada menos que revalidar su condición de mejor de América en el Sudamericano que, por segunda ocasión consecutiva, iba a disputarse en Montevideo.

En rigor de la verdad, dicho certamen le correspondía celebrarlo a Paraguay. Sin embargo, por temas de infraestructura, los guaraníes se vieron obligados a organizar el torneo en otro suelo. Para ello, se presentaron las ofertas de Uruguay y Argentina, resultando más conveniente la oriental, por lo que la Copa América volvió a nuestro país. Así, la Liga Paraguaya de Football, presidida por el Dr. Esteban Semidei, puso manos a la obra y se encargó íntegramente de todo lo concerniente a la máxima competición continental.

El escenario de juego volvió a ser el Gran Parque Central.

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1926: Y más allá de los Andes, sonaron nomás…

¡Los campeones! Parados, de izquierda a derecha: Héctor Scarone, Ernesto Fígoli (masajista), Lorenzo Fernández, José Leandro Andrade, Santos Urdinarán, Fausto Batignani y José Vanzzino. Hincados, en el mismo orden: José Nasazzi, Emilio Recoba, René Borjas, Héctor Castro y Zoilo Saldombide.

La Copa América de 1926 se disputó en Chile entre el 12 de octubre y el 3 de noviembre.

El escenario en el que se celebraron los partidos fue el Campos de Sports de Ñuñoa, de Santiago.

Tras su ausencia en el certamen de 1925, la Celeste regresaba al Sudamericano con la intención de recuperar el cetro de mejor de América, ahora en poder de Argentina.

El combinado oriental mantuvo su base olímpica, liderado por Andrés Mazali, José Nasazzi, José Leandro Andrade, Alfredo Ghierra, Santos Urdinarán, Ángel Romano y Zoilo Saldombide, entre los más relevantes.

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Bach (presidente del COI): teléfono del “Mariscal”

1924. Uruguay comienza a recorrer el camino de la gloria. ¿Dos medallas doradas olímpicas y una Copa del Mundo? El primero de los jugadores parados desde la izquierda es Héctor Scarone, el tercero es Pedro Cea, el quinto es José Leandro Andrade, el sexto es Pedro Petrone y el octavo, José Nasazzi. Hincado, en el extremo izquierdo, Santos Urdinarán. Ahí están, esos son…

«Sería fantástico que Lionel Messi pudiera estar (en París 2024). Los Juegos (Olímpicos) son una ambición de muchas estrellas del fútbol, como Kylian Mbappé. Para Lionel Messi significaría una oportunidad de escribir la historia otra vez. Podría ser el único jugador de la historia en tener dos medallas de oro olímpicas y la Copa del Mundo”.

Si esta frase la  hubiese dicho algún hincha despistado o sin conocimientos de la historia del fútbol, no hubiese sucedido nada. Puede pasar. Tampoco somos quiénes para pedir carnets de suficiencia a los apasionados del deporte.

Sin embargo, esta frase le pertenece al alemán Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, lo que demuestra un preocupante desconocimiento de una historia que, en materia futbolística, Uruguay escribió con letras doradas en 1924, 1928 y 1930.

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La Copa Río Branco, algo más que un torneo amistoso entre Uruguay y Brasil

1940. Uruguay conquista por primera vez la Copa Río Branco… ¡y en Brasil!

Pudo haber sido un simple torneo amistoso de fútbol disputado entre dos poderosos seleccionados sudamericanos entre 1931 y 1976 en 10 ediciones.

Pudo haber sido apenas un torneo que se definía, al principio, en un partido y, en el resto, en dos y que alternaba los países en los que se celebraba.

Pudo haber sido un torneo que varió su formato, que tuvo más o menos motivaciones para disputarse y que presentó combinados más o menos potentes.

Sin embargo, la Copa Río Branco, o Taça Rio Branco, tuvo una silenciosa importancia en muchas partes de la historia desde que fue instituida por autoridades orientales en 1916, más allá de que comenzó a celebrarse en 1931 organizada por la Confederación Brasileña de Fútbol (originalmente Confederación Brasileña de Deportes) y la Asociación Uruguaya de Fútbol.

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Copa América 1917: Doblete y la primera (de tantas) en casa

Los campeones. Parados, de izquierda a derecha: Jorge Pacheco, José “Cochemba” Vanzzino, Cayetano Saporiti, Grgeorio “Ensalada” Rodríguez, Manuel “Japonés” Varela y Alfredo “Mariscal” Foglino. Hincados, en el mismo orden: José “Botija” Pérez, Héctor “Rasquetita” Scarone, Ángel “Loco” Romano, Carlos “Rasqueta” Scarone y Pascual “Rata” Somma.

En 1917, Uruguay obtuvo por segunda ocasión consecutiva el título de campeón sudamericano tras el conquistado en 1916 en Buenos Aires. De esta forma, consolidaba su condición de potencia continental y lo hacía luego de vencer en su propia tierra, en la que, a partir de ese momento, jamás sería derrotado por Copas América. Precisamente, la edición de 1917, llevada a cabo en un nuevo e imponente estadio (Parque Pereira), puso en juego por primera vez el ya clásico trofeo.

LA GÉNESIS. EN MONTEVIDEO SE PONE EN MARCHA LA CSF

El sábado 16 y el domingo 17 de diciembre de 1916, se llevaron a cabo en la sede de la Asociación Uruguaya de Football las reuniones del Consejo de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Se decidió que, a partir de 1917, se disputaría anualmente el Campeonato Sudamericano, fijándose la ciudad de Montevideo como próxima sede. Se encomendó a Héctor Rivadavia Gómez-presidente de la CSF- la adquisición de la Copa América que sería puesta en juego en la competencia, trofeo que quedaría en custodia del ganador hasta su nueva disputa.

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