Breve resumen de URUGUAY en las Eliminatorias

La Celeste vuelve al ruedo de la competencia oficial el próximo viernes 8 de setiembre, cuando se enfrente a su par chileno por la primera fecha de las Eliminatorias CONMEBOL, camino al Mundial 2026. Este clasificatorio presenta la ventaja de que ahora seis de las diez selecciones sudamericanas podrán clasificar de manera directa; mientras que el equipo que finalice en la séptima ubicación tendrá la opción de “una bala más” en el repechaje intercontinental.

El fixture

El camino del elenco que dirige Marcelo Bielsa está planteado de la siguiente manera:

Los números y su balance

URUGUAY se apresta a disputar su Eliminatoria número 18. La primera fue camino al Mundial SUECIA 1958, donde Los Charrúas sufrieron un duro revés al quedar eliminados por PARAGUAY, en un grupo también integrado por los colombianos.
Luego vinieron cuatro clasificaciones consecutivas para las Copas del Mundo CHILE 1962, INGLATERRA 1966, MÉXICO 1970 y ALEMANIA 1974. Cuando nuestros vecinos del Río de la Plata organizaron el certamen en 1978, lamentablemente sucumbimos estrepitosamente en una llave que aparentaba muy sencilla (con BOLIVIA y VENEZUELA como rivales). Para ESPAÑA 1982 tampoco logramos el boleto mundialista, siendo PERÚ el gran verdugo que nos ganó por 2 a 1 en el Estadio Centenario.

Con muchas dificultades, URUGUAY volvió a estar presente en los Mundiales de 1986 y 1990, pero nuevamente no se cumplió el objetivo rumbo a ESTADOS UNIDOS 1994, ya que brasileños y bolivianos se quedaron con los pasajes a dicha Copa. Para el Mundial FRANCIA 1998 se amplió el cupo de selecciones mundialistas, pasando de 24 a 32 participantes. Asimismo, cambió el régimen de las Eliminatorias y se pasó a jugar a dos ruedas, todos contra todos. BRASIL no fue parte de ese proceso, pues clasificó automáticamente por ser el vigente Campeón del Mundo. La Celeste terminó en una vergonzosa séptima ubicación, quedando a cuatro puntos de CHILE, el cuarto ubicado que clasificó junto a ARGENTINA, PARAGUAY y COLOMBIA.

Por cuatro Eliminatorias consecutivas nuestra selección terminó quinta, debiendo jugar sendos repechajes intercontinentales. El objetivo se cumplió en 2002, 2010 y 2014; perdiendo únicamente con AUSTRALIA y por penales en el trayecto con destino a ALEMANIA 2006. En la Eliminatoria para RUSIA 2018 se logró la clasificación directa por primera vez, consiguiendo el segundo puesto, debido a una gran cosecha de puntos como locales. Y para QATAR 2022 se repitió este hecho, cumpliendo con la meta con una fecha de anticipación, no sin antes sufrir bastante y descartar al entrenador Oscar Washington Tabárez a cuatro jornadas del cierre.

En suma, URUGUAY acumula 11 clasificaciones de 17 posibles, con 172 partidos jugados, de los cuales ganó 77, empató 46 y perdió 49. Los orientales han tenido una efectividad del 53,68%, sumando 277 de 516 puntos posibles (considerando 3 unidades por victoria como criterio homogéneo). Marcó 240 goles y recibió 186.

Los máximos artilleros

El salteño Luis Suárez no solo es el mayor goleador celeste, sino que también comanda la tabla histórica en todo el continente con 29 dianas. Su coterráneo Edinson Cavani le sigue con 18 tantos mientras que Diego Forlán completa el podio con 15 conquistas.

Invictos en los estrenos

Nuestra selección jamás ha perdido en un encuentro debut por Eliminatorias. Sobre 17 juegos consiguió 13 victorias y cuatro empates, con un rendimiento excelente en Montevideo (8 triunfos en igual cantidad de partidos). Los celestes han convertido en total 39 goles y recibieron tan solo 9.

Sudamericano juvenil 1975: ¡Llegó el tetracampeonato!

El 26 de agosto de 1975, Uruguay obtenía su cuarto título de campeón sudamericano juvenil (categoría Sub 19 en aquel entonces, pero que cambiaría a Sub 20 en 1977, ya de forma definitiva) de un total de siete disputados, en este caso en el certamen desarrollado en Lima, Perú, desde el día 9.

Fueron seis los seleccionados que tomaron parte del torneo: además de la Celeste, comparecieron Argentina, Brasil, Bolivia, Chile y el dueño de casa.

El formato no variaba de lo que ya era una costumbre: todos contra todos a una rueda resultando vencedor aquel que más puntos sumara.

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Una Tortuga con reflejos…

En tres etapas, Javier Zeoli defendió el arco danubiano. Durante sus ciclos, puede afirmarse que tuvo una brillante carrera, pletórica de triunfos, colocándolo entre los jugadores más laureados de la historia del conjunto de la franja negra.    

Tal vez su domicilio paterno, cercano al Estadio Jardines, lo arrimó y para siempre, al club de los hermanos Lazaroff. Las primeras atajadas fueron en el “Parque Hugo Forno”, allá por 1978, en 5ª división, por aquel entonces, la categoría menor.

Sus virtudes le permitieron en 1981, casi al mismo tiempo, ser ascendido al plantel de Primera división y recibir la convocatoria para integrar la selección juvenil, con la que se consagró Campeón Sudamericano en Ecuador, también concurrió al Mundial en Australia, pero no jugó.

En su primera etapa en el club maroñense, desarrollada íntegramente en la década del ochenta, “casualmente” fue un período en el cual Danubio logró sus primeros y resonantes éxitos. Con su sola presencia en el arco parecía asegurar buenas campañas, cuando faltó -ya sea, por lesiones o decisiones técnicas-  los resultados no fueron buenos.

En 1982, comienzan sus triunfos deportivos con Danubio. Tras una gran campaña en el torneo “Copa de Oro”, una especie de “Competencia”, alcanza el vicecampeonato, allí, comenzó a gestarse el gran equipo de 1983 que lograría destacadas conquistas.

Luego de 29 años, los hinchas danubianos volvieron a festejar un subcampeonato en el Campeonato Uruguayo de la divisional “A”. Así como en 1954, lo fue con Julio Maceiras; en la campaña de 1983 con Zeoli… los tres palos danubianos, estuvieron estupendamente custodiados.

La Liguilla Pre-Libertadores sabía de buenas actuaciones franjeadas, pero aquella de 1983, fue la mejor, Danubio logró en forma invicta el título de campeón y su pasaje, por segunda vez en la historia, a la Copa Libertadores.

Tiempo después, llegaría el memorable año de 1988. En aquel brillante grupo de muchachos, puede afirmarse que Javier Zeoli fue una de las piezas fundamentales. Volcó -al servicio del equipo- toda su experiencia y mostró un nivel estupendo, verdaderamente sus actuaciones fueron superlativas.

La Copa Libertadores de 1989, la segunda de “Tortuga” custodiando el arco danubiano, en la que Danubio se ubicó entre los 4 mejores equipos del continente, lo mostró en todo su esplendor. Ese año, y como forma de premiar su destacadísima trayectoria, la dirigencia del club de la Curva de Maroñas, le facilitó el traspaso al Tenerife de España, al cotizársele muy por debajo de su real valor.    

Participó de la selección mayor en la Copa América de 1989 jugada en Brasil, donde Uruguay logró el segundo lugar y luego integró el plantel “celeste” en el Mundial de Italia 90.

Finalizada la citada Copa América, un cable de la agencia de noticias ANSA fechado en Roma, decía: “Siete brasileños y dos uruguayos forman parte del “superequipo” o sea de la selección del mundo ideal del presente mes, según el diario deportivo italiano “La Gazzetta Dello Sport”: “En la clasificación de los cinco mejores del mundo en agosto en cada puesto figura entre los arqueros, después de Zeoli, (“una verdadera cortina metálica en el último campeonato sudamericano”), el brasileño Taffarel”).

En su pasaje por clubes del exterior, en general, también tuvo buenos desempeños. Además del medio español, jugó en equipos importantes de Bolivia, Chile y Argentina.

En 1994 regresa por primera vez al club que futbolísticamente lo vio nacer, para intentar revertir las bajas actuaciones que situaban a Danubio en zona de descenso. Tras esa temporada en la cual también se destacó, se alejó, para retornar nuevamente en 1997 y finalmente “colgar los guantes.”

Con el “1” de Danubio, Javier “Tortuga” Zeoli, jugó más de 250 partidos, entre juveniles y Primera división. Tiene además, un récord difícil de superar, es el futbolista con más partidos oficiales de carácter internacional (20), jugó -nada menos- que – dos ediciones de la Copa Libertadores y dos de la extinta Copa CONMEBOL.

Trayectoria

Juveniles (1977 a 1980) y Primera división de Danubio (1981 a 1989,1994 y 1997), Tenerife (1989-1990), Mandiyú de Corrientes (1991), Bolívar (1991) Talleres de Córdoba (1992), River Plate (Argentina) (1993), Nacional (1995) Palestino (Chile) (1996).

Títulos

Con Danubio: Vicecampeón Copa de Oro 1982, Vicecampeón Campeonato Uruguayo 1983, Campeón de la Liguilla 1983, Campeón Uruguayo 1988, Campeón Torneo Competencia 1988.

Con la selección uruguaya: Campeón Sudamericano Juvenil en 1981

Vicecampeón de América con Selección Mayor en 1989.

Con Bolívar: Campeón Boliviano.

Panamericanos: ¡Al fin campeones!

El 23 de agosto de 1983, Uruguay conquistó un título que, desde que comenzaron a disputarse, le había resultado esquivo: los Juegos Panamericanos, que se celebran desde 1951.

La medalla faltante y largamente anhelada se cosechó en Caracas, Venezuela, de la mano del maestro Oscar Washington Tabárez, en una de sus primeras incursiones como conductor de un combinado nacional.
Sin embargo, el camino al título no fue sencillo.

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Cuando la Selección Uruguaya de la «B» buscó el título sudamericano

Festeja Uruguay en el Sudamericano de la Segunda División de 1994.

Si bien las selecciones mayores absolutas son las que se llevan todas las palmas y el protagonismo, las asociaciones de fútbol de los distintos países del continente supieron también contar con combinados íntegramente formados por futbolistas de la Segunda División, la famosa “Selección de la B”.

Generalmente, estos seleccionados específicos de la segunda categoría del balompié de cada país se limitaron a disputar partidos amistosos entre sí, pero también ante clubes e, incluso, participar de torneos amistosos alrededor del mundo, en los que actuaban, para sorpresa de muchos, combinados absolutos.

Estos casos fueron típicos de la Selección de la B uruguaya, que desde los años cuarenta del siglo pasado y hasta entrado el siglo XXI disfrutó de mucha actividad y, lo que es mejor, de un respeto ganado en nuestro deporte.

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El indiscutido Rey de Copas danubiano

De ser rechazado por el entrenador de 4ª división a convertirse en el futbolista más ganador en la historia de Danubio.

Proveniente del fútbol riverense vino a probarse a la 4ª división de Danubio, pero no convenció y cuando tenía decidido probar suerte en otra institución, el destino le tenía marcado a fuego un futuro con la franja negra al pecho.

Al no ser aceptado en la primera prueba, pidió permiso para entrenar con el equipo de 3ª. división y la ausencia de un zaguero, le dio lugar para jugar un amistoso pactado y… así comenzó su historia danubiana. Finalmente, Viera resultó ser un fuera de serie”, un futbolista de categoría, que por sus actuaciones y logros, quedó en el pedestal de los grandes zagueros danubianos de todas las épocas.

Jadson nació Santana do Livramento (Brasil) el 4 de agosto de 1981 , pero es nacionalizado uruguayo. En el club Artigas de Rivera, dio sus primeros pasos, inicialmente como arquero, pero el consejo de su padre (también futbolista) lo trasladó –para siempre- a la zaga, para desempeñarse como defensa central o lateral.

Debutó en el equipo principal de Danubio, el 9 de junio de 2001 ante Tacuarembó (3-3) en el Estadio Goyenola, correspondiente al Torneo Clasificatorio (2001), cuando sustituyó a Eber Moas. Su primera titularidad fue frente a Fénix en una Liguilla. Podría decirse que, desde ese momento, comenzó a sumar títulos de campeón, hasta consagrarse como el futbolista franjeado que más vueltas olímpicas dio.

Su buen físico y virtudes futbolísticas, le permitieron ser uno de los que no faltaba nunca en el “once” titular. Gigante en la marca, pero sin golpear, prolijo en la salida y gran cabeceador en las dos áreas. A estas condiciones, le adosó su ascendencia sobre sus compañeros, transformándolo en un verdadero caudillo de todos los equipos que integró.

En una primera etapa, Jadson defiende al conjunto de la Curva de Maroñas hasta 2005, cuando es cedido a préstamo al Atlante de México. Regresa a un año después y tras ganar el Campeonato Uruguayo de 2006/2007, parte para el fútbol argentino, contratado por el club Lanús.

En enero de 2013, firma nuevamente con el club de los Lazaroff, y tal su característica… continuó ganando elogios y trofeos. Sin dudas, fue siempre una carta de triunfo. A mediados de 2016, firmó con Rentistas, donde se cerró su carrera como jugador.

Quedó en la historia de Danubio por cantidad de partidos jugados (212) y nada menos que 10 títulos obtenidos en Primera división.

Se consagró: Campeón Apertura 2001, Clausura 2002, Clasificatorio 2004, Clausura 2004, Uruguayo 2004, (*) Apertura 2006, (*) Clausura 2007, (*) Uruguayo 2006/07, (*) Apertura 2013 y Uruguayo 2013/14.

En los títulos marcados con (*) era el capitán.

Viera recuerda: “Aprendí mucho de Eber (Moas) y Polillita (Da Silva). A Ruben lo vi infiltrarse en una final con Nacional, fue impresionante. Después de eso cuando me lesioné en mi carrera, me marcó tanto que, cuando me pasó a mí, me acordaba constantemente de esa situación. No quería salir por nada”.

Consultado sobre cual título disfrutó más, expresó: “Es difícil porque todos los disfrutamos muchísimo, pero en el 2004 nos sacamos una gran mochila. Esos golpes que tuvimos en 2001 y 2002, fueron muy duros (finales perdidas con Nacional) y son partidos que también tenés que aprender a jugarlos. Por eso, si bien todos son muy lindos, ese año demostramos lo que habíamos aprendido, nos fortalecimos como grupo y fue una gran revancha: mismo rival, en nuestra casa y con aquel recordado gol en la hora.

Destaca que era terrible con las cábalas y citó: “Había una canción que tenía que escuchar sí o sí. Es más, en el Clasificatorio 2004 contra Plaza Colonia (Danubio sale campeón en el Suppici) nosotros ya estábamos haciendo el calentamiento. Me arrimo al profe y le digo: me voy al vestuario porque no escuché la canción y no estoy bien. Era un CD, no podía adelantarlo y era la tercera o cuarta, imaginate lo que demoré”. Me acuerdo que ese partido había una cantidad de gente impresionante, pero no podía no regresar al vestuario. Aquella canción era “La sandunguita” del cantante e hincha de Danubio, Alex Stella.

Jadson subraya que “Danubio fue, es y será todo en mi vida. Desde el inicio en la pensión, la casita en Veracierto, las idas al Geant en bicicleta para ir a entrenar. Luego ni hablar que el sueño de concentrar, jugar en Primera y salir campeón. Aún sigo pendiente de todos los partidos, que jugadores llegan y cuales se van. Soy hincha de Danubio y lo voy a ser hasta el último día”.

Trayectoria: Danubio, Atlante, Lanús, Vasco Da Gama, Nacional y Rentistas.

También alzó copas con Lanús (campeón del Apertura 2007, primer título local de la historia del club granate) y Nacional.