Breve reseña de URUGUAY en la Copa América

Al acercarse la fecha de disputa de una nueva Copa América, resulta ineludible repasar la rica historia de la Selección Uruguaya en el certamen. La Celeste imprimió su huella ganadora en los mismísimos albores de esta contienda e indudablemente es una de las grandes protagonistas del balompié continental por su recorrido exitoso a través de los años. He aquí un breve resumen…

Los inicios

El Campeonato Sudamericano de Selecciones (como se denominó inicialmente el principal evento futbolístico para las escuadras nacionales de América del Sur) nació casi “sin querer”, allá por el año 1916. En el marco de los festejos por el centenario de su independencia, ARGENTINA organizó un torneo del cual formaron parte, además del anfitrión, los combinados de URUGUAY, BRASIL y CHILE. En medio del certamen, más precisamente el 9 de julio y en la ciudad de Buenos Aires; representantes de las asociaciones que participaron del mencionado cuadrangular se reunieron con el fin de analizar la idea integradora del dirigente uruguayo Héctor Rivadavia Gómez. La propuesta consistía en darle forma a una Confederación que agrupara a las federaciones de estos países y que pusiera a rodar la celebración regular de un campeonato de selecciones nacionales. En diciembre de aquel año, pero esta vez en Montevideo, se celebró el Congreso Constitucional que ratificó lo actuado en julio, dando origen a la Confederación Sudamericana de Fútbol.

Volviendo a lo que refiere a ese campeonato inicial, cabe señalar que el mismo se llevó a cabo en un lapso de 15 días. URUGUAY hizo su estreno el 2 de julio goleando por 4 a 0 a la selección chilena en el estadio GEBA (Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires), frente a unos 10.000 espectadores. José Piendibene e Isabelino Gradín, con sendos “dobletes”, fueron los autores de las conquistas charrúas. El segundo cotejo fue ante BRASIL, siendo por calendario el quinto del torneo. Los argentinos eran los líderes con 3 puntos (un triunfo y un empate), orientales y brasileños aparecían como escoltas con dos unidades y La Roja ya había culminado su participación con dos derrotas y una igualdad. Arthur Friedenreich abrió la cuenta a los 8 minutos de juego para La Verdeamarela, sin embargo, el team uruguayo supo dar vuelta el score con tantos de Isabelino Gradín y José Tognola, futbolista del extinto club Reformers.

Con este triunfo, URUGUAY llegaba al Clásico del Río de la Plata con ventaja de un punto sobre los organizadores, que cedieron una unidad en el juego con su par brasileño. La cita decisiva estaba fijada para el 16 de julio, pero los espectadores locales desbordaron las instalaciones del estadio GEBA, impidiendo el desarrollo de la brega e inclusive provocaron un incendio en las tribunas del mencionado recinto. Todo esto derivó en la suspensión del match, el cual se reprogramó para el día siguiente en el estadio del Racing Club de Avellaneda. El partido finalizó sin goles y, por ende, URUGUAY se proclamó como Campeón. Un detalle importante es que, si bien resultó ser el primer certamen de índole continental en Sudamérica, la Copa América (trofeo y distinción que se brinda al vencedor) recién se adquirió y se puso en disputa al año siguiente (reiteramos, aún bajo el rótulo de “Campeonato Sudamericano de Selecciones”).
El Ministerio de Relaciones Exteriores de ARGENTINA donó el trofeo a la CONMEBOL, cuya confección estuvo a cargo de la Casa Escasany, una joyería de origen francés radicada en Buenos Aires. Se trata de una copa de 75 cm de alto y 30 cm de diámetro, en cuya base de madera se encastran pequeñas placas de oro con el detalle del año y selección ganadora por cada edición.

Como decíamos anteriormente, este torneo no fue disputado oficialmente como Campeonato Sudamericano de Selecciones ni nuestra selección recibió el reconocido trofeo; no obstante, la CONMEBOL considera estos resultados como oficiales y por eso URUGUAY se consagró como el primer Campeón de América, siendo ésta la estrella número uno de sus 15 preseas continentales. El plantel ganador, que tuvo la conducción técnica de Alfredo Foglino (que también actuó como futbolista) era el siguiente: Miguel Benincasa (River Plate), José Brachi (Nacional), Francisco Castellino (Nacional), Pablo Dacal (Nacional), Juan Delgado (Central), Alfredo Foglino (Nacional), Isabelino Gradín (Peñarol), Rodolfo Marán (Universal), Jorge Pacheco (Peñarol), José Pérez (Peñarol), José Piendibene (Peñarol), Ángel Romano (Nacional), Cayetano Saporiti (Wanderers), Pascual Somma (Nacional), José Tognola (Reformers), Antonio Urdinarán (Defensor), José Vanzzino (Nacional), Manuel Varela (Peñarol) y Alfredo Zibechi (Wanderers). El peñarolense Isabelino Gradín fue el goleador del campeonato con 3 conquistas.

Más triunfos y una rivalidad marcada

Nuestro país acogió el evento al año siguiente, obteniendo el primer bicampeonato. Se repitieron los elencos de la primera edición y La Celeste arrasó frente a CHILE y BRASIL (ambas victorias por 4-0) y en el juego decisivo, celebrado ante 40.000 personas en el Parque Pereira, superó al team argentino por 1 a 0, gracias a un gol de Héctor Scarone a los 62 minutos. De ese modo URUGUAY fue campeón invicto, con puntaje perfecto y la valla en cero.
El siguiente torneo se desarrolló en territorio brasileño, concretamente en Río de Janeiro, y con los mismos cuatro protagonistas. BRASIL y URUGUAY culminaron su actuación igualados en 5 puntos, por lo que se decidió jugar un partido Final para dirimir el vencedor. Tras el 0 a 0 en los 90 minutos, se desarrolló un período de media hora de tiempo suplementario, donde la igualdad tampoco se quebró. En un hecho impensado, a las dos horas de juego que ya se llevaban disputadas se le agregó una prórroga de otros 30 minutos (recordemos que no había cambios en aquella época), hasta que a los 122 minutos Arthur Friedenreich marcó el gol del triunfo local.

En 1920, CHILE se hizo cargo de la organización, estableciendo a la ciudad de Viña del Mar como sede. La Celeste volvió a retomar la corona, tras empatar con ARGENTINA (1-1), aplastar a La Canarinha (6-0) y vencer en la última jornada a los chilenos (2-1) con dianas de Ángel Romano y José Pérez, ambos goleadores del campeonato con 3 tantos cada uno.
Un año después, ARGENTINA volvió a ser sede y en lugar de CHILE apareció la selección de PARAGUAY, que le daría el primer “dolor de cabeza” a los celestes tras superarlos por 2 goles contra 1 en el debut. Después derrotamos a BRASIL con “doblete” de Ángel Romano y en la fecha final caímos ante ARGENTINA, que ganó debido a un gol de Julio Libonatti, a la postre el goleador del certamen.
La Albiceleste lograba su primer título emulando al URUGUAY de 1917: fue invicto, ganó todos sus juegos y no recibió goles.

Corría el año 1922 y BRASIL conseguía su segundo título, nuevamente jugando en casa. Fue el primer torneo con 5 participantes y sirvió como parte de los festejos por el centenario de la independencia del país vecino. PARAGUAY, BRASIL y URUGUAY terminaron igualados con 5 puntos, por lo que se debía jugar un triangular para definir quién sería el campeón. Pero los orientales, en señal de protesta por el arbitraje del brasileño Pedro Santos en su cotejo contra PARAGUAY (que ganaron los guaraníes por 1-0), desistieron y ofuscados abandonaron la competencia. La Final quedó en manos de BRASIL que goleó por 3 tantos contra 0.

La revancha tendría lugar en 1923, cuando URUGUAY obtuvo su cuarta presea, de nuevo con puntaje perfecto. La contienda se desarrolló en el Gran Parque Central montevideano y los uruguayos doblegaron por 2-0 a guaraníes y albicelestes, además de triunfar por 2-1 en su juego frente a BRASIL. Pedro Petrone fue la gran figura, marcando un gol en cada partido. Nuestro país repitió la organización en 1924 y, como no podía ser de otra manera, revalidó el título. En esta oportunidad BRASIL estuvo ausente y CHILE regresó a la competencia. La Celeste aplastó a los trasandinos (5-0), luego superó a PARAGUAY (3-1) y el empate con ARGENTINA (0-0) les dio el primer puesto. Pedro Petrone volvió a ser una pieza clave y máximo goleador con 4 dianas. Este torneo se celebró entre octubre y noviembre, a posteriori de la consagración mundial en los Juegos Olímpicos de París.

URUGUAY faltó solamente a dos Copas América y la primera fue en 1925. La ausencia se debió a cuestiones políticas internas (era la época del cisma del fútbol uruguayo, que tuvo lugar entre 1922 y 1925). Esta resultó ser la edición más escueta, pues contó con solo tres participantes. Para darle una extensión mayor al evento, se jugaron dos rondas de partidos en Buenos Aires, culminando ARGENTINA como campeón. BRASIL y PARAGUAY fueron los otros participantes. La cita siguiente fue en CHILE y la selección de BOLIVIA hizo su primera presentación, que resultó bastante magra por sus cuatro derrotas y 24 goles recibidos. La actuación del team oriental fue totalmente lo contrario: recuperó el cetro con una performance magistral, logrando cuatro triunfos en los denominados “Campos de Sports de Nuñoa” en Santiago. La Celeste se impuso al local por 3-1, luego venció a su clásico rival rioplatense por 2-0 y cerró la campaña con dos enormes goleadas: 6-0 sobre La Verde del Altiplano y 6-1 contra La Albirroja. El chileno David Arellano fue el goleador del evento con 7 tantos, no obstante, Héctor Castro y Héctor Scarone tuvieron gran destaque, marcando 6 goles cada uno.

La edición de 1927 fue un cuadrangular entre ARGENTINA, URUGUAY, BOLIVIA y PERÚ, que hizo su debut y además hospedó el campeonato. El título se dirimió en el juego entre rioplatenses, donde La Albiceleste triunfó por 3 a 2. Dos años más tarde, los argentinos firmaron el bicampeonato en su feudo y URUGUAY terminó tercero entre cuatro equipos (solo pudo vencer a PERÚ y cayó a manos de paraguayos y argentinos). El dominio entre los seleccionados rioplatenses era muy marcado, disputándose por estos tiempos el liderazgo en América del Sur y, a su vez, alimentando constantemente la rivalidad clásica.

Nuevas conquistas y algunos vaivenes

Pasaron prácticamente seis años para que volviera a celebrarse el Campeonato Sudamericano y Los Charrúas brillaron en Lima. Héctor Castro le dio la victoria a nuestra selección frente al local y posteriormente Aníbal Ciocca marcó una “dopieta” para encaminar el triunfo ante CHILE. La faena se terminó de concretar el 27 de enero con la goleada sobre ARGENTINA por 3-0. En apenas 36 minutos, Héctor Castro, José Alberto Taboada y Aníbal Ciocca habían resuelto el match en favor de los uruguayos, que en esta oportunidad vistieron de rojo en lo que terminó siendo la obtención del séptimo lauro.

Sobre fines de 1936 comenzó a disputarse la decimocuarta edición del torneo continental, que culminaría el 30 de enero de 1937. Por primera vez se trató de un hexagonal que contó con la presencia de ARGENTINA (anfitrión), BRASIL, CHILE, PARAGUAY, PERÚ y URUGUAY. El desempeño celeste fue opaco en relación a las campañas anteriores, dado que perdió en tres ocasiones y solo ganó dos juegos. Se destaca el 3-2 sobre los albicelestes (que serían los campeones), donde se logró un transitorio 3 a 0 que luego los locales acortaron. Fue dolorosa la caída ante CHILE (0-3), así como una nueva derrota sufrida con PARAGUAY (2-4), que ya se convertía en nuestra “sombra negra”.

En 1939 los peruanos quebraron la historia y se quedaron con la copa en su país. ARGENTINA por primera vez no participó y BRASIL tampoco asistió. La escuadra que hizo su debut fue ECUADOR, que lastimosamente cayó en sus cuatro juegos. PERÚ y URUGUAY llegaron a la última fecha igualados en 6 puntos y definieron el título en el estadio Nacional de Lima frente a 40.000 personas. Jorge Luis Alcalde y Víctor Bielich sacaron ventaja para La Blanquirroja. Roberto Porta descontó a los 44 minutos, pero no se pudo revertir el panorama; desatándose el festejo para el pueblo inca.

La década del ’40 estuvo dominada por ARGENTINA, que ganó cuatro de los seis torneos celebrados, hilvanando el único tricampeonato hasta el momento (1945, 1946 y 1947). URUGUAY organizó la edición de 1942 y la ganó de punta a punta: 6 triunfos, 21 goles a favor y solo dos en contra. El último partido fue una victoria clásica ante La Albiceleste, en un estadio Centenario colmado por 70.000 espectadores que gritaron a rabiar el gol del triunfo marcado por Bibiano Zapirain. Integraban ese equipo, entre otros, Aníbal Paz, Obdulio Varela, Roberto Porta, Aníbal Ciocca, Schubert Gambetta y Severino Varela. La otra actuación relevante en este período fue el subcampeonato obtenido en 1941, donde culminamos detrás de ARGENTINA en el que fue el tercer certamen celebrado en CHILE.

Los laureles reverdecieron en 1956, cuando nuevamente fuimos país sede y campeones invictos (4 partidos ganados y un empate sin goles con BRASIL). Otra victoria por 1 a 0 sobre el clásico rival, con gol de Javier Ambrois, fue el corolario para un nuevo éxito. Luego llegaron dos consagraciones consecutivas de La Albiceleste (1957 y 1959) y en este último año se dio la curiosidad de que hubo un torneo extra sobre el mes de diciembre, que también se contabiliza como oficial. URUGUAY aprovechó la ocasión para firmar su décimo título con resultados estupendos: estreno con victoria 4-0 frente a ECUADOR, el elenco local, y dos resonantes goleadas sobre BRASIL (3-0) y ARGENTINA (5-0).
Por último, se empató con PARAGUAY (1-1) para quedar dos puntos por encima de los argentinos, quienes eran liderados por el goleador José Sanfilippo. En ese momento el palmarés indicaba 12 títulos para ARGENTINA y 10 para URUGUAY.

La Selección Uruguaya estuvo ausente en la copa celebrada en BOLIVIA, en el año 1963. Para sorpresa de todos, el conjunto del altiplano se quedó con el trofeo en donde venció, entre otros, a la selección argentina (3-2) y a la brasileña (5-4). Cuatro años después, nuestro país volvería a ser la sede del último Campeonato Sudamericano de Selecciones, ya que a partir de 1975 el certamen pasaría a llamarse “Copa América”. En la última fecha, uruguayos y argentinos debían enfrentarse y los visitantes corrían con un punto de ventaja. Por lo tanto, URUGUAY estaba obligado a ganar si pretendía un nuevo título. Pedro Virgilio Rocha fue el héroe oriental que batió al portero Antonio Roma a los 74 minutos de juego, otorgándole la victoria a La Celeste para llegar a lo más alto del podio.

Se instaura la Copa América

Pasaron ocho largos años para que la Copa América saliera a escena, con tres ediciones sin sede fija y con partidos de ida y vuelta. PERÚ se alzó con la edición de 1975 y PARAGUAY hizo lo propio en el año 1979. El recorrido de nuestra escuadra llegó hasta Semifinales en 1975 (caída global de 1-3 ante COLOMBIA) y en 1979 quedamos segundos en el Grupo C, dos puntos por detrás de los guaraníes, que terminarían siendo los campeones al derrotar en la Final a CHILE.

En 1983 sería el momento de un nuevo triunfo charrúa con este renovado formato. Los orientales ganaron el Grupo A que integraban CHILE y VENEZUELA. Ya en Semifinales debieron cruzarse con PERÚ, el vencedor del Grupo C. En la ida nuestra selección logró un importante triunfo de visitante por mínima diferencia, gracias a un gol de Carlos Aguilera. La revancha culminó con empate (1-1) y clasificación celeste. La gran Final fue contra BRASIL: el 27 de octubre Los Charrúas se hicieron fuertes en el estadio Centenario y “pegaron primero” con dos golazos. El primero de Enzo Francéscoli, de tiro libre; mientras que el segundo fue obra de Víctor Hugo Diogo, en notable maniobra individual. Curiosamente, éste fue el único gol anotado por el lateral derecho en toda su trayectoria con la selección. El cotejo definitorio se jugó en el estadio Fonte Nova de Salvador de Bahía. Jorginho puso adelante a La Canarinha pero, a 13 minutos del cierre, un desborde y centro de Venancio Ramos encontró la cabeza del “Pato” Aguilera, que se coló entre los zagueros Marcio y Mozer para impactar el balón, marcar el empate y caer desvanecido por unos instantes. El “Uruguayos Campeones” volvía a sonar bien fuerte y los celestes daban su segunda vuelta olímpica oficial en suelo brasileño, tras la acontecida en el Mundial de 1950. A su vez, éste era el duodécimo título para “la garra charrúa”, que igualaba al conjunto argentino como el más ganador del continente.

Este logro depositó a URUGUAY directamente en las Semifinales de la siguiente Copa, que sería en ARGENTINA. Justamente tuvimos que medirnos con el anfitrión y actual Campeón Mundial, que era liderado futbolísticamente por nada más ni nada menos que Diego Armando Maradona. El 9 de julio, y en un nuevo aniversario de la independencia del país hermano, La Celeste se volvía a calzar el traje de “aguafiestas” y con tanto de Antonio Alzamendi eliminaba a los locales y grandes favoritos. La Final sería el 12 de julio ante CHILE, que en el otro cruce superó a COLOMBIA en el alargue. Este partido es recordado por el juego brusco de los chilenos, que ejecutaron una verdadera cacería contra Francéscoli que, curiosamente, terminó siendo expulsado a los 27 minutos. Pablo Bengoechea, luego de un rebote otorgado por el arquero Roberto Rojas tras un remate de José Batlle Perdomo, señaló el gol que equivalió a un título y a recuperar el liderazgo en el palmarés.

Dos años más tarde, URUGUAY se quedó a las puertas de un nuevo éxito, obteniendo finalmente el segundo lugar. Con un Rubén Sosa exuberante, que brilló en la victoria por 2-0 sobre ARGENTINA en fase final, el equipo dirigido por Oscar Washington Tabárez perdió el último duelo con el dueño de casa. El 16 de julio de 1989 y ante 170.000 personas, el estadio Maracaná recibía un BRASIL-URUGUAY 39 años después del “Maracanazo”. Esta vez el final sería feliz para los norteños, que ganaron con un tanto conseguido por Romário.

Los años ’90 y el último título en casa

En las siguientes ediciones los orientales no estuvieron a la altura de su rica historia. CHILE 1991 nos vio retirarnos invictos, pero eliminados en la primera fase por anotar menos goles que BRASIL. Luis Cubilla, el entrenador de turno, prescindió de los futbolistas “repatriados” (aquellos que militaban en clubes del extranjero) y el resultado no fue el mejor. Tres empates 1-1 (frente a BOLIVIA, ECUADOR y BRASIL) más una victoria por 1-0 sobre los colombianos no alcanzaron para acceder a la ronda final. Peter Méndez, que en ese momento defendía al Defensor Sporting Club, fue el jugador más destacado al convertir tres de los cuatro goles celestes.

En 1993 integramos el Grupo A junto a ECUADOR (anfitrión), ESTADOS UNIDOS y VENEZUELA. Era la primera vez en que se invitaba a dos selecciones de la CONCACAF (la otra fue MÉXICO) para conformar tres series de 4 equipos cada una. El debut fue en el estadio Bellavista de Ambato y terminó con una ajustada victoria sobre los norteamericanos, debido a un gol de Santiago Ostolaza. En el siguiente encuentro VENEZUELA nos dio un buen susto y terminamos empatando 2-2, para luego cerrar en la altura de Quito con derrota (1-2) frente a La Tricolor. Por Cuartos de Final empatamos 1-1 con COLOMBIA (gol de Marcelo Saralegui) y caímos vencidos en la tanda de penales. ARGENTINA fue la mejor en este binomio 1991-1993 y volvió a pasar al frente en el historial general.

Dos años después llegó el momento de celebrar otra Copa América en nuestro país, más precisamente la séptima, la cual por primera vez tuvo cuatro ciudades-sede: Montevideo, Maldonado, Paysandú y Rivera. Cumpliendo con el legado de varias generaciones, URUGUAY se quedaría con la gloria ante su gente. El equipo de Héctor “Pichón” Núñez empezó su camino triunfal con goleada 4 a 1 sobre VENEZUELA, para después vencer a los paraguayos con gol de Enzo Francéscoli. En la última fecha y con algunas variantes, URUGUAY salvó el invicto ante los mexicanos, que abrieron la cuenta a los 67 minutos a través de Luis García. Marcelo Saralegui estableció la igualdad a los 79’. En Cuartos de Final, Marcelo Otero y Daniel Fonseca anotaron los goles para el triunfo sobre BOLIVIA (2-1).

El match de Semifinales fue ante COLOMBIA, un equipo difícil que a pesar de fallar en el Mundial de USA 1994, tenía el antecedente de haber vapuleado en las Eliminatorias a los argentinos por 5 a 0 en Buenos Aires; por lo tanto, eran realmente una amenaza para cualquier rival. De todas maneras, Edgardo Adinolfi a los 51 minutos comenzó a encaminar la victoria charrúa, que Marcelo Otero selló a los 70’.
La Final se jugó el domingo 23 de julio de 1995 en el estadio Centenario, con un público estimado de 65.000 espectadores. BRASIL, Campeón del Mundo el año anterior, era el rival de turno. El elenco visitante se puso arriba en el marcador con gol de Túlio. En esa jugada, se iría lesionado el defensor uruguayo Tabaré Silva. En el complemento (minuto 51), Pablo Bengoechea ejecutó de forma magistral un tiro libre, dejando sin asunto al renombrado portero Taffarel. El juego continuó igualado y, por primera vez en la historia, la Copa se tendría que definir por penales. Vale recordar que los brasileños venían de lograr el éxito mundial por esta vía ante ITALIA. Sobre el arco que da a la tribuna Colombes fueron pasando los distintos ejecutantes. En el tercer penal correspondiente al Scratch estuvo el punto de inflexión: Fernando Alvez le contuvo el disparo a Túlio. Francéscoli, Bengoechea, José Herrera y Álvaro Gutiérrez no habían fallado.
En los pies de Sergio Martínez estaba la responsabilidad de abrazarse nuevamente con la gloria; y “El Manteca” no defraudó. URUGUAY ganó por 5 a 3 y de esa manera, ante sus hinchas, se coronó y festejó por decimocuarta vez, manteniendo el 100% de efectividad en lo que refiere a títulos continentales jugando en Montevideo.

Coqueteando con la gloria…hasta que llegó el año 2011

BOLIVIA fue la sede elegida en 1997 y La Celeste hizo una tibia defensa de su título. Compartió el Grupo B con el anfitrión, PERÚ y VENEZUELA. Los Incas doblegaron por 1 a 0 al conjunto dirigido por Juan Ahuntchain, que se recuperó ante La Vinotinto (2-0). En la última fecha se necesitaba una victoria ante el local, que jugaba en los 3.600 metros de La Paz. La hazaña no se dio y La Verde se quedó con los tres puntos a raíz de un gol de Julio César Baldivieso. BRASIL terminaría derrotando a los bolivianos en la Final y ganaría por primera vez un título continental fuera de su casa, el quinto de su cosecha en ese momento.

PARAGUAY albergó por primera vez la cita continental en 1999 y URUGUAY afrontó el torneo con una escuadra alternativa, bajo las órdenes de Víctor Púa, que sería relevado en el puesto por Daniel Passarella según lo acordado con la AUF. Los orientales avanzaron a Cuartos de Final como uno de los mejores terceros, con tan solo 3 puntos producto del triunfo 2-1 sobre ECUADOR, con “dopieta” de Marcelo Zalayeta. Los otros dos cotejos del Grupo C terminaron en derrotas: 0-1 frente a COLOMBIA y 0-2 con ARGENTINA. El siguiente rival sería La Albirroja, ganadora del Grupo A y favorita para llegar a Semifinales. Miguel Ángel Benítez sería uno de los protagonistas del encuentro. El delantero abrió la cuenta a los 15 minutos, pero Zalayeta empató a los 65’. Finalmente, el ganador se tuvo que definir por penales y nuestro equipo se lució en cuanto a la ejecución, convirtiendo los cinco remates. Pero Benítez no pudo con Fabián Carini en el cuarto disparo y esa fue la diferencia a favor de los celestes, que volvían a ser “la piedra en el zapato” para un conjunto anfitrión.

Algo similar ocurrió en Semifinales: empate 1 a 1 (esta vez con CHILE), cien por ciento de efectividad en nuestros penales y las manos de Carini conteniendo un tiro rival, en este caso fue el segundo remate a cargo de Mauricio Aros. En ambas tandas de penales, Federico Magallanes fue el encargado de anotar el gol de la victoria. Con un solo partido ganado “en cancha”, La Celeste llegaba a una nueva Final de América, pero enfrente estaba BRASIL, un gran equipo que contaba con figuras como Ronaldo, Rivaldo y Ronaldinho. Los norteños se quedaron con el título (victoria por 3-0) y sellaron su primer bicampeonato de la historia.

La edición del año 2001 se celebró en COLOMBIA y estuvo en duda hasta último momento, a causa de los problemas de seguridad y cierta inestabilidad que atravesaba el país. Tanto es así, que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decidió no enviar a la representación de su país para no exponer a la delegación a ningún riesgo. HONDURAS fue invitada a último momento para ocupar el lugar de los albicelestes.
La selección charrúa debutó en el Grupo C con escueto triunfo sobre BOLIVIA, con gol de Javier Chevantón. En la segunda jornada empatamos con COSTA RICA (1-1) y cerramos la serie con sorpresiva derrota a manos de HONDURAS (0-1). Avanzamos como uno de los mejores terceros y nuevamente hubo que medirse con Los Ticos, que se pusieron adelante en el marcador con tanto de Paulo Wanchope. Sin embargo, con un penal rematado por Rodrigo Lemos “a lo Panenka” y un potente tiro libre ejecutado por Pablo Lima, URUGUAY dio vuelta el score y avanzó a Semifinales. En dicha instancia, caímos por 2 a 1 con MÉXICO y el cierre del torneo fue con el cotejo por el tercer puesto, donde nuevamente nos vimos las caras con el elenco hondureño. El duelo culminó 2 a 2 y Los Catrachos se quedaron con el bronce en los penales.

En las siguientes ediciones también alcanzamos las Semifinales (PERÚ 2004 y VENEZUELA 2007), sucumbiendo en ambos casos por penales y con la selección brasileña como verdugo. En la primera logramos el tercer puesto al derrotar a COLOMBIA (2-1) y en la otra finalizamos en el cuarto lugar, tras perder por 3 a 1 con el conjunto mexicano. Nuevamente en la edición de 2007 nos pusimos el traje de “aguafiestas”, al golear a La Vinotinto por 4 a 1 en el cotejo por los Cuartos de Final.

Un año después de la recordada campaña en el Mundial SUDÁFRICA 2010, llegaba la disputa de la Copa América en suelo argentino. Como en 1916 y 1987, URUGUAY volvería a dar la vuelta olímpica y se cargaría al anfitrión.
Luego de avanzar como segundos del Grupo C (empates 1-1 con PERÚ y CHILE, más una victoria por mínima diferencia sobre MÉXICO); la escuadra dirigida por Oscar Washington Tabárez se enfrentó en el estadio popularmente conocido como “El Cementerio de los Elefantes” a la selección local. Diego Pérez abrió la cuenta a los cinco minutos y Gonzalo Higuaín empató a los 17’. El dominio estuvo del lado argentino, con un Lionel Messi muy inspirado comandando los ataques. URUGUAY aguantó a pie firme, con una notable actuación de su defensa, especialmente del arquero Fernando Muslera. Tras la prórroga (no siempre utilizada en la Copa América), se llegó a los penales y allí La Celeste volvió a tener una tanda perfecta de 5 goles en 5 tiros; en tanto Carlos Tévez falló (o, mejor dicho, Muslera adivinó y atajó), provocando el delirio oriental en Santa Fe luego de la última conversión de Martín Cáceres.

PERÚ fue el rival en Semifinales y los orientales ganaron con doblete de Luis Suárez, a la postre elegido como el Mejor Jugador del Torneo. Y en la Final, nuestra selección arrasó a una desgastada selección paraguaya, que llegó a esta instancia sin ganar un solo juego (5 empates y dos triunfos por penales en la fase playoff). Luis Suárez y Diego Forlán por dos redondearon un cierre de campeonato fantástico, para alcanzar la decimoquinta corona y encaramarse en el primer lugar del historial.

Altas expectativas, bajos rendimientos

Las últimas actuaciones no fueron para nada destacadas, a pesar de contar con un buen potencial como para pelear más arriba. En CHILE 2015 quedamos eliminados por el local en Cuartos de Final, en un partido signado por el triste episodio protagonizado por Claudio Jara y Edinson Cavani. Un año después se celebró una edición especial en los ESTADOS UNIDOS, conmemorativa de los 100 años de aquel primer evento celebrado en ARGENTINA. Por primera vez, la Copa tuvo 16 participantes (a los 10 de CONMEBOL se sumaron 6 de CONCACAF) y La Celeste quedó eliminada en la primera fase, en un grupo que a priori era accesible (estaba integrado por MÉXICO, VENEZUELA y JAMAICA). Estos últimos certámenes le correspondieron a CHILE, que por primera vez se consagró como campeón y lo hizo por duplicado.

BRASIL volvió a ser el mejor en su Copa del año 2019, que tuvo invitados asiáticos como JAPÓN (ya había participado en 1999) y QATAR. Los Charrúas ganaron el Grupo C con dos victorias (4-0 a ECUADOR y 1-0 sobre CHILE) y un empate a dos frente a los nipones. En la siguiente ronda se midieron con PERÚ, equipo al cual dominaron. Para este certamen se implementó el uso del VAR y URUGUAY vaya que lo padeció, ya que le anularon tres goles (alguno de ellos bastante polémicos) por el trazado de líneas que sentenció posiciones adelantadas de carácter milimétrico. Lo cierto es que el cero no se rompió y en los penales el único que no pudo convertir fue Luis Suárez, por lo tanto, Los Incas avanzaron y llegarían a la Final con La Canarinha; donde perdieron por 3 a 1.

La última edición iba a realizarse en el año 2020 y en forma conjunta por parte de ARGENTINA y COLOMBIA; y tendría a las selecciones de QATAR y AUSTRALIA como invitadas. Sin embargo, por el brote del COVID-19 el torneo se pospuso un año y la sede finalmente fue BRASIL, únicamente con los representantes de CONMEBOL. El local no pudo mantener el 100% de eficacia que llevaba en el certamen y perdió la Final con ARGENTINA, siendo éste el primer y ansiado título oficial de Lionel Messi con su selección mayor. Así, los albicelestes nos igualaban en la cima del historial con 15 Copas. En cuanto al rendimiento de URUGUAY, no terminó de convencer y naufragó nuevamente en los Cuartos de Final. Tras quedar en el segundo escalón del Grupo A con 7 puntos, el cruce inmediato fue con la selección colombiana. En un partido parejo, levemente favorable para el bando cafetero, los equipos no se sacaron ventajas y de nuevo nos dejaron afuera en los penales.

SÍNTESIS (período 1916-2021)

  • Participaciones: 45 de 47 ediciones.
  • Títulos: 15 (1916, 1917, 1920, 1923, 1924, 1926, 1935, 1942, 1956, 1959*, 1967, 1983, 1987, 1995 y 2011). *1959: Sudamericano “Extra”, considerado como oficial.
  • Subcampeonatos: 6 (1919, 1927, 1939, 1941, 1989 y 1999*). *URUGUAY recibió la Copa BOLIVIA en esa edición, la cual se entrega desde el año 1997.
  • Medallas de bronce: 9 (1921, 1922, 1929, 1937, 1947, 1953, 1957, 1975 y 2004).
  • Tabla histórica: 2° puesto con 374 puntos (206 PJ, 112 PG, 38 PE, 56 PP, 410 GF y 222 GC).
  • Máximos goleadores: Severino Varela (15 goles), Héctor Scarone (13 goles), Roberto Porta y Ángel Romano (12 goles cada uno).
  • Jugador con más partidos disputados: Ángel Romano (23 partidos).
  • Mayor goleada: URUGUAY 9 – BOLIVIA 0 (PERÚ 1927).
  • Jugadores distinguidos como el Mejor del Torneo: Rubén Sosa (1989), Enzo Francéscoli (1995), Luis Suárez (2011). NOTA: este premio se entrega desde la edición ARGENTINA 1987.
  • Premio Fair Play: URUGUAY ganó este premio en las ediciones 2011 y 2021. NOTA: el premio al «Juego Limpio» se entrega desde la edición 2011.

Cambio de paradigma

En la siguiente columna de análisis daremos nuestra opinión respecto a lo que ha significado el comienzo del camino charrúa en las Eliminatorias con destino al Mundial 2026 que, desde nuestra humilde visión, representa un total cambio de paradigma para nuestra selección a raíz de la llegada de Marcelo Bielsa.

Pequeña y necesaria reseña

Desde los albores del fútbol mismo, el ADN del futbolista uruguayo estuvo impregnado de virtudes que lo distinguieron por encima de otros. La entrega total por la causa (particularmente al vestir la casaca color cielo), la capacidad de resiliencia, la rebeldía y el hecho de jamás amilanarse ni darse por vencido ante la adversidad fueron bases constitutivas de lo que hemos bautizado como «garra charrúa». A todas esas cualidades se le sumó la capacidad de adoptar como propio el deporte de origen británico, dominando el concierto internacional con nuestra impronta criolla, allá por la década del ’20 y ’30, logrando tres conquistas de carácter mundial y unas cuantas consagraciones en Sudamérica. Tras la convulsión de la Segunda Guerra Mundial, la hazaña de Maracaná nos devolvió a los primeros planos en todo el orbe y conquistamos la Copa Jules Rimet por segunda ocasión, empardando el historial con la selección italiana. Recién en la Copa del Mundo celebrada en SUIZA (1954), en la épica Semifinal con HUNGRÍA, perdimos nuestro primer encuentro en un Mundial.

Podríamos decir que URUGUAY, como selección, se mantuvo en la élite hasta 1970, tras lograr el cuarto puesto en la Copa del Mundo de MÉXICO (algo que en su momento no tuvo mérito, pues «la vara estaba muy alta»). Luego, diversos factores conspiraron para que La Celeste perdiera brillo: la ausencia de un rumbo definido, el desinterés y la nula capacidad organizativa en torno al seleccionado, las consecuencias de ser un país exportador que llevó a tener a los mejores elementos «repatriados» y la globalización del deporte, detalle para nada menor ya que emparejó el nivel y acortó las brechas existentes respecto al desarrollo de la disciplina en las diferentes naciones. Dejamos de pelear por títulos del mundo para conformarnos simplemente con participar de los Mundiales. En el período comprendido entre 1994 y 2006 se celebraron cuatro Copas del Mundo y URUGUAY no logró clasificar a tres de ellas, lo que habla a las claras del descenso que experimentó la escuadra oriental.

Recién en marzo de 2006, con el proyecto que trajo consigo Oscar Washington Tabárez, denominado «Institucionalización de los procesos de selecciones y de formación de los futbolistas», el barco de la selección mayor (y el de sus categorías juveniles) comenzó a enderezarse hacia un destino claro. Obviamente, el cuarto puesto logrado en SUDÁFRICA 2010 y el éxito alcanzado un año después en ARGENTINA al obtener la decimoquinta Copa América apuntalaron el «proceso Tabárez», que duró 15 años y logró tres clasificaciones consecutivas al Campeonato del Mundo; algo que no se conseguía desde el período 1962-1974.

El trayecto rumbo a QATAR 2022 tuvo enormes vaivenes y puso en riesgo las posibilidades celestes, por lo tanto, la dirigencia removió a Tabárez y nominó a Diego Alonso como reemplazante del «Maestro». Con cuatro victorias al hilo, el estratega y los jugadores pudieron sellar el billete para la máxima cita que se daría en el pequeño y rico Estado asiático. Sin embargo, URUGUAY quedó eliminado en la fase de grupos, decepcionando a propios y extraños. Alonso pagó muy cara la timorata actitud adoptada en el estreno ante COREA DEL SUR, que se saldó con un empate sin goles. En el segundo encuentro PORTUGAL se impuso por 2 a 0 y nos dejó contra las cuerdas. Si bien se corrigió en juego y actitud ante GHANA, el triunfo por 2-0 no fue suficiente y armamos las valijas antes de tiempo. Pasaron los días y a pesar de algunos rumores sobre la continuidad del «Tornado», finalmente se empezó a especular con que el puesto de entrenador charrúa estaba vacante. Y allí emergió la figura de Marcelo Bielsa, técnico que estaba libre y que había tenido su última experiencia en la Premier League, al frente del Leeds United. El 15 de mayo de 2023 la Asociación Uruguaya de Fútbol presentó al profesional oriundo de Rosario como el nuevo director técnico celeste y un mes después se estrenó con dos victorias en Montevideo, ante NICARAGUA (4-1) y CUBA (2-0), donde probó a varios jugadores jóvenes y nuevos; al tiempo que muchos de los mundialistas en QATAR estuvieron ausentes por tratarse del cierre de la temporada europea.

Ponerse el traje de protagonista

Lo verdaderamente revolucionario empezó a verse en la competencia oficial de las clasificatorias mundialistas. Ya con los mejores futbolistas a disposición (pero con poco tiempo de trabajo), se dio el estreno ante CHILE, una de las escuadras que Bielsa supo dirigir con gran suceso. URUGUAY se impuso de forma contundente, con una oncena de bajo promedio etario y sin la presencia de los emblemas ofensivos de la última década (Luis Suárez y Edinson Cavani). El elenco local dio la primera muestra de captación de la idea impulsada por el nuevo director técnico. Ese viernes 8 de setiembre La Celeste formó con Sergio Rochet, Nahitan Nández, Sebastián Cáceres, Matías Viña y Joaquín Piqueréz; Manuel Ugarte, Federico Valverde y Nicolás De La Cruz; Facundo Pellistri, Maximiliano Araújo y Darwin Núñez. Ganó por 3 tantos contra 1, aunque pudo hacerlo por más. Unos días después y con una sola variante (Agustín Canobbio por Facundo Pellistri), los orientales no lograron repetir el funcionamiento y cayeron a manos de ECUADOR. Un rival más duro, el detalle de jugar a 2.850 metros de altura y algunos yerros defensivos propiciaron la derrota.

El siguiente encuentro fue en Barranquilla, el cual terminó siendo un cotejo abierto, con grandes idas y vueltas en el trámite. Ambos erraron goles, nosotros pudimos ganar, así como también pudimos recibir varios tantos y perder por una buena diferencia; sin embargo, se terminó consiguiendo un empate agónico con un gol de penal convertido por Darwin Núñez. Ese tanto fue clave para que el artiguense ganara en confianza y se afianzara en los duelos siguientes. URUGUAY comenzaba a repetir una postura donde la presión en todo el campo y la ambición ofensiva se transformaron en una constante, sin importar la condición de local o visitante, ni el rival. El primer gran «espaldarazo» para la gestión de Bielsa fue la victoria conseguida sobre BRASIL por la cuarta fecha. La Canarinha llegaba con dudas tras empatar en casa frente a VENEZUELA, pero también sabía que llevaba más de dos décadas sin perder en Montevideo. El elenco de Bielsa tuvo paciencia y más allá de ceder la posesión del balón durante varios tramos del juego, jamás renunció a su «plan mayor». No tuvo brillo pero fue eficaz, logrando pegar dos golpes en momentos precisos por parte de Darwin Núñez y Nicolás De La Cruz. Nuestra escuadra salvaba con nota una doble fecha a priori bastante compleja y le quitaba un largo invicto a los brasileños en este certamen.

No conforme con eso, un mes más tarde el conjunto compatriota dio cátedra en La Bombonera. Este juego, indudablemente, será recordado como un punto de inflexión para consolidar el nuevo ciclo de la selección. URUGUAY acabó a domicilio con una gran seguidilla de partidos sin perder que ostentaba el actual Campeón del Mundo, con Lionel Messi en cancha y sin poder hacer nada para evitarlo. Los Charrúas dominaron en todos los aspectos a la selección argentina, desarrollando un fútbol moderno y práctico, redondeando el mejor partido que pueda recordarse en mucho tiempo, sobre todo por el contexto en el cual se dio este enorme triunfo. El cierre del año 2023 tuvo otra cosecha de tres puntos (mucho más predecible) al recibir a BOLIVIA en el Estadio Centenario.

Con las victorias clásicas, totalmente justificadas por juego y actitud, esta renovada Selección Uruguaya «golpeó la mesa» del concierto sudamericano, dejando entrever que está naciendo un equipo que será de cuidado para cualquier oponente.

¿La conjunción perfecta?

La «garra charrúa» del futbolista uruguayo, potenciada con una mentalidad ganadora que es impulsada por un entrenador totalmente convencido de su sistema de juego, más un desenvolvimiento físico prácticamente llevado al extremo, puede generar un equipo realmente duro de vencer. A nuestro entender, todo indicaría que el entrenador argentino y este plantel de futbolistas uruguayos han conectado de muy buena forma, logrando en poco tiempo una simbiosis que ilusiona. Jugadores jóvenes, bien dotados técnicamente (algunos indiscutidos en sus clubes) y con una importante capacidad física, parecen haber entendido la propuesta del «Loco», que se basa en una presión asfixiante en todas las líneas, sumado a transiciones rápidas y a un apetito voraz por llegar al arco rival y convertir. Otro elemento fundamental de la metodología de Marcelo Bielsa es el factor mental. URUGUAY estuvo por muchos años acostumbrado a una doctrina donde primero se pensaba en neutralizar al rival para después tratar de hacer daño. Es cierto, se contaba con otro tipo de jugadores, porque si bien tuvimos algunos «Clase A», el resto no brillaba en las grandes ligas europeas y difícilmente hubieran podido adaptarse al estilo que se intenta implantar en estos momentos. En cambio el plantel actual, tanto en lo que refiere a sus características unidas en un colectivo como al destaque individual que profesan a nivel de clubes, es mucho más rico y homogéneo; por lo tanto, le brinda al entrenador más herramientas en términos de capital humano a fin de poner en práctica su idea y que los seleccionados absorban con rapidez la prédica del rosarino, lo que podríamos llamar el «gen del Bielsismo».

Allí radica el cambio de paradigma más grande. Ahora los demás tendrán que preocuparse por URUGUAY. La Celeste saldrá a imponer condiciones y llevar a cabo su plan de juego, que está totalmente definido, en cualquier cancha. Por supuesto, los rivales juegan y propondrán una estrategia para contrarrestar los atributos orientales. Sin embargo, como se vio en el cotejo ante BRASIL, en el transcurso de la brega se puede ejecutar un «Plan B» de carácter transitorio, esperando el momento justo para dar el zarpazo sin renunciar al ideal fundamental que pregona el técnico.

También es importante señalar que el cambio que todos percibimos en cancha se logró en muy poco tiempo. El entrenador ha tenido contados entrenamientos con el núcleo seleccionado, no obstante, se debe destacar el trabajo silencioso que se realiza a pesar de la distancia geográfica. La tecnología ha cobrado cada vez más preponderancia en nuestras vidas y el fútbol no es ajeno a ello. Es por eso que el grupo de trabajo liderado por Bielsa ha sido fundamental a la hora de generar y compartir material audiovisual con los futbolistas, tener charlas y dar acceso a insumos que ayuden a mejorar el desempeño personal y grupal, además de contribuir a una mejor captación de la filosofía a la cual adhiere el entrenador, que es considerado un «fundamentalista» en ese sentido.

Hablando de la elección de los jugadores, tenemos que mencionar la inesperada aparición de Maximiliano Araújo, quien ha sido el gran descubrimiento del técnico, transformándose en una pieza clave para el funcionamiento del equipo. Sebastián Cáceres tampoco contaba con muchos adeptos, pero lo cierto es que el zaguero del Club América ha rendido de muy buena forma. La confianza depositada en Manuel Ugarte y Darwin Núñez, quienes ocupan puestos neurálgicos, ha sido recompensada con grandes rendimientos por parte de los dos. He aquí otro elemento muy importante a la hora de decidirse por la contratación de Bielsa: es un profesional probado que potencia a los futbolistas (sobre todo a los más jóvenes) y deja su huella indeleble, según el testimonio de varios de sus pupilos.

El año 2024 presentará el desafío de una nueva Copa América y luego se retomarán las Eliminatorias Sudamericanas. Para el certamen continental que se disputará en los ESTADOS UNIDOS, habrá mucho más tiempo de trabajo como para seguir corrigiendo, profundizando en la idea y creciendo como equipo. Sin dudas hay que tener calma y seguir confiando en el trabajo que se viene desarrollando, pero sinceramente es difícil no pensar en grandes alegrías tras lo visto en estos últimos meses. Por lo tanto, avizoramos un futuro venturoso y de color celeste.

Breve resumen de URUGUAY en las Eliminatorias

La Celeste vuelve al ruedo de la competencia oficial el próximo viernes 8 de setiembre, cuando se enfrente a su par chileno por la primera fecha de las Eliminatorias CONMEBOL, camino al Mundial 2026. Este clasificatorio presenta la ventaja de que ahora seis de las diez selecciones sudamericanas podrán clasificar de manera directa; mientras que el equipo que finalice en la séptima ubicación tendrá la opción de “una bala más” en el repechaje intercontinental.

El fixture

El camino del elenco que dirige Marcelo Bielsa está planteado de la siguiente manera:

Los números y su balance

URUGUAY se apresta a disputar su Eliminatoria número 18. La primera fue camino al Mundial SUECIA 1958, donde Los Charrúas sufrieron un duro revés al quedar eliminados por PARAGUAY, en un grupo también integrado por los colombianos.
Luego vinieron cuatro clasificaciones consecutivas para las Copas del Mundo CHILE 1962, INGLATERRA 1966, MÉXICO 1970 y ALEMANIA 1974. Cuando nuestros vecinos del Río de la Plata organizaron el certamen en 1978, lamentablemente sucumbimos estrepitosamente en una llave que aparentaba muy sencilla (con BOLIVIA y VENEZUELA como rivales). Para ESPAÑA 1982 tampoco logramos el boleto mundialista, siendo PERÚ el gran verdugo que nos ganó por 2 a 1 en el Estadio Centenario.

Con muchas dificultades, URUGUAY volvió a estar presente en los Mundiales de 1986 y 1990, pero nuevamente no se cumplió el objetivo rumbo a ESTADOS UNIDOS 1994, ya que brasileños y bolivianos se quedaron con los pasajes a dicha Copa. Para el Mundial FRANCIA 1998 se amplió el cupo de selecciones mundialistas, pasando de 24 a 32 participantes. Asimismo, cambió el régimen de las Eliminatorias y se pasó a jugar a dos ruedas, todos contra todos. BRASIL no fue parte de ese proceso, pues clasificó automáticamente por ser el vigente Campeón del Mundo. La Celeste terminó en una vergonzosa séptima ubicación, quedando a cuatro puntos de CHILE, el cuarto ubicado que clasificó junto a ARGENTINA, PARAGUAY y COLOMBIA.

Por cuatro Eliminatorias consecutivas nuestra selección terminó quinta, debiendo jugar sendos repechajes intercontinentales. El objetivo se cumplió en 2002, 2010 y 2014; perdiendo únicamente con AUSTRALIA y por penales en el trayecto con destino a ALEMANIA 2006. En la Eliminatoria para RUSIA 2018 se logró la clasificación directa por primera vez, consiguiendo el segundo puesto, debido a una gran cosecha de puntos como locales. Y para QATAR 2022 se repitió este hecho, cumpliendo con la meta con una fecha de anticipación, no sin antes sufrir bastante y descartar al entrenador Oscar Washington Tabárez a cuatro jornadas del cierre.

En suma, URUGUAY acumula 11 clasificaciones de 17 posibles, con 172 partidos jugados, de los cuales ganó 77, empató 46 y perdió 49. Los orientales han tenido una efectividad del 53,68%, sumando 277 de 516 puntos posibles (considerando 3 unidades por victoria como criterio homogéneo). Marcó 240 goles y recibió 186.

Los máximos artilleros

El salteño Luis Suárez no solo es el mayor goleador celeste, sino que también comanda la tabla histórica en todo el continente con 29 dianas. Su coterráneo Edinson Cavani le sigue con 18 tantos mientras que Diego Forlán completa el podio con 15 conquistas.

Invictos en los estrenos

Nuestra selección jamás ha perdido en un encuentro debut por Eliminatorias. Sobre 17 juegos consiguió 13 victorias y cuatro empates, con un rendimiento excelente en Montevideo (8 triunfos en igual cantidad de partidos). Los celestes han convertido en total 39 goles y recibieron tan solo 9.

¿Quiénes serán los sucesores de Luis Suárez y Edinson Cavani?

La Copa del Mundo QATAR 2022 nos dejó a los uruguayos unos cuantos sinsabores. Además de la prematura eliminación en la fase de grupos, hay que agregarle el hecho de que La Celeste probablemente le haya dicho “adiós” a varios jugadores icónicos dentro de la selección nacional. Los últimos representantes de la “generación de SUDÁFRICA” que integraron el plantel charrúa en el último Mundial fueron Fernando Muslera, Diego Godín, Martín Cáceres, Edinson Cavani y Luis Suárez.

“El Nene” debutó por Eliminatorias en Quito, cuando el 10 de octubre de 2009 el equipo dirigido por Oscar Tabárez derrotó a ECUADOR por 2-1. De allí en más, el jugador nacido en Buenos Aires se adueñó de la valla oriental y acumuló 133 presencias. Diego Godín ha sido un bastión en la zaga de URUGUAY, heredando el brazalete de capitán que ostentaba Diego Lugano. “El Faraón” tiene el récord de presencias con la casaquilla color cielo, la cual vistió en 161 oportunidades. Además, marcó 8 goles, cinco de ellos en partidos oficiales. El más recordado tuvo lugar en la Copa Mundial BRASIL 2014, para la victoria por 1-0 sobre los italianos. Otro tanto destacado fue el convertido ante BOLIVIA, por las Eliminatorias camino a RUSIA 2018. Ese día La Celeste se impuso por 2-0, siendo el único triunfo oficial en la altura de La Paz.
“El Pelado” Cáceres se destacó por su versatilidad para ocupar los cuatro puestos de la línea final y sumó 116 encuentros con el combinado nacional. Un hito recordado del defensa surgido en Defensor Sporting fue la conversión del penal decisivo para que URUGUAY eliminara a la selección argentina de su propia Copa América, en el año 2011.

Sin embargo, los grandes emblemas de esta última década han sido los delanteros por excelencia que ha tenido el elenco oriental. Luis Suárez y Edinson Cavani realmente han marcado una época, siendo una dupla temible para cualquier rival. “El Pistolero” es el máximo goleador de la selección uruguaya con 68 goles en 137 partidos disputados. Mientras que “El Matador”, con tan solo un juego menos que su compañero, logró marcar en 58 ocasiones. Entre ambos, acumulan 70 goles en las competencias más importantes como lo son la Copa del Mundo, la Copa América y las Eliminatorias de CONMEBOL. Suárez marcó 7 goles en Mundiales y 7 en el máximo torneo continental, no obstante, su producción en las clasificatorias ha sido notable, al punto tal de convertirse en el máximo goleador de la historia del certamen con 29 conquistas, una más que las conseguidas, por ejemplo, por Lionel Messi. Por su parte, las marcas de Cavani son de 18 goles por Eliminatorias, 5 en Copas del Mundo y 4 en Copas América.

Lo cierto es que hay muchos datos más para compartir sobre estos dos fenómenos que Salto vio nacer, pero no es el propósito de este artículo. El mismo pretende justamente hablar sobre el futuro del ataque celeste y lo que vendrá, ya que no se vislumbran con nitidez a los posibles reemplazantes de estos baluartes de la ofensiva, y esto podría representar un problema para URUGUAY.
Durante estos años del “reinado de los salteños” no hubo jugadores que pudieran discutirle la titularidad. En los últimos tres lustros tuvieron la posibilidad de alternar distintos delanteros como Sebastián Abreu, Carlos Bueno, Sebastián Fernández, Cristhian Stuani, Abel Hernández, Jonathan Rodríguez, Diego Rolan, Maximiliano Gómez, Darwin Núñez y Agustín Álvarez Martínez.
Por supuesto, un caso aparte es el de Diego Forlán, que fue otra estrella ofensiva e indiscutida en el seleccionado oriental, coronándose Campeón de América en 2011 y recibiendo el Balón de Oro como el Mejor Jugador de la Copa Mundial SUDÁFRICA 2010.

En definitiva, la propuesta es repasar una lista de posibles futbolistas que puedan cubrir el puesto de centro-delantero o “punta” neto, como se denomina en la actualidad, para sustituir a la dupla Cavani-Suárez.

Darwin Núñez (23 años – Liverpool FC)

Es, a priori, el delantero con mejor inserción en el ámbito internacional y firme aspirante a ser titular con La Celeste. Luego de tener exitosos pasajes por el club Almería y por un equipo grande de PORTUGAL como el Benfica, el artiguense recaló en la Premier League para defender los colores del Liverpool. Si bien es cierto que tal vez se esperaba mucho más de él y la adaptación al medio no ha sido rutilante, sus números no son para nada malos. En 23 juegos por la liga inglesa ha señalado 8 goles, a los que debemos sumar otros cuatro por la UEFA Champions League, uno por la FA Cup y otro por la Community Shield.
El 15 de octubre de 2019 y luego de una buena participación en el Mundial Sub 20 de POLONIA donde marcó dos goles, Núñez hizo su debut en la selección absoluta, marcando el gol del empate en un amistoso celebrado en Lima enfrentando a PERÚ.
Luego tuvo participación en las Eliminatorias y en el Mundial de QATAR, donde no pudo cumplir con las expectativas, como la mayoría del equipo. En total, el delantero lleva 16 partidos con URUGUAY y 3 goles. Obviamente, los aficionados orientales esperamos que lleguen muchos más en el futuro inmediato.

Maximiliano Gómez (26 años – Trabzonspor)

Es uno de los delanteros netos que en los últimos años ha emergido con fuerza, aunque no ha logrado explotar en la selección. Su mejor momento fue en el Celta de Vigo, donde marcó 31 goles en 75 partidos en un lapso de dos temporadas. Luego permaneció por tres años en el Valencia, pero sin el mismo éxito, acumulando 22 tantos. Hace seis meses fue adquirido por el Trabzonspor de TURQUÍA, donde se desempeñan el español Marc Bartra, el eslovaco Marek Hamsik (cuñado y ex compañero de Walter Gargano en el Nápoli) y el egipcio Trézéguet.
Un punto a favor es que, a pesar de haber jugado sólo 921 minutos, cuenta con vasta experiencia en URUGUAY, ya que el sanducero integró los planteles de los dos últimos Mundiales y Copas América. Los minutos señalados los acumuló en 31 partidos, donde logró marcar tres goles; siendo uno solo por partidos oficiales: fue el tanto del triunfo contra CHILE (2-1) en el comienzo del proceso de clasificación para el último Mundial.

Jonathan Rodríguez (29 años – Club América)

El floridense debutó con la selección mayor el 10 de octubre de 2014, en partido amistoso desarrollado en Jeddah, ante ARABIA SAUDITA (1-1). Integró los planteles de URUGUAY en las Copas América 2015, 2019 y 2021, además de participar en las dos últimas Eliminatorias. Sin embargo, no quedó en la lista definitiva para ninguna Copa del Mundo. Es uno de los jugadores que, al parecer, ha dejado pasar el tren con La Celeste, ya que no supo aprovechar sus oportunidades. Veremos si en este nuevo proceso que comienza será tenido en cuenta.
Se ha desempeñado mayoritariamente en MÉXICO, con pasajes por el Cruz Azul, Santos Laguna y actualmente se encuentra en filas del América. A lo largo de su carrera por los diferentes clubes que defendió ha sumado 126 goles en 330 partidos.

Martín Satriano (22 años – FC Empoli)

Este ariete surgido en las canteras del Club Nacional de Football integró la nómina de 55 reservados de cara a lo que fue la última Copa del Mundo. Sólo tomó minutos en uno de los amistosos de preparación ante CANADÁ, jugando media hora de ese encuentro. Satriano pertenece al Internazionale de Milán y actualmente se encuentra a préstamo en el Empoli. También tuvo un pasaje en el Brest de la liga francesa y su mejor versión se vio en el Inter Primavera, filial juvenil del elenco milanés donde anotó 16 goles en 37 partidos. A mitad de año debería volver al equipo dueño de su ficha, que cuenta con delanteros de fuste como Romelu Lukaku, Lautaro Martínez, Joaquín Correa y Edin Dzeko.

Agustín Álvarez Martínez (21 años – Sassuolo)

El “Canario” tuvo un espectacular desempeño en el año 2021, logrando el título de Campeón Uruguayo con Peñarol y consagrándose como goleador de la Copa Sudamericana. Ese rendimiento lo llevó a la selección mayor, en un momento donde Suárez y Cavani no estaban disponibles. El 5 de setiembre de ese año debutó por las Eliminatorias ante BOLIVIA en el Campeón del Siglo, estadio que conocía a la perfección. El 9 marcó uno de los cuatro tantos de la victoria celeste frente a la selección del Altiplano. Después participó de tres encuentros más por ese certamen y perdió pie en la pelea por meterse en la nómina definitiva para la Copa Mundial.
En julio de 2022 fue negociado al conjunto italiano del Sassuolo, que pagó 12 millones de euros por sus servicios, ofreciéndole al jugador nacido en San Bautista un contrato de cinco años. En el elenco verdinegro ha tenido poca continuidad, sumando 299 minutos y convirtiendo un solo gol.

Nicolás López (29 años – Tigres UANL)

Hace unos años atrás cierta parte de la afición le reclamaba al “Maestro” Tabárez que convocara al “Diente” López, futbolista que fue subcampeón mundial a nivel Sub 20 en el año 2013 y recibió el Balón de Plata en aquel torneo celebrado en TURQUÍA. Sin embargo, este delantero aún no ha tenido su chance con la camiseta de la selección mayor. Fue citado por Diego Alonso para las últimas fechas de la Eliminatoria camino a QATAR e integró la pre-selección, quedando finalmente al margen del plantel mundialista. Su pico más alto de rendimiento lo tuvo en su club actual, Tigres de MÉXICO, donde tiene un registro de 25 goles en 86 partidos. A su vez, pasó por el fútbol italiano y por el Internacional de Porto Alegre donde llegó a jugar 114 partidos, logrando señalar 24 dianas. En la presente temporada ha tenido pocos minutos, ya que el francés André Pierre Gignac viene actuando como centro-delantero. Recientemente se dio un cambio de entrenador en el conjunto de Nuevo León, arribando el uruguayo Robert Siboldi como director técnico. Ya veremos si en los planes del nuevo estratega entra Nico López, para que cobre mayor protagonismo y recupere posibilidades pensando en La Celeste.

Matías Arezo (20 años – Peñarol)

El club Granada adquirió en enero de 2022 a este futbolista de origen darsenero, pero tampoco fue tenido en cuenta por el equipo español. Apenas sumó 409 minutos y pudo anotar un gol con la escuadra rojiblanca. En este semestre retornó al URUGUAY, llegando a préstamo para defender a Peñarol. Con los aurinegros ya lleva 11 goles (tres de ellos por Copa Sudamericana), demostrando que su calidad goleadora sigue intacta. Este resurgir puede relanzar su carrera en Europa, dado que su contrato con el Granada es hasta junio de 2026. Su desempeño actual ya está dando sus frutos pensando en integrar la selección, pues Marcelo Broli lo llevó a la reciente mini gira por el continente asiático a fin de participar de los últimos amistosos de La Celeste, donde sumó 30 minutos en el triunfo ante COREA DEL SUR.

Álvaro Rodríguez (18 años – Real Madrid)

El hijo de Daniel “Coquito” Rodríguez, nacido en Palamós (ESPAÑA), se vistió de celeste en el último Campeonato Sudamericano Sub 20, donde marcó 5 goles que contribuyeron a la clasificación al Mundial y al subcampeonato obtenido por el equipo dirigido por Marcelo Broli.
Se ha desempeñado básicamente en el Real Madrid Castilla, filial del conjunto merengue. No obstante, Carlo Ancelotti ya le ha dado minutos en el equipo principal, tanto en La Liga como en la Copa del Rey. Y “El Toro” respondió en las redes el pasado 25 de febrero, nada más y nada menos que en el derbi de Madrid. El espigado ariete de 1,93 metros de altura puso el agónico tanto del empate frente al Atlético, que estuvo a punto de imponerse en el Santiago Bernabeu. He aquí una de las grandes esperanzas orientales de cara al futuro.

Luciano Rodríguez (19 años – Liverpool)

Se trata de un futbolista que impactó en el Campeonato Sudamericano Sub 20 por su pegada y movilidad, adaptándose a jugar por todo el frente de ataque. Los negriazules de Liverpool negociaron con el club Progreso por un precio bajo, considerando el potencial de este jugador (abonaron USD 500.000). La transacción se hizo previo al inicio del torneo continental, donde indudablemente Rodríguez se cotizó al alza. Y todavía queda observar su desempeño en la Copa Mundial, que finalmente se disputará en ARGENTINA. Al igual que “El Toro” Rodríguez, anotó cinco goles en el certamen juvenil. Aquí hay «buena madera para seguir tallando» y en definitiva soñar con tener un delantero de élite.

Felipe Avenatti (29 años – KV Kortrijk)

Un delantero potente, de 1,97 metros de altura, que supo ser subcampeón mundial a nivel Sub 20 hace una década. Marcó el gol del triunfo ante ESPAÑA en Cuartos de Final de aquel certamen celebrado en suelo turco. Hasta el momento no ha tenido chances en la selección absoluta, a pesar de llegar a la cifra de casi 300 partidos en Europa. Su estadía más larga fue en el Ternana Calcio de ITALIA, jugando 141 encuentros y marcando 33 goles. También tuvo un pasaje por el Bolonia y gran parte de su carrera la ha desarrollado en BÉLGICA, en equipos como el Standard de Lieja, Royal Amberes, Union SG y Beerschot. Actualmente se desempeña en el KV Kortrijk.

Thiago Borbas (21 años – Red Bull Bragantino)

Luego de casi 100 partidos en el Club Atlético River Plate, Thiago Borbas pegó el salto al fútbol brasileño, incorporándose al Bragantino, elenco gestionado por la firma Red Bull y que ya ha contratado a otros futbolistas uruguayos como Emiliano Martínez e Ignacio Laquintana. Es un delantero que tiene mucho por crecer y que habrá que observar en el Brasileirao, torneo que recién comenzó. De todas formas, Borbas ya ha anotado dos goles en el Campeonato Paulista y también tuvo minutos en la Copa Sudamericana, a la cual esta escuadra llegó a la final en el año 2021.

Miguel Merentiel (27 años – Boca Juniors)

Este jugador nacido en Paysandú tuvo su momento más alto en el club Defensa y Justicia, con el cual ganó la Copa Sudamericana 2020 y la Recopa Sudamericana 2021. En el elenco auriverde marcó 27 goles en 79 juegos, para posteriormente ser vendido al Palmeiras, que lo cedió a Boca Juniors en la presente temporada. Asimismo, tuvo un pasaje por el fútbol español, defendiendo al Lorca FC y al Valencia Mestalla, filial del club principal. No ha sido considerado por los entrenadores que han estado a cargo de URUGUAY, pero si se afianza como centro-delantero xeneize la oportunidad podría llegar.

Tres años en la picota

Entre los años 2010 y 2013 diversas selecciones uruguayas tuvieron una actuación destacada, lo que llevó a la insignia celeste a volver a los primeros planos del balompié internacional, luego de varios años en el ostracismo. En la columna de hoy la propuesta es repasar aquellas performances que, si bien no se cristalizaron con títulos, sí fueron una «bocanada de aire fresco» para nuestro principal deporte.

La travesía por SUDÁFRICA

Este trienio exitoso comienza a mediados de 2010, pero antes de continuar cabe aclarar que, por su rica historia, sabemos muy bien que el éxito para URUGUAY significa la obtención de títulos y trofeos. No obstante, hay que poner las cosas en su debido contexto. Dados los fracasos de fines del siglo XX y de principios del siglo XXI, es que puede considerarse este período como algo productivo, sobre todo por las instancias a las que se llegó. Y, de cierto modo, nos acostumbramos a definir certámenes de categoría mundial prácticamente por cuatro años seguidos. Dicho esto, pasemos al prometido repaso…

URUGUAY llegó con muchas dudas a la Copa del Mundo 2010, tras clasificar por la vía del repechaje intercontinental al vencer a COSTA RICA por un global de 2-1. La llave mundialista no lucía sencilla: estaban FRANCIA (vigente subcampeón del mundo), SUDÁFRICA (elenco anfitrión) y MÉXICO, otro equipo muy competitivo. Luego del debut sin goles ante los galos, empezaron los rumores de que Oscar Washington Tabárez sería reemplazado al cierre del torneo. Nada de esto ocurrió pues las cosas cambiarían radicalmente. La Celeste, con doblete de Diego Forlán, goleó al conjunto sudafricano (3-0) y en el último cotejo del grupo superó con gol de Luis Suárez a La Tri mexicana, en encuentro celebrado en Rustemburgo. De esta forma, los orientales ganaban su serie de manera invicta y sin goles en contra. Como primeros de su zona debieron enfrentarse al segundo del Grupo B, que resultó ser el representativo de COREA DEL SUR.

Con bastante sufrimiento y con una «dopieta» del salteño Suárez, los uruguayos vencían a «Los Guerreros Taeguk» por dos tantos contra uno. En Cuartos de Final llegó el turno de medirse con GHANA, el último sobreviviente del continente africano. Indudablemente se trató de uno de los partidos más emocionantes de la historia de los Mundiales. Sulley Muntari abrió la cuenta sobre el filo del primer tiempo. Diego Forlán lo igualó de tiro libre a los 55 minutos. El tanteador no se movió más y se arribó al alargue. Cuando se extinguía el tiempo extra, el árbitro cobró una falta inexistente. De ese tiro libre nace una jugada increíble con sucesivos rebotes. La pelota iba a ingresar al arco charrúa pero Suárez evitó la conquista atajando el esférico con sus manos. Se sancionó penal y expulsión para el número 9, desatando el delirio de los ghaneses, que tenían una ocasión inmejorable para acceder a Semifinales. Asamoah Gyan, delantero que ya había convertido dos penas máximas en el transcurso del campeonato, se hace cargo de rematar la pena. Sin embargo, esta vez eleva su tiro. El balón se estrella en el caño y culmina la brega. El clasificado se dirime en los penales, donde Fernando Muslera se viste de héroe y Sebastián Abreu ejecuta su locura máxima, al definir «a lo Panenka» en el último tiro. URUGUAY volvía a estar entre los cuatro mejores del mundo luego de 40 años.
En la siguiente instancia, lamentablemente no se pudo sortear el escollo de HOLANDA y, ya con las fuerzas menguadas, perdimos la medalla de bronce ante los alemanes. Igualmente la misión estaba cumplida: La Celeste jugó con hidalguía la contienda mundialista y Diego Forlán se llevó el Balón de Oro como el Mejor Jugador del torneo.

Viento de cola y consagración continental

El cuarto puesto logrado en la Copa del Mundo instauró un ambiente de mucho optimismo y buena energía en torno a la selección mayor. El 8 de junio de 2011, y como parte de la preparación rumbo a la Copa América de ese año, URUGUAY empató con HOLANDA en el Estadio Centenario y la venció por penales, quedándose con la «Copa Confraternidad ANTEL». Sin saberlo, el elenco comandado por el «Maestro» Tabárez comenzaba una racha que alcanzaría la cifra de 18 encuentros sin conocer la derrota. En ese lapso, URUGUAY obtuvo su Copa América número 15. En su campaña triunfal eliminó por penales a los albicelestes en la ciudad de Santa Fe. Por supuesto, con Lionel Messi y otras figuras en el campo. Después dejó por el camino a PERÚ (2-0) y en la final aplastó a PARAGUAY con dos goles de Diego Forlán y otro (el primero del partido) de Luis Suárez. «El Pistolero» fue condecorado como el Mejor Jugador del evento y Sebastián Coates fue elegido como la revelación juvenil, sustituyendo al lesionado Diego Godín.

También hubieron otros resultados de destaque a lo largo de ese año carente de tropiezos, como la goleada 4 a 0 sobre CHILE por las Eliminatorias rumbo al Mundial 2014. En la noche del 11 de noviembre de 2011 un inspiradísimo Luis Suárez brilló y se llevó todos los aplausos con su póker de goles. A su vez, se rescataron unidades por primera vez en Asunción, un feudo siempre difícil en las clasificatorias. En cuanto a partidos amistosos, hay que señalar que se le ganó a ITALIA (1-0) en el Estadio Olímpico de Roma, además de empatar sin goles con los franceses en Le Havre. Todo este desempeño permitió que la selección escalara al segundo puesto del Ranking FIFA a mediados de 2012, quedando sólo por detrás de ESPAÑA.

Luego de algunos vaivenes, en junio de 2013 se recuperó el semblante en la Copa Confederaciones. Si bien URUGUAY culminó en la cuarta colocación, se hicieron interesantes partidos ante BRASIL e ITALIA, con un Edinson Cavani descollante. Ese impulso sirvió para terminar de buena manera la Eliminatoria y nuevamente clasificar al máximo torneo ecuménico mediante la repesca (5-0 global ante JORDANIA).

Gorriones celestes desfachatados

Las categorías menores fueron las que terminaron de darle forma a este buen momento de URUGUAY en competencias internacionales. El año 2011, además del título de América en tierras argentinas, trajo consigo otras alegrías para nuestro principal deporte. Entre enero y febrero PERÚ acogió el Campeonato Sudamericano Sub 20, donde el equipo dirigido por el Ingeniero Juan Verzeri culminaría segundo. Para una selección ganadora como la charrúa esto no es ningún logro, sin embargo, esa posición determinó que URUGUAY volviera a participar de la disciplina del Fútbol en los Juegos Olímpicos, luego de 84 años. El triunfo clave del Hexagonal Final fue contra ARGENTINA, escuadra a la que se derrotó por 1 a 0 con anotación de Matías Vecino. Al año siguiente la selección Sub 23, reforzada con Egidio Arévalo Ríos, Luis Suárez y Edinson Cavani, concurrió a los Juegos Olímpicos de Londres bajo las órdenes de Oscar W. Tabárez. Desafortunadamente, la representación nacional quedó eliminada en la fase de grupos al caer con SENEGAL (0-2) y GRAN BRETAÑA (0-1). De poco valió el triunfo logrado en el estreno ante los EMIRATOS ÁRABES UNIDOS por 2 a 1.

No obstante, y volviendo al 2011, a mediados de ese año la selección Sub 17 se llevó todas las miradas de nuestra afición futbolera. Tras lograr el vice campeonato en ECUADOR con Juan Cruz Mascia como máximo goleador, el elenco entrenado por Fabián Coito viajó a MÉXICO para la disputa de la Copa del Mundo. Por la fase de grupos, los uruguayos vencieron a CANADÁ y RUANDA (3-0 y 1-0), cayendo en el último match ante INGLATERRA (0-2). En los Octavos de Final el rival fue el CONGO, a quien se lo derrotó con goles de Maximiliano Moreira y Gastón Silva (2-1). Posteriormente la víctima fue UZBEKISTÁN, que sucumbió por 2 a 0. La Semifinal se jugó en Guadalajara, donde esperaba nada más y nada menos que BRASIL. Los chicos celestes jugaron un partidazo y golearon por 3-0 a La Canarinha con tantos de Elbio Álvarez (de penal), Juan Manuel San Martín y Guillermo Méndez.
Por otra parte, MÉXICO, el equipo local, era el otro finalista. Los anfitriones también llegaban al partido decisivo con la moral muy alta, pues habían demostrado gran capacidad de resiliencia en el juego previo frente a los alemanes, que resultó durísimo. El Estadio Azteca, con casi 100.000 almas, esperaba por la consagración de sus jóvenes. Los visitantes tuvieron sus buenas chances en los pies de Elbio Álvarez, que estrelló un remate en el palo, pero los mexicanos fueron más efectivos y ganaron con tantos del capitán Antonio Briseño y otro de Giovani Casillas, ya sobre el término del match.

En aquel equipo uruguayo se destacaron el arquero Mathías Cubero (premiado con el Guante de Oro como mejor portero), Emiliano Velázquez, Gastón Silva, Leonardo Pais, Elbio Álvarez, Guillermo Méndez, Jim Morrison Varela, Rodrigo Aguirre y Juan Manuel San Martín, entre otros. Gran parte de esta generación volvería a instalarse en una final mundialista, dos años más tarde.

Epopeya en TURQUÍA

En el año 2013 la selección Sub 20 consiguió el tercer puesto en el torneo sudamericano que se desarrolló en ARGENTINA, clasificando de esta manera a la Copa Mundial que organizó la federación turca. La Celeste integró el Grupo F, perdiendo en el debut con CROACIA, que ganó con tanto de Ante Rebic. Esta categoría, como sucediera en el año 2011, seguía bajo la conducción de Juan Verzeri y logró recuperarse con sendas victorias ante NUEVA ZELANDA y UZBEKISTÁN (2-0 y 4-0 respectivamente). En Octavos de Final apareció NIGERIA en el camino. Los africanos ofrecieron gran resistencia, sin embargo, URUGUAY se impuso con dos tantos de Nicolás «El Diente» López (el segundo de ellos «picando» un tiro penal).

ESPAÑA era uno de los elencos más completos del referido certamen y fue el contrincante en la siguiente de fase. El juego se definió a favor de los sudamericanos con un cabezazo de Felipe Avenatti a los 103 minutos de la prórroga. Ya instalados en Semifinales, fue el turno de medirse con IRAK, equipo que venía de disputar dos alargues ante PARAGUAY y COREA DEL SUR. Nuevamente el cotejo no se pudo dirimir en los 90 minutos. Alí Adnan Kadhim abrió la cuenta a los 34′, empatando el score Gonzalo Bueno a los 87′. Hubo que recurrir a la serie de penales, donde los gorriones ganaron por 7 a 6.
Del otro lado del trayecto apareció FRANCIA, que tenía jugadores como el golero Alphonse Areola, Mouhamadou Sarr, Paul Pogba, Geoffrey Kondogbia, Jordan Veretout, Yaya Sanogo y Florian Thauvin. El partido fue bastante trabado y cerrado. Nicolás López y Felipe Avenatti dispusieron de algunas ocasiones que fueron bien conjuradas por el guardametas francés, en tanto Guillermo De Amores también tuvo intervenciones destacadas.
El título se definió desde los once metros y «Les Bleus» estuvieron perfectos, anotando cuatro tiros. Por URUGUAY solo pudo convertir Lucas Olaza, por lo tanto, FRANCIA se quedó con la gloria. Los juveniles charrúas debieron conformarse con la medalla de plata y dos futbolistas recibieron distinciones individuales: Guillermo De Amores obtuvo el Guante de Oro y Nicolás López el Balón de Plata. Otros jugadores que sobresalieron en dicho Mundial fueron Gastón Silva, José María Giménez, Sebastián Cristóforo, Diego Laxalt, Guillermo Varela, Giorgian De Arrascaeta y Diego Rolan.

Resumiendo

En suma, URUGUAY volvió a estar en las primeras planas internacionales primero con el cuarto puesto logrado en SUDÁFRICA 2010, el cual dio impulso a la selección mayor para conseguir un nuevo título de América un año más tarde, alzando la Copa en el Monumental de Núñez. Por su parte, los juveniles acariciaron dos títulos mundiales en los años 2011 y 2013, cuando la Sub 17 y la Sub 20 se instalaron respectivamente en las finales de los Campeonatos Mundiales que jugaron. En aquel momento nos ilusionamos con volver a dar vueltas olímpicas y reinar en el planeta, aunque sea en el ámbito juvenil. Pero lamentablemente el sueño no se pudo cristalizar.

Como cierre de esta nota dejamos un último repaso el cual refiere a las alineaciones charrúas que disputaron las finales mencionadas y los premios recibidos en el período de referencia:

*Final de la Copa América – ARGENTINA 2011
*URUGUAY 3 – PARAGUAY 0
*Formación de URUGUAY: Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Sebastián Coates y Martín Cáceres (Diego Godín); Egidio Arévalo Ríos, Diego Pérez (Sebastián Eguren), Álvaro González y Álvaro Pereira (Edinson Cavani); Diego Forlán y Luis Suárez.
*Goles: Luis Suárez, Diego Forlán 2 (URU).

*Final de la Copa Mundial Sub 17 – MÉXICO 2011
*MÉXICO 2 – URUGUAY 0
*Formación de URUGUAY: Mathías Cubero; Alejandro Furia, Emiliano Velázquez, Gastón Silva y Maximiliano Moreira (Sebastián Canobra); Gianni Rodríguez, Jim Morrison Varela, Leonardo Pais; Elbio Álvarez, Guillermo Méndez (Santiago Charamoni) y Rodrigo Aguirre (Juan Manuel San Martín).
*Goles: Antonio Briseño y Giovani Casillas (MEX).

*Final de la Copa Mundial Sub 20 – TURQUÍA 2013
*FRANCIA 0 (4) – URUGUAY 0 (1)
*Formación de URUGUAY: Guillermo De Amores; Gianni Rodríguez (Lucas Olaza), Emiliano Velázquez, Gastón Silva y José María Giménez (Guillermo Varela); Federico Gino, Sebastián Cristóforo, Diego Laxalt (Giorgian De Arrascaeta) y Leonardo Pais; Nicolás López y Felipe Avenatti.

Distinciones individuales e hitos

*Copa del Mundo SUDÁFRICA 2010: Diego Forlán (Balón de Oro) y distinción al Mejor Gol del Torneo (el 2-1 sobre ALEMANIA marcado en el partido por el Tercer Puesto).
*Copa América ARGENTINA 2011: Luis Suárez (Mejor Jugador del Torneo), Sebastián Coates (Mejor Jugador Juvenil). Además, la selección uruguaya recibió el premio «Fair Play» al ser la que mejor practicó el juego limpio.
*Mejor posicionamiento en el Ranking FIFA: 2° puesto (2012).
*Copa del Mundo Sub 17 MÉXICO 2011: Mathías Cubero (Guante de Oro).
*Copa del Mundo Sub 20 TURQUÍA 2013: Guillermo De Amores (Guante de Oro), Nicolás López (Balón de Plata).

Un repaso por la historia de URUGUAY en los Campeonatos Sudamericanos Sub 20

No es ninguna novedad señalar que la pandemia desatada por el virus COVID-19 impactó prácticamente en todo el mundo y en diferentes órdenes de nuestra vida cotidiana. El deporte en su totalidad debió hacer una pausa y varios eventos fueron postergados a raíz de la irrupción del Coronavirus. Por ejemplo, los Juegos Olímpicos de Tokio, previstos para mediados de 2020, debieron aplazarse por un año. El fútbol, materia que nos convoca en este caso, no estuvo ajeno a la problemática sanitaria y también sufrió cambios en su agenda internacional. Algunos torneos como la Eurocopa y la Copa América debieron reprogramarse para el 2021. Y otros, como los campeonatos juveniles, lamentablemente fueron cancelados de forma definitiva. Quedó una generación «perdida» que desafortunadamente no tuvo competencia continental ni mundial hace dos años.
Ahora bien, superada esa fase crítica de la pandemia, la actividad se fue normalizando y el inicio del 2023 nos devuelve la chance de observar a los diferentes combinados juveniles de nuestro continente, quienes participarán de la trigésima edición del Campeonato Sudamericano Sub 20 que tendrá lugar en COLOMBIA del 19 de enero al 12 de febrero. A continuación repasaremos datos relacionados a la historia de este certamen, haciendo énfasis en las actuaciones orientales.

El dominio celeste

El primer Campeonato Sudamericano Juvenil se desarrolló en VENEZUELA en el año 1954, estableciéndose en ese momento la edad de 19 años como tope para los futbolistas intervinientes. Este requisito se mantuvo hasta el séptimo campeonato jugado en PERÚ, en el año 1975. A posteriori se fijaron los 20 años como el límite etario para que los diferentes jugadores pudieran ser convocados.
URUGUAY por aquel tiempo ya había logrado sus cuatro consagraciones mundiales a nivel de selecciones absolutas y, además, en su haber figuraban ocho títulos que lo encumbraron como el mejor de América. Siendo fiel a su rica historia, La Celeste también forjó una notoria supremacía en los inicios de este evento juvenil. No solo se quedó con el primer título en disputa, sino que además se erigió como tricampeón al obtener la copa en las siguientes ediciones realizadas en los años 1958 y 1964.

Como señaláramos anteriormente, el puntapié inicial del fútbol juvenil se dio en tierras venezolanas, más precisamente en Caracas. El estadio Olímpico de la Universidad Central de VENEZUELA hospedó los 19 cotejos del campeonato que se jugó entre el 22 de marzo y el 13 de abril de 1954. Participaron ocho de las diez selecciones de CONMEBOL (las ausentes fueron ARGENTINA y BOLIVIA) más PANAMÁ como escuadra invitada. Los Charrúas, dirigidos por Gerardo Spósito, fueron los encargados de inaugurar la competencia, igualando 1 a 1 ante el conjunto colombiano en el marco del Grupo A. El primer gol celeste fue obra de Enrique Laitano, futbolista del denominado Club Atlético Defensor.
Posteriormente URUGUAY hilvanó dos victorias las cuales determinaron que la representación nacional ganara su serie y avanzara a la ronda final. Primero goleó a ECUADOR (4-1) y luego superó a la selección chilena (2-0). Por su parte, BRASIL fue el ganador del Grupo B y VENEZUELA clasificó automáticamente a la fase decisiva por ser el anfitrión. El último cupo lo definieron los segundos de cada grupo, donde PERÚ venció a COLOMBIA por mínima diferencia.

Los celestes ganaron con claridad los dos primeros encuentros del cuadrangular final, derrotando a PERÚ (3-0) y al equipo anfitrión (3-1), llegando a la tercera jornada con un punto de ventaja sobre los brasileños, que no pudieron vencer a Los Incas (1-1). El match final se saldó con empate 1 a 1 y de esa manera URUGUAY se consagraba como Campeón invicto. Manuel Pedersen, hombre de Rampla Juniors, fue el máximo artillero oriental con 4 dianas; mientras que los futbolistas que tuvieron más minutos en cancha fueron el arquero Roberto Sosa, Eustaquio Claro, Ramón Cruz, Walter Devoine, Víctor Guaglianone, Walter Marichal y Héctor Ramos.

CHILE recibió la siguiente edición cuatro años más tarde, donde sólo participaron seis selecciones, a saber: ARGENTINA, BRASIL, CHILE, PERÚ, URUGUAY y VENEZUELA. La forma de disputa elegida fue la «liguilla», jugando todos contra todos y definiendo por puntos al vencedor. También se optó por un estadio único para el desarrollo del evento, siendo el Nacional de Santiago el recinto designado.
Los jóvenes orientales se quedaron con la corona al sumar 7 puntos, uno más que los logrados por argentinos, brasileños y peruanos. El equipo uruguayo le ganó a PERÚ (4-2) y a CHILE (3-1), y curiosamente empató 2 a 2 con los tres rivales restantes. Los goleadores de la selección que se consagró nuevamente de manera invicta fueron Héctor Salvá (Canillitas), Carlos Fernández Carranza y Mario Mederos (ambos de Peñarol) con tres conquistas cada uno.
Mientras que en 1964 se revalidó el título en COLOMBIA, a pesar de que en este certamen se perdió el invicto frente a PERÚ (1-2). De nuevo se llevó adelante el régimen de liguilla, esta vez con 7 selecciones sudamericanas, destacándose la ausencia de BRASIL. Asimismo, la Federación Colombiana definió cuatro sedes para albergar los 21 partidos, siendo Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla las ciudades nominadas.
URUGUAY logró el título en la última fecha, derrotando al elenco local con gol de Enrique Alfano.

Protagonismo sin títulos

En las siguientes tres ediciones La Celeste no pudo quedarse con el primer puesto, pero no cedió protagonismo. En 1967 el torneo se trasladó a PARAGUAY y tuvo una definición insólita, ya que la final la disputaron argentinos y guaraníes. El encuentro finalizó con igualdad en dos goles y ARGENTINA se quedó con el título mediante un sorteo. Nuestra selección sucumbió en la fase inicial, donde le ganó a ECUADOR (1-0), empató con PERÚ (2-2) y cayó frente a brasileños y chilenos (1-3 y 1-2 respectivamente).
Para el año 1971 los guaraníes volvieron a ser locales y URUGUAY llegó a la final, donde se midió con La Albirroja. El cotejo culminó 1 a 1 y PARAGUAY alzó la copa por tener mejor diferencia de goles en las Semifinales (ellos habían derrotado a PERÚ por 3-1, mientras que los uruguayos superaron por 2-1 a la selección argentina).
El siguiente torneo se llevó a cabo en CHILE, en el año 1974. Nuevamente los charrúas llegaron al último encuentro, sin embargo, cayeron en la final ante La Canarinha por 2 a 1.

Tetracampeones

Entre 1975 y 1981 la selección uruguaya vivió una época dorada, encadenando cuatro títulos sudamericanos. En primer lugar se quedó con el trofeo que estuvo en disputa en Lima, en el año 1975, donde participaron seis escuadras. Culminada la liguilla, chilenos y uruguayos quedaron empatados en 8 puntos, de modo que se jugó un encuentro de desempate, que al cabo del tiempo reglamentario terminó igualado a un gol. Por la vía de los penales URUGUAY consiguió su cuarto título juvenil al ganar en la referida definición por 3 tantos contra 1. El delantero celeste Hebert Revetria fue el goleador de este certamen, logro que también había cristalizado un año antes en suelo chileno.
VENEZUELA volvió a recibir el torneo en 1977 y nuevamente fue el conjunto oriental el que se llevó la gloria. Los dirigidos por Raúl Bentancor tuvieron una muy buena actuación, consagrándose sin conocer la derrota. Acumularon cuatro victorias y tres empates, con un saldo de 11 goles a favor y solo 2 en contra. A partir de aquel año el torneo sudamericano sirvió como proceso de clasificación para el Mundial de la categoría, que se celebró por primera vez en TÚNEZ. Los cupos como representantes de CONMEBOL se los llevaron URUGUAY, BRASIL y PARAGUAY. Aquel plantel estaba integrado, entre otros, por Fernando Alvez, Hugo De León, Víctor Diogo, Ariel Krasouski, Mario Saralegui, Amaro Nadal, Venancio Ramos y Ruben Paz.

Luego en 1979 nuestro país organizó por primera vez este certamen juvenil y, como no podía ser de otra manera, obtuvo el máximo galardón. Se repitió el hecho de terminar invicto (en esta ocasión con 5 triunfos y un empate) y con el aditivo de haberle ganado tanto a BRASIL como a la representación de ARGENTINA. Los orientales anotaron 12 goles y recibieron uno solo por parte de PARAGUAY en el último encuentro. Repitieron el título Alvez y Paz, a los que se sumaron Miguel Bossio, Jorge Barrios, Daniel Reveléz, Arsenio Luzardo, Ernesto Vargas y Ricardo Viera entre otros.
El tetracampeonato se obtuvo en ECUADOR, donde La Celeste mostró un rendimiento notable en la fase final, derrotando a BRASIL y BOLIVIA (ambos 2-1) y vapuleando a los argentinos por 5-1 con goles de Jorge Da Silva (2), Enzo Francéscoli, Adolfo Barán y Jorge Villazán. Otros integrantes de ese plantel eran Javier Zeoli, Nelson Gutiérrez, José Batista, Santiago Ostolaza, Pedro Pedrucci y Alexis Noble.

Una larga espera

El siguiente título continental de los charrúas se hizo desear y recién llegaría en el año 2017. En todo este período (1983 a la fecha) la selección uruguaya no pudo mantener ese liderazgo que se puso de manifiesto al ganar siete de las primeras diez ediciones del Campeonato Sudamericano Sub 20. En el concierto sudamericano URUGUAY continuó dando batalla, pues generalmente ha sido considerado un firme aspirante al título, aunque después en la cancha no pudiera cosechar nuevos lauros. El team oriental consiguió quince clasificaciones para los Mundiales de la categoría, quedando al margen solamente en siete ediciones.
Justamente una de las peores rachas se dio a mediados de los ’80, cuando tres generaciones no pudieron acceder a las respectivas Copas del Mundo (1985, 1987 y 1989). Más adelante la escuadra oriental recibió una dura sanción por actos de indisciplina cometidos en el Mundial de AUSTRALIA 1993, que marginó a la siguiente generación del Sudamericano BOLIVIA 1995, clasificatorio para el Mundial de QATAR. Las selecciones de fines de los ’90 son recordadas por sus grandes actuaciones mundialistas, más que por su pasaje en la cita continental. Bajo la dirección técnica de Víctor Púa, URUGUAY logró ser Subcampeón del Mundo en MALASIA 1997 y se quedó con el cuarto puesto en NIGERIA 1999.

Posteriormente sobrevino otro período oscuro, donde no se clasificó a los Mundiales de los años 2001, 2003 y 2005, celebrados en ARGENTINA, EMIRATOS ÁRABES UNIDOS y PAÍSES BAJOS respectivamente. Lo más doloroso fue ver el fracaso celeste en el Sudamericano organizado hace 20 años, cuando la selección quedó afuera de la Copa Mundial tras finalizar quinta, sumando solo 4 puntos de 15 posibles en el hexagonal final.
Desde al año 2007 en adelante, URUGUAY siempre dijo «presente» en las sucesivas Copas del Mundo, donde indudablemente tuvo mucho que ver el reordenamiento impuesto por el «Maestro» Oscar Washington Tabárez con su política integral de selecciones nacionales.
Otro aspecto a señalar es que entre los años 2007 y 2015, el Sudamericano Sub 20 también se utilizó como fase de clasificación para la disciplina del fútbol correspondiente a los Juegos Olímpicos. Generalmente se otorgaron dos cupos y URUGUAY pudo acceder a la cita de Londres 2012 al terminar en el segundo puesto del torneo celebrado un año antes en PERÚ.

En resumen, durante las últimas cuatro décadas La Celeste obtuvo un título, además de cuatro subcampeonatos (1983, 1992, 1999 y 2011) y seis medallas de bronce (1991, 2007, 2009, 2013, 2015 y 2019). Vale recordar que en el año 2015 nuestro país acogió nuevamente al evento de referencia. La juvenil celeste llegó con chances a la última fecha, en la cual debía ganarle a ARGENTINA para ser Campeón. Sin embargo, fue La Albiceleste la que se quedó con el triunfo por 2 a 1 y con el primer lugar, festejando en el mismísimo Estadio Centenario.
Así pues, la única consagración en este período tuvo lugar hace seis años en suelo ecuatoriano, la misma tierra que 36 años antes presenció la vuelta olímpica de otro combinado con camiseta color cielo. URUGUAY ganó con claridad el torneo, justificando su éxito por lo hecho en la ronda final, donde ganó 12 puntos de los 15 posibles. Dos goleadas ante argentinos y colombianos (ambas por 3-0) más los triunfos por 2-1 sobre BRASIL y ECUADOR cimentaron la octava presea dorada para nuestra selección. Algunos destacados del equipo comandado por Fabián Coito fueron el golero Santiago Mele, los defensas José Luis Rodríguez, Matías Viña, Agustín Rogel y Mathías Olivera; los volantes Facundo Waller, Rodrigo Bentancur y Nicolás De La Cruz; y los delanteros Rodrigo Amaral, Nicolás Schiappacasse, Agustín Canobbio, Diego Rossi y Joaquín Ardaiz.

Algunos números y lo que se viene

El palmarés de esta competencia es liderado por BRASIL con 11 títulos, seguido por URUGUAY (8) y ARGENTINA (5). No obstante, ninguno de ellos es el vigente Campeón. Ese rótulo le pertenece a ECUADOR, que en el año 2019 conquistó el Sudamericano jugado en territorio chileno, marcando un hecho histórico para el balompié de ese país.
Los números de URUGUAY en la historia del torneo son positivos: jugó 199 partidos, de los cuales ganó 99, empató 58 y perdió 42. Se ubica segundo en la tabla histórica, sólo por detrás de BRASIL. Marcó 330 goles y recibió 209.

El gran favorito para quedarse con el certamen que comienza en unos días es BRASIL, que cuenta con un poderío ofensivo muy importante. URUGUAY tiene una base interesante, donde se destacan algunos campeones de la Copa Libertadores Sub 20 defendiendo a Peñarol, como Randall Rodríguez, Mathías De Ritis y Damián García. El capitán Fabricio Díaz cuenta con vasta experiencia en Primera División en filas del Liverpool Fútbol Club y tendrá la compañía de Rodrigo Chagas y Renzo Sánchez del Club Nacional de Football. En la ofensiva aparecen Nicolás Siri y Mateo Ponte, ambos de «cuna danubiana»; mientras que los repatriados con experiencia en el fútbol juvenil europeo son el defensor Facundo González del Valencia y Álvaro Rodríguez, delantero del Real Madrid Castilla. En éste último se centran muchas esperanzas por el muy buen rendimiento que ha tenido el futbolista en la filial del prestigioso club merengue.
URUGUAY debutará con CHILE el próximo domingo 22 de enero por la segunda fecha del Grupo B, que también integran VENEZUELA, BOLIVIA y ECUADOR. Los tres primeros de cada serie accederán al hexagonal final, donde los cuatro mejor ubicados clasificarán a la Copa del Mundo INDONESIA 2023.