
Pudo haber sido un simple torneo amistoso de fútbol disputado entre dos poderosos seleccionados sudamericanos entre 1931 y 1976 en 10 ediciones.
Pudo haber sido apenas un torneo que se definía, al principio, en un partido y, en el resto, en dos y que alternaba los países en los que se celebraba.
Pudo haber sido un torneo que varió su formato, que tuvo más o menos motivaciones para disputarse y que presentó combinados más o menos potentes.
Sin embargo, la Copa Río Branco, o Taça Rio Branco, tuvo una silenciosa importancia en muchas partes de la historia desde que fue instituida por autoridades orientales en 1916, más allá de que comenzó a celebrarse en 1931 organizada por la Confederación Brasileña de Fútbol (originalmente Confederación Brasileña de Deportes) y la Asociación Uruguaya de Fútbol.
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