El clásico del shot gol

El único tanto en la historia del shot gol en Uruguay: Pablo Bengoechea. ¿Se demoró?

En 1996 Estados Unidos inauguró una nueva-y ahora definitiva- liga profesional de fútbol, la Major League Soccer, tras la experiencia tristemente sepultada de la NASL (North American Soccer League), la que entre 1968 y 1985 llegó a reunir a las mayores luminarias del planeta fútbol en una competencia de nivel nacional.

Presentación de equipos de la primera edición de la MLS (1996).

Pelé, Carlos Alberto, Franz Beckenbauer, Johan Cruyff, Johan Neeskens, Trevor Francis, George Best, Giorgio Chinaglia,  Kazimierz Deyna, Elías Figueroa, Gordon Banks, Roberto Bettega, Ruud Krol, Teófilo Cubillas, Gerd Müller y nuestros Omar “Cacho” Cateano y Julio César “Pocho” Cortés fueron algunos de los tantos que prestigiaron un deporte carente de prestigio en los Estados Unidos.

New York Cosmos 1977: Pelé (10), Giorgio Chinaglia (9), Tony Field (7) y, más atrás, asoma Franz Beckenbauer.

Sin una liga profesional tras la caída del ambicioso proyecto, la FIFA aceptó la posibilidad de que en Estados Unidos se celebrara el Mundial de 1994, pero, a cambio, aquel país debía crear un certamen de primer nivel. La Federación local y el máximo ente rector del fútbol se dieron, entonces, la mano y ese fue el germen de lo que vino luego.

En una era de globalización arrasadora, en plenos años noventa, todo el mundo se enteró que 10 clubes divididos en dos conferencias lucharían en 1996 por el máximo título, también con grandes figuras del balompié, aunque no todas del calibre de las de la época de la NASL.

Con estos clubes arrancó todo en la MLS…
El «Pibe» Valderrama, figura de la nueva liga.

Sin embargo, a medida que se sucedían los partidos, hubo otra cosa que comenzó a llamar la atención más allá de los novedosos diseños de camisetas o de los campos de juego marcados con las líneas del fútbol americano. Estamos hablando del recordado shot gol…

El uruguayo Tab Ramos en una incidencia de «shootout» (shot gol).

Sabemos que los estadounidenses siempre adoran ponerle su toque a lo que sea, ya sea inventándolo o “innovándolo”. Pues bien, ellos entendieron que, para darle más emoción y atraer más espectadores a los campos de fútbol americano, los empates deberían pasar a mejor vida y cada juego debería declarar un ganador.

Esta experiencia no era novedosa en Sudamérica ya que en la temporada 1988/1989, en Argentina los penales decidieron los encuentros que no encontraron vencedor en el tiempo reglamentario. Fracasó, más allá del punto extra que se llevaba el ganador (en total, dos unidades; las victorias en los 90´ equivalían a tres puntos).

Eterno: Racing derrota 20-19 a Argentinos Juniors en definición por penales (1988).

Pero a los norteamericanos los penales no les interesaban: ellos prefirieron sacar del ostracismo al shot gol, una especie de injerto a las reglas del juego que, en todo caso, eran las de la FIFA. En realidad, su nombre era simplemente “shootout”, pero terminaría arribando a nuestro país con esa pomposa denominación.

Este revivido sistema, que venía de los tiempos de la NASL, consistía en que un jugador avanzara con la pelota dominada desde unos treinta metros, contando con un determinado tiempo para rematar al arco desde la posición que quisiera. El arquero seguía siendo arquero a todos sus efectos. Existía un detalle por demás curioso: si un futbolista ingresaba al área y era derribado por el golero, se cobraba el clásico penal, dándose en muchos casos que un “penal” derivaba en otro. Muy raro todo.

Lo que parecía más que nada un ensayo de definición perduró hasta 1999, muriendo sin pena ni gloria.

Shootout: nació en la NASL.

Pues bien, en 1996, y en medio de todo ese auge, se decidió implementar ese sistema-en caso de ser necesario- en los clásicos de la Copa Uruguay 1996, dos partidos entre las tradicionales enseñas que se desarrollaron en Paysandú y Rivera, en dos estadios que estaban hechos una “pinturita” tras la Copa América de un año atrás: el Parque Artigas y el Atilio Paiva Olivera.

El primero de los encuentros se disputó el 25 de agosto en el estadio Artigas. Apenas una semana atrás, Nacional venía de darle vuelta el partido a Peñarol por la 5ª fecha del torneo Clausura, imponiéndose 2-1 con tantos de Gustavo Badell y Nelson Abeijón, que neutralizaron el grito de Pablo Bengoechea. Los tricolores lideraban el certamen.

Sin embargo, los aurinegros eran los vigentes tricampeones uruguayos y se habían quedado con el torneo Apertura.

Aquel clásico vio a los albos jugar sin Carlos Nicola, Rodrigo Lemos, Juan González y, sobre todo, Álvaro Recoba, todos afectados al seleccionado uruguayo que disputó un amistoso en Osaka, Japón (derrota 5-3).

En tanto, Peñarol no contó con Gonzalo de los Santos y Nelson Olveira, también con la selección, pero su baja más sensible fue la de Luis Romero, en la puerta de embarque rumbo a Cagliari, en una transferencia un tanto inesperada para los mirasoles, todavía más en un momento de forma impresionante del atacante, que sumaba siete tantos en apenas cinco partidos del Clausura y un total de nueve en aquel Uruguayo.

Así las cosas, Nacional puso en cancha a Fabián Domínguez; Leonardo Jara (Gustavo Badell 78´), Jacinto Cabrera, Andrés Silva, Juan Morán; Diego Tito (Jorge Puglia 76´), Nelson Abeijón, Mario Barilko; Juan Martín Parodi; Néstor Correa (Luis Pertusatti 95´) y Silvio Fernández. El entrenador Miguel Puppo decidió no hacer jugar, entre otros, a Alfonso Domínguez, Juan Ravera (un tanto sentido) y Santiago Ostolaza.

Jorge Fossati, por su parte, integró a Peñarol con Sergio Martínez; Nelson Gutiérrez, Marcelo de Souza, Robert Lima; Washington Tais, Nicolás Rotundo, Gustavo Reherman (Danilo Baltierra 90´), Carlos Soca (Edgardo Adinolfi 78´); Pablo Bengoechea; Heberley Sosa (Antonio Pacheco 90´) y Andrée González (90´ Martín García). Esperaron en el banco de suplentes Claudio Flores, Oscar Aguirregaray y Darío Larrosa.

Los 90´ reglamentarios de un encuentro muy parejo finalizaron 1-1. Morán, de tiro libre, abrió la cuenta para los albos a los 20´, igualando el “Varilla” González a los 60´.

Juan Martín Parodi, local en Paysandú y con la cinta de capitán tricolor, elude al aurinegro Marcelo De Souza. Nicolás Rotundo viene detrás.

El tiempo suplementario vio a un aurinegro más querendón. Jacinto Cabrera fue expulsado en filas parquenses mientras que, en Peñarol, Lima se llevó una cartulina… ¡azul! Sí, otra novedad… Tuvo que marcharse por cinco minutos para después, en teoría, retornar al campo, pero no hubo tiempo para ello ya que el partido terminó.

El empate no lo movió nadie y sí… el partido se fue al shot gol, que en Uruguay se ejecutaba partiendo de la mitad de la cancha y con ocho segundos para rematar.

Y todo fue un aprendizaje en vivo y en directo: para los actores y para los espectadores.

Primero arrancó con pelota dominada Badell, pero marró. Acto seguido, Bengoechea no falló (a la postre, sería el único, a pesar de las protestas albas por entender que el 10 mirasol tardó casi dos segundos más en culminar la jugada). Parodi, jugando de local, no pudo y Martínez contuvo su intento. Acto seguido, Domínguez detuvo el remate de Rotundo. Sin embargo, la incidencia más polémica de la tarde-noche litoraleña la protagonizaron Silvio Fernández y el guardameta peñarolense. Es que el delantero ingresó al área y buscó eludir al arquero, pero este lo derribó de forma bastante clara, finalizando allí la jugada. El juez, Julio Matto, atento a la creación estadounidense, debió sancionar el viejo y querido penal, pero interpretó que no hubo falta alguna. A todo esto, los siguientes fallos de García (atajó Domínguez), Pertusatti, Baltierra y Morán (atajó Martínez) le dieron el triunfo por shot gol a Peñarol.

Sergio Martínez, protagonista del clásico, es saludado por el «Tano» Gutiérrez, capitán de Peñarol.

De esa forma nació y murió la definición por el mencionado sistema en nuestro país, una definición inusual que cerró el primer clásico de la Copa Uruguay 1996. Tres días después Rivera volvió a recibir a los grandes, venciendo Peñarol 3-2 y llevándose el trofeo.

*Las fotos del clásico corresponden al diario Últimas Noticias.

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