Roberto Fleitas: uno que ganó todo… pero todo de verdad

Foto: atilio.uy

La última imagen que dejó Roberto Fleitas como entrenador en el fútbol grande no hizo justicia a lo que fue una sensacional carrera profesional.

Había regresado de apuro a Nacional en agosto de 1997 para tratar de enderezar un barco que amenazaba con hundirse deportivamente hablando y no pudo lograr su cometido.

Sin haber tenido incidencia en el armado del plantel y con un equipo que nunca jugó bien, perdió la chance de campeón en una semifinal ante Peñarol-a todas luces, el mejor team del momento- y se despidió también cayendo ante los aurinegros en la final de la Liguilla, aunque, justo es decirlo, con el club ya clasificado a la edición 1998 de la Copa Libertadores de América.

Fleitas en 1997. Un «bombero» para el tricolor.

Pero antes de eso, lo que había logrado como entrenador el hombre nacido en Belvedere el 25 de mayo de 1932 solo podía calificarse de perfecto en materia de conquistas.

Es que son muy pocos los técnicos que pueden darse el lujo de decir: “gané todo lo que jugué”. Y Fleitas es uno de ellos, pero, atentos, no solo en referencia a los títulos que ya todos conocemos como la Libertadores o la Intercontinental. No. Hay más. Mucho más.

Como recio y cumplidor zaguero central, defendió al club de sus amores, Liverpool, entre 1950 y 1956; a Rampla Juniors en una gira por América y Europa en 1956; a Central en 1957; a Wanderers en 1958 y a Central de San José en 1959.

Posa Liverpool en 1952. Fleitas es el segundo de izquierda a derecha en la fila de los parados.

Sin haber cumplido los 30 años, cerró un capítulo del libro de su vida, pero abrió otro, el más importante: el de entrenador.

Como no podía ser de otra manera, comenzó en Liverpool como ayudante técnico en las formativas entre 1963 y 1964.

Rápidamente, en 1965 se hizo cargo como entrenador principal de diversas categorías juveniles negriazules, llegando incluso a ser DT de la Selección Uruguaya de 4ª División en 1969.

Precisamente, en dicho 1969 pasó a ser el conductor del plantel mayor de Liverpool.

Entre 1970 y 1971 debió ceder su lugar a Ondino Viera, a quien secundó como ayudante técnico, pero volvió a ser el mandamás en 1972.

Y ahí comenzó un nuevo periplo que lo alejaría de forma momentánea, pero nunca definitiva, de su amado club.

En 1973 dirigió a Rampla Juniors, en 1974 comandó las formativas de Bella Vista y en 1975, llegó a Progreso. Este paso será fundamental ya que fue en ese año y con los “gauchos”, que obtiene su primer título: campeón de la División Intermedia y ascenso a la “B”.

En 1976, y siempre con el “Profe” Cono Caminatti a su lado, ingresó a La Luz y repitió el plato de un año atrás.

Permaneció en dicha institución hasta 1978 solo para regresar, claro, a su Liverpool en 1979.

En 1980 se marchó al exterior para dirigir al Atlético Falcón de Venezuela.

Retorna a Progreso en 1981 y entre 1982 y 1983 presta sus servicios a Central Español, club al que lleva a conquistar el campeonato de la “B”, obteniendo el ascenso. Un año después, pero ya sin Fleitas, los “palermitanos” lograrían la hazaña de redoblar la apuesta de campeón, pero en la máxima categoría de nuestro fútbol.

Habiendo dejado su huella indeleble en diversos clubes, volvió a servirle a Liverpool en 1984 y, en 1985, de nuevo en Progreso, obtuvo el primer gran trofeo en el profesionalismo: el Torneo Competencia, que regresaba a disputarse después de 17 años. En dicho certamen, venció a los dos grandes del balompié oriental.

El año 1986 lo dividió entre Progreso y Bella Vista, institución esta última a la que salvó in extremis del descenso a la “B”.

En 1987 da el primer gran campanazo de relieve mundial: es contratado como entrenador de la Selección Uruguaya y, en apenas un mes de trabajo, logra liderar a sus muchachos al título de campeón de América en suelo argentino, venciendo de forma sensacional al dueño de casa y campeón del mundo (1-0) en el mismísimo estadio Monumental, y a Chile (1-0) en la final.

Apenas dirigió cinco partidos: tres amistosos (Ecuador 2-1, Bolivia 2-1 y Argentinos Juniors 2-0) y dos oficiales (Argentina 1-0 y Chile 1-0) y los ganó todos.

A tener en cuenta es que también en 1987, en el mes de abril, fue seleccionador nacional en el Preolímpico de Bolivia (Uruguay eliminado en primera fase).

Uruguay campeón de América 1987. DT: Fleitas.

En los meses finales de aquel año arribó por primera vez a Nacional, equipo con el que terminaría identificándose más allá de su condición de hincha de Liverpool.

En primera instancia, en la Liguilla de 1987 logró meter a los tricolores en la Libertadores de 1988, torneo que terminaría ganando el 26 de octubre. Por si fuera poco, el 11 de diciembre del mismo año conquistó de forma por demás heroica la Intercontinental ante una selección mundial como era el PSV neerlandés, que tenía la base del campeón de la Euro 1988 (Países Bajos), al capitán de Bélgica (Eric Gerets), a la estrella danesa (Soren Lerby) y a un tal Romario, un brasileño que hacía algunos goles.

Nacional campeón de la Libertadores 1988. Arriba, a la izquierda, el DT.

A fines de 1988, y en un clima de mucho desgaste interno, se marcha de Nacional. Eso sí, no sin antes haber sido galardonado como el “Mejor entrenador de América” en la prestigiosa y tradicional encuesta del diario El País.

1988. Nacional del mundo. Fleitas, el último a la derecha de la fila de los parados.

Curiosamente, a fines de 1989 se convirtió en técnico de Peñarol, donde se mantuvo hasta julio de 1990. Sin embargo, no le fue bien: quedó eliminado de la Libertadores en la Liguilla y no logró una buena figuración en el Torneo Competencia. Un mal comienzo del Campeonato Uruguayo (un empate y una derrota), finalizaron su vínculo.

A comienzos de 1992, regresó a Nacional y allí comenzó la que sería su última gran etapa.

En primera instancia, logró clasificar a los albos a la Libertadores de 1992 en un duelo final y eliminatorio ante su exclub, Peñarol. Tras un empate en un gol y soportando el resultado apenas con nueve hombres por las expulsiones de Felipe Revelez y José Luis Pintos Saldanha, los tricolores se impusieron 5-4 por penales.

Y fue con Nacional, finalmente, que obtuvo por primera vez el Campeonato Uruguayo en el mismo 1992, sumando un nuevo motivo de felicidad al eliminar, además, a Peñarol en un duelo internacional (Supercopa, 2-2 y 1-0).

Campeón uruguayo: ¡el título que se le resistía!

En enero de 1993 ganó el último título oficial que le quedaba: la Liguilla.

Un mal arranque de Campeonato Uruguayo, hizo que dejara su cargo en el mes de abril.

La recta final ya no fue la misma: volvió a ser el DT de la Celeste en un partido amistoso ante Alemania el 13 de octubre de 1993 en Karlsruhe, con un seleccionado disminuido en potencial y deprimido por la eliminación del Mundial de Estados Unidos. El 5-0 teutón fue lapidario.

La garra del «Vasco» Ostolaza no alcanzó ante Alemania.

Tras el fallido intento con los albos en 1997, en 2000 cerró su trayectoria en Liverpool, como no podía ser de otra forma. Sin embargo, no se le dieron los resultados y fue cesado en agosto del mismo año.

Polémico, frontal, un tanto especial, hombre de la vieja guardia, pero, sobre todo, un ganador. Un ganador total.

Sus títulos

Campeón Uruguayo: 1992 (Nacional).
Campeón de la “B”: 1983 (Central Español).
Campeón de Intermedia: 1975 (Progreso) y 1976 (La Luz).
Campeón del Competencia: 1985 (Progreso).
Campeón de la Liguilla: 1992 (Nacional).
Campeón de la Libertadores: 1988 (Nacional).
Campeón de la Intercontinental: 1988 (Nacional).
Campeón de América: 1987 (Uruguay).
Mejor entrenador de América: 1988 (Nacional).

3 thoughts on “Roberto Fleitas: uno que ganó todo… pero todo de verdad”

  1. Saludos desde México
    Aca el Sr Fleitas dirigió también al equipo de la Universidad Autónoma de Tamaulipas «Los Correcaminos», de Cd Victoria.
    Aún se le recuerda con mucho cariño por ser un gran estratega. En esa ocasión, creo, no le acompaño el profesor Cono Caminatti.

  2. SE FUE EN GRANDE DE VERDAD, SERIO, HONESTO CON LOS DEMAS Y CONSIGO MISMO, UN ESTRATEGA SENSACIONAL, HOMBRE DE POCAS PALABRAS PERO CON UN OBJETIVO SIEMPRE EL MISMO GANAR TODO LO QUE FUERA POSIBLE SE QUE ALGUNOS NO LES GUSTAVA SU MANERA DE SER PORQUE LOS QUE VAN DE FRENTE NO TIENEN EL MISMO EXITO QUE LOS ALCAHUETES MANIOBREROS EL TIEMPO HA DE VALORAR LO QUE FUE EN VERDADERO GANADOR

    ALEX DEL PARQUE RODO
    Q.E.P.D.
    GRACIAS POR TODO LO QUE NOS DISTE A LOS HINCHAS DE NACIONAL Y LA SELECCION

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