Que los clubes denominados menores tengan rachas positivas ante los clubes grandes, no es novedad. Es más: sucede con relativa asiduidad y ha sido un sello en todas las eras de nuestro fútbol.
Sin embargo, los lapsos de tiempo no suelen ser demasiado extensos: un año, dos, tres… A la larga, las diferencias de todo tipo, comenzando por las económicas, terminarán prevaleciendo y el “grande” volverá a retomar su liderazgo.
De todas formas, existen dos casos por demás curiosos que encarnan el Montevideo Wanderers y Rentistas, que han logrado encadenar rachas positivas ante Nacional y Peñarol que duraron, atención, ¡una década!
Sí, parece una broma, pero es muy real. Si ya de por sí sobreponerse a los poderosos un par de años es un triunfo, ¿qué podría significar una década? ¿Una hazaña? Pues, si les gusta: sí.
Wanderers a Peñarol (1985-1994)
Comencemos por orden cronológico y analicemos la racha de los “bohemios” y aquí una aclaración: no considero a Wanderers un club “chico” o “menor”. No. Los del Prado entrarían en una categoría que podría denominarse “mediano”. Lo dice su historia, sus títulos, sus aportes al combinado oriental y la innumerable cantidad de futbolistas que lanzaron al estrellato.
Algunos memoriosos recordarán que durante el segundo quinquenio aurinegro (1993-1997), el único club “no grande” que le sacó canas verdes fue, precisamente, Wanderers. En ese período, le ganó cinco veces por el Campeonato Uruguayo, lo que puede resumirse de forma sencilla en una por año (aunque no fue literal), algo por demás plausible ante un “grande” en tal período de tiempo.
Sin embargo, podríamos quedarnos allí, pero no. Extendamos el lapso temporal y analicemos la década (mejor dicho, diez temporadas) que va desde 1985 a 1994.
En 1985, se registró una igualdad por el Torneo Competencia (1-1), otra por el Campeonato Uruguayo (1-1) y un éxito mirasol por el máximo torneo doméstico (1-0).
A comienzos de 1986, Peñarol y Wanderers avanzaron a la Copa Libertadores de América a través de la Liguilla correspondiente a la temporada 1985.
En aquel petit certamen, igualaron 1-1, pero volvieron a jugar por el título ya que finalizaron igualados en la primera colocación (8 puntos). En esa instancia, los mirasoles se aseguraron el lauro al imponerse por 2-1.
Los siguientes meses fueron muy intensos.
Por el Torneo Competencia, empataron 2-2, pero Wanderers se tomó una dulce revancha en la Libertadores, en la que venció en sendas ocasiones a su poderoso rival: 3-1 y 1-0 (en este último caso, con gol de Pablo Bengoechea a poco del final).
El Campeonato Uruguayo solo registró empates: 1-1 y 0-0.
En aquel año calendario, entonces, Wanderers y Peñarol se vieron las caras siete veces, con dos victorias “bohemias”, una aurinegra y cuatro empates.
En 1987, los muchachos de Cayetano Saporiti siguieron de largo: dos triunfos por el Campeonato Uruguayo (2-1 y 3-0) y tres igualdades (1-1 y 1-1 por la Liguilla 1986 y 1-1 por el Competencia-torneo en el que obtendrían el título-). Total: cinco juegos, dos victorias blanquinegras y tres empates.
El año 1988 fue de Peñarol, que no perdió: éxitos por el Competencia (1-0) y por el Uruguayo (1-0) y empate también por el máximo torneo doméstico (2-2).
Tampoco le fue bien a los “bohemios” en 1989: perdieron por la Liguilla de 1988 (3-0) y por el Uruguayo (4-1), imponiéndose solamente en el Competencia (2-1).
En 1990, Wanderers obtuvo el último Torneo Competencia de la historia y, entre otros, cayó Peñarol (1-0). Los aurinegros lavaron la imagen en el Campeonato Uruguayo (0-0 y 2-1), ya con César Luis Menotti en el banco.
El año 1991 fue parejo, pero los mirasoles sacaron una leve ventaja: 1-0 (Liguilla 1990), 1-1 y 0-0.
En 1992 comienzan los problemas serios para Peñarol con este rival.
El triunfo inicial en enero por 2-1 correspondiente a la Liguilla 1991 ambientó la caída del 3 de mayo en el Centenario por el Campeonato Uruguayo: Wanderers se impuso 2-0 ante casi 40.000 espectadores y aquello fue el comienzo del fin para el promocionado entrenador yugoslavo Ljubo Petrovic. Allí, también, nació un nuevo “azote” peñarolense: Juan Ravera, quien seguiría marcándole goles por los próximos años.
El festejo final por 3-1 en el torneo local no fue suficiente para un Peñarol que disputó una mala temporada.
En 1993, los mirasoles se armaron hasta los dientes y, bajo la nueva presidencia de José Pedro Damiani, conformaron los mejores planteles del medio durante el resto de la década. La diferencia con sus oponentes, al menos hasta 1998, fue demasiada.
Sin embargo, entre 1993 y 1994, aurinegros y “bohemios” jugaron cuatro veces por el Uruguayo y fueron todos plenos de los herederos del “Tito” Borjas: 2-1 y 3-2 (1993) y 2-0 y 2-1 (1994). De esos nueve goles, tres fueron del “Flaco” Ravera.
Resumiendo, en las diez temporadas que van de 1985 a 1994, por torneos oficiales Wanderers se impuso en 11 ocasiones, empataron en 13 y Peñarol venció en 10. Total: 31 encuentros.
Detalle:
Wanderers-Empate-Peñarol
1985: 1-1; 1-1; 0-1.
1986: 1-1; 1-2; 2-2; 3-1; 1-0; 1-1; 0-0.
1987: 1-1; 1-1; 1-1; 2-1; 3-0.
1988: 0-1; 2-2; 0-1.
1989: 0-3; 2-1; 1-4.
1990: 1-0; 0-0; 1-2.
1991: 0-1; 1-1; 0-0.
1992: 1-2; 2-0; 1-3.
1993: 2-1; 3-2.
1994: 2-0; 2-1.
Goleador “bohemio” del período: Juan Ravera 4.
Rentistas a Nacional (1990-1999)
Este caso es más meritorio no solo porque Rentistas no tenía ni el mismo poder económico ni la misma infraestructura ni la historia de Wanderers sino porque en ese lapso, descendió de categoría en 1992.
En 1990, por el Torneo Competencia, un Nacional con muchos campeones del mundo en cancha, sucumbió 2-0 ante los “bichos colorados”. Por el Campeonato Uruguayo, solo hubo empates, ambos 1-1.
Los tricolores repuntaron en 1991, pero siempre se mantuvo la paridad: 2-1 con un gol de Julio César Dely Valdés a los 90´ y 1-1.
El caso de 1992 es el más curioso de todos: Nacional salió campeón uruguayo de punta a punta y Rentistas descendió. Sin embargo, hubo una victoria para cada lado, pero la del “Renta” fue histórica: 4-0 en la peor cachetada que recibieron los albos en el año. Tanto, que hasta empañó el 5-2 de los parquenses en la primera rueda.
Entre 1997 y 1998, los “bichos colorados” consiguieron la mejor racha de su historia ante Nacional: cuatro de cuatro y todas con el mismo molde, 1-0. Para destacar, en 1998 los tricolores obtuvieron de forma categórica el título de campeón uruguayo, pero sin siquiera hacerle un gol a los del Cerrito de la Victoria.
En 1999, Nacional salvó un poco la década venciendo las dos veces que se enfrentaron en el Uruguayo: 3-1 y 2-0.
En resumen: 13 partidos, 6 éxitos de Rentistas, 3 empates y 4 victorias del “bolso”.
Detalle:
Rentistas-Empate-Nacional
1990: 2-0; 1-1; 1-1.
1991: 1-2; 1-1.
1992: 2-5; 4-0.
1997: 1-0; 1-0.
1998: 1-0; 1-0.
1999: 1-3; 0-2.
Goleadores de Rentistas en el período: José Chilelli 2; Pablo Correa 2; Daniel Andrada 2; Marcelo Suárez 2.
Concluyendo, el reconocimiento para ambos clubes que lograron prácticamente lo imposible en nuestro fútbol: ser los “papás” de los “grandes” por una década, con triunfos resonantes como los dos de Wanderers en la Libertadores o ante los super equipos del Peñarol del quinquenio o los de Rentistas para dejar colorado a los imponentes cuadros de Nacional de 1992 y 1998, en el último de los casos sin recibir siquiera un tanto.
Finalmente, destacar que tanto “bohemios” como “bichos colorados” lograron imponerse en cuatro ocasiones consecutivas, señalando otro notable record a su historia.