Cuando Eliseo Álvarez, por amor a la Celeste, jugó fracturado en un Mundial

El 6 de junio de 1962, la Selección Uruguaya se jugaba el pasaje a los cuartos de final de la Copa del Mundo de Chile 1962 ante la Unión Soviética, la vigente campeona de Europa.

El vencedor avanzaría a la siguiente fase mientras que el empate clasificaría a los de la tierra de Lenin, dejando a la Celeste eliminada.

En el inicio del Grupo 1, el combinado oriental se había impuesto 2-1 a Colombia, pero, en la segunda jornada, cayó ante Yugoslavia 3-1. Los soviéticos derrotaron a los yugoslavos y empataron con los colombianos.

Uruguay volvía a un Mundial tras el trago amargo de la eliminación de Suecia 1958.

Dispuesto a jugarse el todo por el todo en la primera participación de Uruguay en Copas del Mundo después de Suiza 1954, el triunvirato conformado por Juan López, Hugo Bagnulo y Roberto Scarone eligió el mejor once posible para oponerse a los capitaneados por el legendario Lev Yashin, el arquero más grande del momento.

Los charrúas salieron a la cancha con Roberto Sosa; Horacio Troche, Emilio Álvarez; Mario Méndez, Néstor Gonçalves, Eliseo Álvarez; Luis Cubilla, Julio César Cortés, Ángel Ruben Cabrera, José Sasía y Domingo Pérez.

Uruguay se la juega: lidera la avanzada Horacio Troche. Lo siguen Luis Cubilla y Eliseo Álvarez.

A los 38´, Aleksei Mamykin recibió desde la derecha y, en el corazón del área grande, sacó un zurdazo imparable que batió a Sosa.

Hasta allí, el partido había sido parejo, con opciones para ambos conjuntos.

El equipo soviético. Nótese como Yashin posa en la fila de los hincados.

Sin embargo, tras el tanto soviético, las malas noticias seguirían ya que, a escasos minutos de terminar el primer tiempo, el half izquierdo celeste, Éliseo Álvarez, chocó con un adversario y quedó tendido en el césped. Aun así pudo culminar, no sin dificultades, los 45´ iniciales.

En el vestuario se constató lo peor: se había fracturado el cuello del pie derecho, una lesión que, desde ya, impediría que continuara disputando el partido.

Sin embargo…

“Cuando llegamos al vestuario hice el diagnóstico clínico de fractura de cuello de pie, del maléolo peroneo. No podía jugar. Intenté convencerlo de que no podía salir a la cancha para el segundo tiempo, que era inútil, que estaba quebrado. Tenía que salir. Pero él insistió en que no, que quería seguir, que iba a distraer a algún rival, que si algo podía hacer lo iba a hacer. En aquel tiempo no había cambios por lo que si salía Eliseo, Uruguay quedaba con 10 jugadores. Como él insistió y no hubo forma de convencerlo, entonces lo vendé bien fuerte, lo mejor que pude, le inmovilicé el cuello del pie y le apliqué inyecciones con calmantes y así salió a jugar de puntero izquierdo. Era otra época; todo más ameteur que hoy. Era imposible que pudiera jugar, pero quiso el destino que en una jugada casi, casi convierte el gol del empate.

Dr. Roberto Masliah, médico del seleccionado de aquel entonces, entrevistado por el diario Últimas Noticias en 1997.
Dr. Roberto Masliah.

Sin poder apoyar su pie derecho, y dando saltitos para caminar, Álvarez hizo de tripas corazón y dio todo lo que pudo que, para su condición, fue demasiado: casi empata el encuentro, le hizo sombra a cuánto rival tuvo a su alcance y hasta se tiró a los pies de sus rivales.

Eliseo no pudo marcar, pero a los 54´ quien sí lo hizo fue Sasía, aprovechando un rebote en la barrera tras un tiro libre de Emilio “Cococho” Álvarez.

A puro coraje, Uruguay seguía vivo.

¡Gol de Sasía! Cubilla lo grita levantando el puño. Yashin, vencido. La Celeste a un gol de la clasificación.

Cuando ya no quedaba mucho tiempo, Eliseo tuvo que salir por el intenso dolor que sufría, cuando ya era inverosímil que hubiera entrado para el segundo período.

Eliseo: coraje y pico.

“Cuando se le fue el efecto de los calmantes, el dolor que tenía era muy fuerte. Apoyaba solo un pie y el otro lo tenía en el aire. Como ahí terminó la actuación de Uruguay, a Eliseo se le volvió a vendar y así lo trajimos a Montevideo. Llegamos y en el Sanatorio Larguero le hicimos la maniobra correspondiente. Quedó muy bien, no le quedaron secuelas y jugó mucho tiempo más”.

Dr. Roberto Masliah, a Últimas Noticias (1997).

Con la Celeste al todo o nada y con un hombre menos, Valentin Ivanov aprovechó un rebote corto de Sosa tras tiro de Viktor Ponedelnik y le dio el triunfo a la Unión Soviética a los 89´. El dolor se multiplicaba.

Uruguay eliminado: La desazón de Sosa y las lágrimas de «Cala» Méndez.

Uruguay eliminado del Mundial, pero con uno de sus futbolistas dando una muestra de valentía y orgullo charrúa sin par.

Antes de la URSS, la Celeste había caído ante Yugoslavia por 3-1. Aquí, Eliseo saluda a Cabrera (22), autor del único tanto oriental, mientras se observa a Sasía (9) y Domingo Pérez (7) rumbo a la mitad de la cancha.

“Como no había cambios nosotros le pedimos que siguiera. Entonces jugó fracturado con los calmantes que le dieron en el primer tiempo. Claro que de pronto tomábamos una pelota, mirábamos para adelante, veíamos una camiseta celeste y le tirábamos la pelota. Eliseo parecía un teru-teru porque estaba parado en una pierna. El dolor que tenía era tremendo y no pudo terminar el partido”.

Néstor “Tito” Gonçalves para Últimas Noticias (1997).

Fuerte y enjundioso marcador de punta, Eliseo había nacido en Salto el 9 de agosto de 1940. Defendió a Nacional (1960-1966), Rampla Juniors (1966), Banfield (1967) y Platense de Argentina (1968), Fénix (1968-1969), Junior de Barranquilla (1970-1971) de Colombia y Liga Deportiva Universitaria (1972-1976) de Ecuador.

Eliseo toma mate y charla con un pequeño en la concentración oriental.

Entre 1962 y 1966 se enfundó con la Celeste, la que lució en seis encuentros oficiales y en otros cinco no oficiales (marcó un gol). Estuvo, además de Chile 1962, en la Copa del Mundo de Inglaterra 1966, aunque no actuó en dicho certamen.

En Inglaterra 1966 también dijo presente, pero no llegó a entrar a la cancha.

Falleció muy joven, a los 57 años, el 12 de agosto de 1997.

AUTOR: PABLO VEROLI

3 thoughts on “Cuando Eliseo Álvarez, por amor a la Celeste, jugó fracturado en un Mundial”

  1. Analía: soy un simple hincha de fútbol que vio jugar a tu papá cuando el mío me llevaba a ver a Nacional.
    Qué orgullo ha de ser para ti que todos lo recordemos con respeto y cariño.
    Fue un ejemplo de gallardía y de amor por la celeste.
    Te felicito.

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