El 17 de junio de 1999, en amistoso previo a la disputa de la Copa América de Paraguay, Diego Alonso hizo su estreno absoluto con la camiseta de la Selección Uruguaya.
El centrodelantero ingresó a los 50´ en sustitución de Gabriel Alvez. Aquel día, los orientales vencieron a los mismos guaraníes 3-2 en el Estadio Tres de Febrero de Ciudad del Este.
Se trataba de un merecido premio para el futbolista de 24 años que venía realizando una serie de notables campañas desde 1997 defendiendo a Bella Vista, club en el que había debutado en 1992.
En el citado 1999, ya acumulaba 12 goles en el primer semestre, destacando los siete en el torneo Apertura, pero, más importante aún, los cinco en 10 partidos en la Copa Libertadores de América, donde llevó a los “papales” a su mejor actuación histórica, alcanzando los cuartos de final.
Pero aquello fue solo la continuación de lo que había comenzado en 1997, cuando obtuvo el ascenso y el certamen de Segunda División, además de la coronación como máximo artillero de la categoría (17 tantos), y de una notable campaña en Primera en 1998 y el título de la Liguilla Pre Libertadores de América, donde fue máximo scorer (en el año, marcó 12 veces entre Uruguayo y Liguilla).
Por lo tanto, 41 goles en tres años eran más que suficientes para lucir la casaquilla celeste.
Obtuvo la convocatoria para la Copa América de Paraguay y recibió el dorsal 19.
En principio, partió como alternativa de Marcelo Zalayeta y Gabriel Alvez en ataque.
Sin embargo, tuvo participación destacada ingresando desde el banco en los dos encuentros que jugó: ante Paraguay en cuartos de final (1-1; entró a los 57´ por Alvez) y frente a Chile en semifinales (1-1; ingresó a los 53´ por Alvez). Ambos duelos se definieron por penales 5-3, ganando ambos la Celeste y marcando en sendas ocasiones el “Tornado” el tercero de cada serie. Cumplió, aunque se quedó sin la posibilidad de disputar la final ante Brasil (0-3).
El entrenador que lo hizo debutar y con el que tomó parte de la Copa América fue Víctor Púa.
Sus últimos cuatro partidos fueron por las Eliminatorias rumbo al Mundial de Corea y Japón 2002, siendo futbolista de Gimnasia y Esgrima de La Plata (Argentina) en los primeros dos, y del Valencia y Atlético de Madrid (ambos de España) en el par restante.
Su primera y única titularidad con el combinado se produjo el 29 de marzo de 2000 en el estreno absoluto de la Celeste en las Eliminatorias, donde se impuso 1-0 a Bolivia en el Centenario con gol de Pablo García.
Sin marcar, fue sustituido a los 78´ por Zalayeta.
El entrenador argentino Daniel Passarella volvió a incluirlo en cancha el 3 de junio de 2000, en un 2-1 ante Chile también en el Centenario, pero solo ingresó a los 80´ por Darío Silva.
El 8 de octubre también se puso la celeste-en realidad, aquel día fue roja- ante Argentina (1-2) en el Monumental de Buenos Aires, sustituyendo a Federico Magallanes a los 88´.
Su último partido oficial fue ante los mismos hermanos platenses, en la última fecha de las Eliminatorias rumbo a Japón y Corea, en el Centenario, el 14 de noviembre de 2001 y con Púa nuevamente al mando del seleccionado. El 1-1 final colocó a Uruguay en el repechaje ante Australia, que terminaría depositando a los charrúas en Asia. El “Tornado” disputó todo el segundo tiempo ante Argentina, ingresando por Darío Silva, autor del tanto local.
Precisamente, ante los australianos Alonso estuvo entre los convocados y en el banco de suplentes, aunque no ingresó en ningún encuentro.
Es importante remarcar que, más allá de lo antes mencionado, el actual entrenador del combinado también estuvo presente en el banco de suplentes-sin ingresar- en otros tres juegos clasificatorios y que entre el 27 de junio de 1999 y el 28 de abril de 2004, actuó en cuatro juegos de carácter “B”, señalando dos goles.
Precisamente, ese del 28 de abril de 2004, bajo las órdenes de Jorge Fossati y ante el Getafe de España, fue su última vez con la camiseta charrúa. Ese día marcó el tanto uruguayo del 1-1 jugando apenas 45´ y ya perteneciendo al Málaga de España. El otro gol no oficial se lo marcó a Sportivo Luqueño de Paraguay (4-0).
Sin embargo, la gran desilusión del goleador fue haber quedado fuera de la lista final del seleccionado de cara al Mundial de Corea y Japón 2002, habiendo tenido actividad con la Celeste hasta fines de 2001.
Finalmente, Darío Silva, Sebastián Abreu y Richard Morales fueron los tres “9” elegidos por Púa, quedando también relegados Javier Chevantón y Marcelo Zalayeta, que también habían formado parte del proceso.
«La ilusión más grande que tengo en mi vida personal y profesional era la de jugar un Mundial, era mi sueño, pero se ha visto truncado. He trabajado bien este año, lo di todo y sé que he hecho todo bien. He estado en 12 convocatorias de la selección, incluso estuve en los partidos de clasificación de Uruguay».
Diego Alonso tras quedar fuera de la Copa del Mundo 2002.
En resumen, fueron siete los partidos oficiales de Alonso con la Celeste como jugador y otros cuatro-con dos goles- en duelos del tipo “B”.
Disputó amistosos, Copa América y Eliminatorias, quedando en el debe la chance de jugar en el Mundial, chance que sí tendrá ahora en Qatar 2022, pero como DT, cargo al que accedió a principios de año y con el que obtuvo la clasificación tras imponerse consecutivamente a Paraguay (1-0), Venezuela (4-1), Perú (1-0) y Chile (2-0).
Que el «Tornado» sople fuerte en Qatar.
AUTOR: PABLO VEROLI