Es difícil considerar “clásico” a un encuentro de fútbol a nivel de selecciones que se disputa desde hace menos de 50 años y en el que no se definió directamente ningún título.
Sin embargo, los partidos entre Uruguay y Australia desde los años noventa del siglo XX a la fecha han escrito páginas de dramatismo y rivalidad muy marcadas, definiendo ni más ni menos que dos ingresos a Copas del Mundo y una semifinal de Copa de las Confederaciones a nivel de mayores y unos cuartos de final de un Mundial Sub 20.
No solo eso: un par de esas definiciones fueron sentenciadas con el polémico “gol de oro”, afortunadamente ya extinto.
La Selección de Australia es joven, ya que Football Australia, el órgano rector del balompié del país, se fundó recién en 1961 y apenas en 1963 logró su afiliación a la FIFA.
Eso sí, sus progresos fueron constantes, aunque con algunos tropezones en el camino.
Por ejemplo: el combinado amarillo comenzó a disputar eliminatorias rumbo a certámenes mundialistas en 1965 y en 1974 alcanzó la máxima meta al clasificar al torneo de Alemania.
Fue en ese contexto que uruguayos y australianos se enfrentaron por primera vez de forma amistosa en el mes de abril de 1974, en tierra de los socceroos.
Se trató de un par de encuentros entre dos combinados que se preparaban para la fiesta mayor de pocos meses después.
La Celeste venía de ser cuarta en el Mundial de México 1970 y, a pesar de algunos cambios, mantenía un nivel competitivo.
Australia era un seleccionado sin ningún prestigio ni título continental que lo adornase.
Sin embargo, siempre la realidad supera cualquier previsión.
El 25 de abril, en el Olympic Park Stadium de Melbourne y ante unos 25.000 espectadores, el local y los charrúas empataron sin goles. Un pequeño aviso de lo que vendría en dicho suelo… y en la Copa del Mundo de Alemania.
Que un equipo formado por Héctor Santos; Mario González, Walter Olivera (45´ Gustavo de Simone), Juan Masnik, Mario Zoryez; Denis Milar (63´ Walter Mantegazza), Alberto Cardaccio, Juan Ramón Silva; Julio César Jiménez, Fernando Morena y Ruben Romeo Corbo no le pudiera ganar a los Jack Reilly; Doug Utješenovic, Peter Wilson, Manfred Schaefer (38´ Adrian Alston), Col Curran; Jimmy Mackay, Jim Rooney, Gary Manuel (62´ Peter Ollerton); Ray Baartz, Branko Buljevic y Ray Richards, llamó poderosamente la atención.
Pero aún más lo fue que ese mismo equipo dirigido por Roberto Porta perdiera 2-0 en la revancha del 27 en el Cricket Ground de Sydeny y frente a 30.000 almas.
Esa vez, Gustavo Ferández suplantó a Santos en el arco; De Simone al “Indio” Olivera; Luis Garisto a Masnik; Mantegazza a Milar y José Gervasio Gómez a Silva.
Ray Baartz y Peter Ollerton, ambos en el segundo tiempo, sentenciaron a Uruguay. Tiempo después, llegaría el descalabro mundialista y el combinado comenzaría a vivir unos años de ostracismo muy dolorosos.
Puede que suene exagerado, pero Australia hizo las dos primeras zancadillas para unas de las caídas más pesadas de la Selección desde sus inicios a la fecha.
Dieciocho años pasaron para que ambos combinados volvieran a verse las caras, en este caso en otro amistoso sin demasiada relevancia.
En realidad, se trataba de una de las pruebas de futbolistas y sistemas que estaba implementando el novel entrenador, Luis Cubilla, de cara a la Copa América de Ecuador 1993 y las Eliminatorias rumbo al Mundial de Estados Unidos 1994.
El 21 de junio de 1992 en el Centenario y ante 20.000 personas, la Celeste venció a su adversario por primera vez: 2-0 con tantos de Sergio Martínez (64´) y Alejandro Larrea (84´).
No estaban los Francescoli, Fonseca o Sosa, pero Robert Siboldi; Cesilio de los Santos, Daniel Sánchez, Fernando Kanapkis, Nelson Cabrera; Marcelo Saralegui, Jorge Barrios, José Luis Zalazar; Adrián Paz (78´ Diego Dorta), Alejandro Larrea y Claudio Morena (45´ Sergio Martínez) bastaron para imponerse a un oponente sin mayores figuras.
EL PRIMER PASO A LA RIVALIDAD
Fue en 1993, pero no fue en mayores. Fue en Sub 20 y en un Mundial que, curiosamente, se disputó en… Australia.
Uruguay, candidato al título por potencial deportivo, obtuvo el Grupo B tras doblegar a la vigente campeona del mundo, Portugal (2-1; dos tantos de Fabián O´Neill), y a Alemania (2-1; goles de Diego López y Fernando Correa), y empatar con Ghana (1-1; festejo de “Petete” Correa).
En el Grupo A, Australia, que estaba cocinando la mejor generación de futbolistas de su historia hasta ese momento, también hizo lo suyo: victorias ante Colombia (2-1) y Rusia (3-1) y caída, ya clasificada, ante Camerún (0-2). Fue segunda por diferencia de goles tras los rusos.
El 13 de marzo, el juego más atrayente del torneo se realizó en el Lang Park de Brisbane ante 15.000 hinchas.
Sergio Martínez; Marcos Madruga, Nelson Olveira, Tabaré Silva, Edgardo Adinolfi (Alejandro Traversa); Fernando Rodríguez, Sergio Sena, Rodrigo Lemos, Alejandro Márquez; Fabián O´ Neill y Fernando Correa fueron los elegidos por Ángel Castelnoble.
En Australia destacaban algunos futbolistas con los que habrían de disputarse varias batallas más: Kevin Muscat, Craig Moore y Paul Agostino.
Sena adelantó a los orientales, pero Agostino niveló a los 59´. Con el partido empatado, se disputó un alargue clásico, pero que, como nuevo añadido, contaba con el estreno absoluto de una regla que incorporó la FIFA y que rápidamente se volvería impopular: el “gol de oro”, o también conocida como la “muerte súbita”. No había misterios: como en el campito o el barrio, el que hacía el gol, ganaba y se terminaba el juego. Si se mantenía la igualdad al cabo de la media hora extra, se definiría por penales.
Para desgracia charrúa, el gol de Anthony Carbone a los 99´ hizo pasar a la historia a nuestro combinado, pero de una forma no deseada, siendo el primer seleccionado en caer de esta forma, aunque más no fuera en una categoría menor.
¡DOS PLATOS!
Como campeón de América de 1995, Uruguay accedió a disputar la Copa de las Confederaciones de 1997 en Arabia Saudita.
A decir verdad, este torneo de mayores fue más un compromiso que un certamen añorado o buscado para la gloria debido a la reciente y dolorosa eliminación del Mundial de Francia 1998.
En pleno recambio generacional, sin un entrenador designado de forma oficial, Víctor Púa, el DT subcampeón mundial Sub 20 en Malasia, se hizo cargo y, con un plantel compuesto por ocho de sus futbolistas juveniles más otros 12 hombres de experiencia, pero ya sin ninguno de los cracks de otrora salvo Paolo Montero y Álvaro Recoba, la Celeste disputó una primera fase sensacional.
Así, cayeron sin paliativos Emiratos Árabes (2-0), República Checa (2-1) y Sudáfrica (4-3) por el Grupo B, que los orientales hicieron suyo.
La ilusión en el combinado renacía, pero fueron, una vez más, los australianos los que bajaron a tierra a los nuestros… y de la peor manera.
El 19 de diciembre de 1997, en el estadio King Fahd II de Riad y ante 25.000 espectadores, Púa alineó para las semifinales a Claudio Flores; Gustavo Méndez,
Diego López, Paolo Montero, Edgardo Adinolfi; Líber Vespa, Gonzalo de los Santos, Pablo García; Álvaro Recoba (81´ Darío Silva); Marcelo Zalayeta y Nicolás Olivera.
Australia, que ya comenzaba a disfrutar de su primera gran generación de futbolistas, jugó así: Mark Bosnich; Milan Ivanović, Alex Tobin, Tony Vidmar
Kevin Muscat, Craig Foster, Ned Zelić, Aurelio Vidmar (80´ Josip Skoko), Stan Lazaridis; Mark Viduka y Harry Kewell. Su DT era un histórico inglés: Terry Venables.
La Celeste fue superior la mayor parte del encuentro y mereció anotar un gol, pero los 90´ se fueron con score en blanco. Una vez más, sí… Una vez más, el “gol de oro” podría definir al finalista del prestigioso evento internacional. Y lo definió, nomás, con tanto del promocionado Kewell a dos minutos de reiniciado el cotejo. Nuevamente afuera ante Australia en un certamen de importancia, nuevamente a través de la “muerte súbita”.
¡URUGUAY SACA LA CABEZA!
Pero no todas iban a ser verdes y, en 2001, Uruguay se quedó, ¡por fin!, con la definición más importante disputada hasta el momento entre charrúas y socceroos.
Después de 12 años de frustraciones, la Celeste se encontraba a 180´ de volver a una Copa del Mundo de mayores.
Como 5º colocado de las Eliminatorias de la CONMEBOL, los orientales dirimieron supremacías ante los vencedores de la zona de Oceanía (OFC).
La expectativa era inmensa. La ilusión, de las mayores de los últimos años en nuestro país.
El mejor combinado australiano de su, hasta ahí, joven historia se medía ante un Uruguay nada brillante, pero muy batallador y con muchas ganas de volver a codearse con los mejores.
El 20 de noviembre de 2001 se realizó el primer round en el Cricket Ground de Melbourne, ante la impactante cifra de 90.000 espectadores.
Los comandados, una vez más, por Púa, cayeron de forma ajustada 1-0, con anotación de penal de un viejo conocido, Muscat, a los 78´.
Uruguay: Fabián Carini; Washington Tais, Alejandro Lembo, Paolo Montero, Darío Rodríguez; Gonzalo de los Santos, Pablo Gabriel García, Gianni Guigou; Álvaro Recoba; Javier Chevantón (77´ Mario Regueiro) y Federico Magallanes (71´ Guillermo Giacomazzi).
Australia: Mark Schwarzer; Kevin Muscat, Shaun Murphy, Craig Moore, Tony Vidmar; Brett Emerton, Paul Okon, Josip Skoko, Stan Lazaridis (45´ Paul Agostino); Mark Viduka y Harry Kewell. DT: Frank Farina.
En un clima de enorme expectación, el 25 de noviembre y ante más de 65.000 aficionados en el Centenario, la Celeste goleó 3-0 y se aseguró su boleto mundialista. Darío Silva (14´) y Richard Morales (71´ y 90´) desataron la locura de más de tres millones.
¡Uruguay volvía a la Copa del Mundo! Y lo hacía imponiéndose por primera vez “por las que duelen” a su nuevo “clásico”, en duelos con hinchadas hostiles en ambos países.
Uruguay: Fabián Carini; Washington Tais, Alejandro Lembo, Paolo Montero, Darío Rodríguez; Pablo García, Gianni Guigou, Mario Regueiro (64´ Gonzalo de los Santos); Álvaro Recoba, Darío Silva (81´ Gonzalo Sorondo) y Federico Magallanes (65´ Richard Morales).
Australia: Mark Schwarzer; Kevin Muscat (62´ Paul Agostino), Shaun Murphy (81´ John Aloisi), Craig Moore, Tony Vidmar; Brett Emerton, Paul Okon, Josip Skoko, Stan Lazaridis; Mark Viduka y Harry Kewell. DT: Frank Farina.
LA MÁS DOLOROSA
La misma instancia se produjo de cara al Mundial de Alemania 2006. El repechaje de 2001, se repitió en 2005, pero con el final más triste: la eliminación.
Australia era un combinado todavía más potente que en 2001, mientras que Uruguay, que volvió a sufrir mucho para alcanzar el tan deseado 5º puesto en Sudamérica, ya contaba con tres de tantos otros futbolistas que le devolverían el prestigio internacional unos años después: Diego Lugano, Diego Forlán y Diego Pérez.
Con el clima de “petit clásico” renacido, la Celeste se impuso 1-0 en casa el 12 de noviembre de 2005 ante 60.000 espectadores con gol de Darío Rodríguez a los 36´. A la inversa de cuatro años atrás, ahora la suerte se definiría en Sydney, pero sin la presencia de Forlán quien, en su mejor momento, disputó apenas 18´ antes de lesionarse y retirarse del campo.
Jorge Fossati era el entrenador celeste y el neerlandés Guus Hiddink, el australiano.
Uruguay: Fabián Carini; Carlos Diogo (64´ Fabián Estoyanoff), Diego López, Paolo Montero, Darío Rodríguez; Pablo García, Diego Pérez; Diego Forlán (19´ Darío Silva), Álvaro Recoba; Marcelo Zalayeta (64´ Guillermo Rodríguez) y Richard Morales.
Australia: Mark Schwarzer; Tony Vidmar, Lucas Neill, Tony Popovic, Brett Emerton; Jason Culina, Scott Chipperfield, Vince Grella; Harry Kewell; Archie Thompson (52´ Mark Bresciano) y Mark Viduka (80´ John Aloisi).
La revancha fue un “palo” durísimo: el 16 de noviembre, en el Telstra Stadium de Sydney (85.000 almas), el 1-0 local (Bresciano 35´) llevó, esta vez, al alargue y los penales y no al “gol de oro”, pero la suerte fue la misma.
La Celeste marró dos y… adiós a Alemania. Australia volvía a dejar por tercera ocasión a los orientales sin la alegría tan buscada en un duelo directo.
Uruguay: Fabián Carini; Carlos Diogo, Diego Lugano, Paolo Montero (81´ Marcelo Sosa), Guillermo Rodríguez, Darío Rodríguez; Pablo García, Gustavo Varela, Álvaro Recoba (72´ Marcelo Zalayeta), Mario Regueiro (97´ Fabián Estoynaoff); Richard Morales.
Australia: Mark Schwarzer; Tony Vidmar, Lucas Neill, Tony Popovic (31´ Harry Kewell); Brett Emerton (110´ Josip Skoko), Jason Culina, Scott Chipperfield, Vince Grella, Mark Bresciano (96´ John Aloisi); Tim Cahill y Mark Viduka.
ÚLTIMO Y BALANCE
El 2 de junio de 2007, en el mismo Telstra Stadium, los charrúas se impusieron 2-1 con tantos de Forlán (39´) y Recoba (76´), revirtiendo el 1-0 inicial (Mile Sterjovki 6´). Se trató de un amistoso donde los ánimos no estaban tan caldeados como otrora tanto dentro como fuera de la cancha.
El nuevo proceso comandado por Oscar Tabárez estaba comenzando a dar sus frutos y aquel equipo, además de los Lugano, Forlán o Pérez, ya contaba con Andrés Scotti, Cristian Rodríguez, Mauricio Victorino, Jorge Fucile y Sebastián Abreu.
Fue el último match “clásico” hasta hoy.
En resumen: fueron nueve los juegos entre Australia y Uruguay en mayores desde 1974, con cuatro éxitos charrúas, un empate y cuatro festejos oceánicos. La Celeste marcó ocho tantos y recibió seis.
Si bien la paridad es casi total, lo cierto es que los australianos se quedaron con dos definiciones (semifinales de las Confederaciones 1997-“gol de oro”- y repechaje Mundial 2006) y los nuestros con una (repechaje Mundial 2002).
Si a eso le sumamos el duelo clave en la Copa del Mundo Sub 20 1993 (“gol de oro”), entonces el saldo favorece a los socceroos.
Eso por no agregar el último de los cotejos: fase de grupos del Mundial de Perú 2005 en Sub 17, con triunfo australiano 2-1 el 19 de setiembre.
Por ahora, al charrúa se le hace bastante difícil domar al canguro.
AUTOR: PABLO VEROLI