Luego de más de tres décadas sin conseguirlo, Uruguay reconquistó el cetro de campeón, por octava vez en su historial y segunda en tierras ecuatorianas. La celeste, gran protagonista de los torneos juveniles, incluso alcanzando un tetracampeonato consecutivo entre 1975 y 1981, sufrió una sequía que duró 36 años. El último título lo había obtenido en 1981, casualmente, también en la altura de Quito. Uruguay, ganó los campeonatos de 1954, 1958, 1964, 1975, 1977, 1979, 1981 y 2017. Además, fue subcampeón en seis oportunidades y tercero en otras seis, dejando en evidencia lo fuerte y competitiva que -históricamente- es la selección en el continente también a nivel juvenil.
GÉNESIS
El XXVIII Campeonato Sudamericano Sub-20 “Juventud de América” estuvo a punto de cambiar de país anfitrión, ya que, 8 meses antes de disputarse el torneo, Ecuador sufrió un terremoto de importante magnitud que provocó grandes destrozos en varias ciudades y dejó casi 800 personas fallecidas.
Sin embargo, en julio de 2016 la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) confirmó la organización del evento, pues el sismo no había afectado la zona donde tendría lugar la competencia sudamericana y todos los estadios se encontraban habilitados.
El sorteo de grupos previsto para fines de noviembre de 2016 en Montevideo, durante el Congreso de la CONMEBOL, debió postergarse un mes por el trágico accidente aéreo ocurrido en las cercanías de Medellín (Colombia) del equipo brasileño de Chapecoense. Finalmente, el evento tuvo lugar en la sede de la CONMEBOL en Luque, Paraguay.
El Departamento de Competencias de la CONMEBOL determinó que las cabezas de serie de los grupos A y B, fueran respectivamente, Ecuador, por ser el anfitrión y Argentina, por ser el campeón vigente. Las otras ocho selecciones fueron emparejadas en 4 llaves de acuerdo a la posición que ocuparon en el último Campeonato Sudamericano Sub-20 disputado en Uruguay en el año 2015. Las sedes de la primera fase fueron Ibarra, Ambato y Riobamba y el hexagonal final se disputó íntegramente en Quito.
Realizado el sorteo Uruguay quedó en el grupo B, emparejado con Argentina, Bolivia, Perú y Venezuela. Mientras que el grupo A, quedó integrado con Ecuador, Brasil, Colombia, Paraguay y Chile.
De esta manera, el Campeonato Sudamericano Sub-20 se disputó por tercera vez en Ecuador, las anteriores ediciones fueron en 1981 y 2001.
La primera fase se jugó en las sedes de Ibarra, Ambato y Riobamba, mientras que el hexagonal final, íntegramente en Quito, en el estadio Olímpico Atahualpa.
SISTEMA DE DISPUTA
En la primera fase, las 10 selecciones participantes se dividieron en dos grupos de 5, clasificando los tres primeros de cada uno a un hexagonal final a única ronda, todos contra todos. El certamen otorgó 4 plazas para la Copa Mundial de Fútbol Sub-20 de 2017, que se realizó entre mayo y junio en Corea del Sur.
LA PREPARACIÓN CELESTE
El entrenador elegido fue Fabián Coito, que desde 2007 y con muy buenos resultados, formaba parte del proceso de largo plazo que coordinaba Oscar Tabárez.
Dirigió durante dos años la selección sub-15, luego estuvo durante un lustro al frente de la sub-17 y en 2014, se lo designó como entrenador de la sub-20. En su palmarés contaba con dos subcampeonatos sudamericanos, en 2007 con la sub-15 y en 2011 con la sub-17. También en el año 2011, se consagró subcampeón en la Copa Mundial sub-17, cayendo en la final ante el local, México. En 2015, con una selección conformada con futbolistas sub-22, ganó la Medalla de Oro en los Juegos Panamericanos, realizados en Canadá, que Uruguay solo había conseguido en 1983.
La frustración de no poder clasificar al Mundial sub-17 de Chile de 2015, propició la formación de una selección con jugadores sub-18, para no perder el ritmo de los entrenamientos de los sub-17, y pensando en el próximo Sudamericano Sub-20.
A comienzos de abril, con Coito abocado a la selección que se preparaba para los Juegos Panamericanos, este nuevo grupo, quedó a cargo de Alejandro Garay. Participaron de un cuadrangular amistoso en Corea del Sur, en el que intervinieron, además de Uruguay y el conjunto local, Bélgica y Francia. Los celestes derrotaron a Francia, pero cayeron ante los coreanos y belgas, quedando en el último lugar.
En julio, también con Garay al mando, disputaron un torneo internacional en Los Ángeles y esta vez con 2 triunfos, ganaron el certamen amistoso ante Estados Unidos y República Checa.
En los últimos meses del año, enfrentaron en Montevideo a la selección de Rusia Sub-17, cotejo que finalizó con victoria uruguaya por 2 a 1. Y luego, jugaron varios partidos contra clubes locales o selecciones departamentales.
A comienzos de diciembre de 2016, Fabián Coito convocó a 28 futbolistas para entrenar en el complejo deportivo de la AUF. Los futbolistas del medio local se presentaron inmediatamente y unos días más tarde, lo hicieron los convocados del exterior: Rodrigo Bentancur de Boca Juniors y Nicolás Schiappacasse del Atlético Madrid. Quedaron desafectados Ramiro Guerra de Villarreal y Federico Valverde de Real Madrid,, pues no fueron autorizados por sus respectivos clubes.
Durante todo el mes, bajo un fuerte calor, los futbolistas realizaron una intensa preparación, con fútbol, trabajos físicos y tácticos en jornadas simples y dobles en las instalaciones de la ruta 101 de la AUF.
Pese a tener plazo hasta el 3 de enero para dar la lista definitiva de 23 futbolistas, el 29 de diciembre, Coito confirmó el plantel definitivo para jugar el Sudamericano. La lista quedó integrada con 21 jugadores de los siguientes clubes del medio local: Nacional, Danubio, Peñarol, Fénix, River Plate, Wanderers, Defensor Sporting, Plaza Colonia, Liverpool y Cerro. Los dos futbolistas restantes fueron provistos por Boca Juniors y Atlético de Madrid, que aportaron uno cada uno.
Uruguay despertaba expectativas para afrontar el campeonato. Llegaba muy bien preparado, con un Cuerpo Técnico con mucha experiencia y contaba con un plantel interesante, que incluía jugadores de la talla de Nicolás Schiappacasse y Rodrigo Bentancur, que ya jugaban en el extranjero, y Rodrigo Amaral.
EL TORNEO
Gran emoción y entusiasmo había en Ecuador por la realización del Campeonato Sudamericano. La Federación Ecuatoriana de Fútbol hasta creó un himno con el fin de amenizar la fiesta del fútbol y una mascota oficial denominada “Aya Huma” que trataba de un guerrero, que por su gran fuerza nunca era derrotado, con colores que hacían alusión a la variedad de la diversidad de la cultura indígena. Las autoridades pretendían levantar el ánimo de la población aún afectada por el sismo ocurrido hacía menos de un año, además, contaban con un buen seleccionado con que podía aspirar a la obtención del título de campeón.
Los medios de prensa promocionaron el torneo como la oportunidad de observar a los futuros cracks, entre los que destacaban a los ecuatorianos William Vargas, Joao Rojas y Bryan Cabezas; el argentino Lautaro Martínez, los colombianos Luis Alberto García y Juan Camilo Hernández, el brasileño Artur, el peruano Brian Reyna, el venezolano Yefferson Soteldo y nuestro, Nicolás Schiappacasse.
PRIMERA FASE
El 18 de enero y en Riobamba, dio inicio el campeonato con dos encuentros correspondientes al grupo A, a primera hora se enfrentaron Paraguay vs. Colombia y en el cotejo de fondo, lo hicieron Ecuador – Brasil.
En la ciudad de Ibarra, un día después, comenzó el grupo B con los partidos: Uruguay – Venezuela y Argentina – Perú.
En el debut, los charrúas dejaron dos puntos al empatar sin abrir el marcador ante la selección “vinotinto”. No fue un buen partido de los celestes, que en el trámite fueron casi siempre superados. La chance más clara de gol uruguaya fue un remate penal, que lamentablemente De La Cruz malogró.
El equipo dirigido por Fabián Coito debió enfrentar a Argentina en el segundo compromiso y luego de estar tres veces en ventaja, terminó igualando en 3 goles, volviendo a dejar unidades por el camino en la serie. Fue un partido difícil, parejo en el primer tiempo, pero con victoria uruguaya por 2 a 1 con anotaciones de Rodrigo Amaral y Nicolás De La Cruz (de penal). En el segundo período, Argentina fue superior y logró empatar. Sin embargo, otro penal, esta vez ejecutado por Nicolás Schiappacasse, puso nuevamente arriba a Uruguay en el score, pero a poco del final los argentinos marcaron el definitivo empate.
El primer triunfo llegó en el tercer encuentro cuando luego de tener fecha libre, derrotó a Perú 2-0, comenzando a trepar en la tabla de posiciones. Uruguay fue ampliamente superior, Amaral abrió la cuenta rematando un penal y dio cifras definitivas Schiappacasse.
El último partido de la serie de Ibarra fue una contundente victoria celeste ante Bolivia por 3-0, logrando la clasificación al hexagonal final. Dos goles en la primera parte de Rogel y Bentancur cerraron el partido y Amaral selló la goleada a poco del final del cotejo.
Meritoria actuación de los celestes que finalizaron primeros e invictos con dos puntos de ventaja sobre Argentina y con una notoria mejora futbolística con el correr de los partidos.
En la fase de grupos, Venezuela resultó la sorpresa, pues no solo clasificó, sino también, al igual que Uruguay y Argentina, lo hizo en forma invicta.
HEXAGONAL FINAL
Para esta instancia, los clasificados fueron por el grupo A: Ecuador, Colombia y Brasil, y por el B: Uruguay, Argentina y Venezuela. Los seleccionados debieron trasladarse a la capital ecuatoriana para intentar conseguir uno de los cuatro billetes para el Mundial de la categoría y luego, también buscar el título.
Dio inicio el 30 de enero, bajo el formato de triple jornada en el Estadio Olímpico Atahualpa; Uruguay -a segunda hora- se midió con Argentina.
URUGUAY – ARGENTINA
El primer escollo fue Argentina y el clásico del Río de la Plata se salvó con muy buena nota ya que fue goleada por 3-0. Este encuentro fue totalmente diferente al anterior y en pocos minutos, Uruguay noqueó a su eterno rival. Tres soberbias anotaciones, en un partido desequilibrado tras la temprana expulsión de un futbolista albiceleste. En el minuto 37, Nicolás De la Cruz con tremendo disparo a distancia puso el primero. Tres minutos después, el defensa Mathías Olivera con remate raso convirtió el segundo y el tercero llegó en el minuto 61, por obra de Rodrigo Amaral, mediante certero cabezazo.
URUGUAY – BRASIL
En la segunda fecha ante el conjunto brasileño, Uruguay consiguió un gran triunfo de atrás y en la hora con un gol de Matías Viña. Fue un partido parejo con situaciones para ambos, pero inicialmente la efectividad la tuvo Brasil, que faltando poco para el medio tiempo, abrió el score y se fue ganador al descanso. En el segundo tiempo, luego de un saque en largo de Mele, la peinó Schiappacasse en 3 cuartos de cancha, la pelota la recibió a Amaral que en la medialuna sacó un zurdazo que venció a un arquero que estaba levemente adelantado.
Sobre el final del partido, los dos centrales de Brasil fueron expulsados y Uruguay se volcó decididamente al ataque para intentar conseguir la victoria. A los 93 minutos, Facundo Waller tiró un pelotazo al área y Viña totalmente habilitado, bajó la pelota y definió por debajo del guardameta y puso el agónico 2 a 1.
URUGUAY – COLOMBIA
Colombia fue el tercer rival. Los cafeteros venían muy mal y se jugaban mucho ante los celestes. Sin embargo, el equipo de Coito logró vencer con un categórico 3-0.
El primer tiempo venía parejo, pero Uruguay cerca de la mitad, consiguió la ventaja con una bolea al borde del área de Waller que ingresó en el ángulo. En los segundos 45 minutos, Sachiappacase aprovechó una pelota filtrada y anotó el 2 a 0 parcial. Cerró el score, el capitán De La Cruz, tras el cobro de un penal. Con este resultado, Uruguay se aseguró la clasificación al Mundial.
URUGUAY–VENEZUELA
De ganar este encuentro, los celestes se alzaban con el título. Pero Venezuela fue efectiva y convirtió tres tantos en pocos minutos, los últimos dos, de penal. Lo peor, no fue la abultada derrota, por 3 a 0, sino que, varios futbolistas fueron amonestados y quedaron suspendidos para el decisivo partido ante Ecuador.
URUGUAY–ECUADOR
El último escollo fue el dueño de casa que venía entonado con un par de victorias y que buscaba el primer título de campeón de su historia. En tanto a los celestes le bastaba un empate para coronarse como los mejores, pero salieron decididos a sentenciar el juego desde el principio.
El entrenador Coito, realizó seis modificaciones debido a las suspensiones y, una de ellas, le dio grandes dividendos: Joaquín Ardaiz. En el cuarto minuto de juego, el delantero robó un balón en ataque y definió por entre las piernas del portero, colocando el 1 a 0.
Promediando el primer tiempo, tras pase profundo desde el centro del campo de Nicolás De La Cruz, el propio Ardaiz, con gran definición de pierna izquierda y cambiándole el palo al arquero, anotó el segundo tanto.
Durante toda la primera parte, Uruguay manejó el trámite, apoderándose del mediocampo, en el sector defensivo cerró las bandas y siempre se intentó proyectar a los delanteros De La Cruz y Ardaiz.
En el segundo tiempo, los charrúas saltaron al césped con la misma actitud, buscar con insistencia el arco rival para tratar de definir el encuentro. Pero, el conjunto local realizó algunos cambios tácticos que le dieron mayor poder ofensivo. En el minuto 66, logró descontar, en una distracción de la defensa celeste, a través de un pelotazo frontal que el delantero ecuatoriano Herlin Lino, recogió y remató con clase venciendo el arco uruguayo. Tras el gol del descuento, Ecuador empezó a soñar con el empate, mientras que la escuadra charrúa se replegó para mantener el resultado. Primero, Coito sustituyó a Ardaiz por el goleador del equipo, Rodrigo Amaral y más tarde reforzó el sector defensivo con Roberto Fernández, que ingresó por De la Cruz. Con esta nueva estructura, Uruguay pudo terminar victorioso, pese a los continuos embates de los ecuatorianos en los últimos minutos. El sólido conjunto celeste se aferró a la victoria que le dio el campeonato.
Además de Uruguay y Ecuador, clasificaron a la Copa Mundial de la categoría, Venezuela y Argentina.
AUTOR: ANÍBAL REY