Entre el 13 de marzo y el 2 de abril de 1958 se disputó en Chile el segundo Sudamericano de selecciones Sub 20 tras el torneo inicial celebrado en Caracas en 1954 y que fue obtenido por Uruguay.
En esta nueva ocasión, los celestes volverían a marcar supremacía a nivel continental conquistando su segundo galardón al hilo y, nuevamente, de forma invicta.
El formato consistió en una rueda de todos contra todos entre los seis combinados intervinientes: los orientales, Argentina, Brasil, Chile, Perú y Venezuela. Las ciudades sede fueron Santiago de Chile y Valparaíso.
El entrenador celeste en esta ocasión fue Juan Aguilar, quien realizó una convocatoria muy heterogénea, con representantes de diez clubes del fútbol charrúa: Racing, Cerro, Nacional, Peñarol, Wanderers, Central, River Plate, Danubio, Rampla Juniors y Canillitas.
El resto de la delegación se compuso de la siguiente manera: Ricardo Lombardo y Lucio Mujica (delegados) y Eliseo Domínguez (kinesiólogo).
Uruguay debutó el 15 de marzo con una victoria 4-2 ante Perú en el estadio Nacional de Santiago.
La Celeste salió a la cancha con Luis Gutiérrez; Nelson Quimpos, Eduardo Endériz, Ignacio Bergara; Ruben González, Julio Benítez; Carlos Carranza Fernández, Juan Dimitrio, Héctor Salvá, Mario Mederos y Roberto González. Ingresaron: Jorge Campanella y Ruben Martínez.
Uruguay logró encauzar el triunfo ya en la primera mitad, en la que cerró el score ganando 3-1 con anotaciones de Salvá (2) y Dimitrio, descontando Custodio para los incaicos.
En el complemento, Carlos Carranza Fernández hizo el cuarto y, en la hora, Ramírez volvió a achicar la diferencia para Perú.
Tres días después, el 18 de marzo, sobrevino la primera gran prueba de fuego para los gurises de Aguilar: Brasil, también en Santiago.
Los uruguayos fueron los mismos once que ante los del Pacífico, aunque en esta ocasión ingresaron en el transcurso del encuentro los jugadores Héctor “Lito” Silva y Mario Salvo.
Los norteños se adelantaron a los 10´, pero Mederos logró el empate a los 26´. Roberto volvió a poner en ventaja a Brasil a los 35´, pero, a los 44´, antes de finalizar la primera mitad, Roberto González alcanzó la igualada definitiva. No hubo más tantos en el complemento: 2-2.
El día 20, el fixture marcaba otro clásico, en este caso el rioplatense, ante Argentina, que llegaba en igualdad de condiciones con los orientales: un triunfo (6-1 a Venezuela) y un empate (5-5 ante Perú).
Fue un nuevo partidazo entre dos combinados que disponían de varios futbolistas que serían figuras continentales pocos años después.
Siempre en el Nacional de Santiago y con el arbitraje de J. L. Silva, los rivales de siempre alinearon de la siguiente manera:
Uruguay: Gutiérrez (Yamandú Solimando); Quimpos, Endériz, Bergara; Rub. González, Benítez; Carranza Fernández, Dimitrio, Salvá, Mederos (Campanella) y Rob. González.
Argentina: Néstor Errea; Vásquez, Siles, Juan Carlos Staukas; Federico Salvatti, Schneider; Osmar Stelmann, Norberto Raffo, Roberto Saporiti (Maidana), Ermindo Onega y Raúl Pérez.
El resultado fue un nuevo empate 2-2, pero en esta ocasión los celestes fueron ganando 2-1 (goles de Dimitrio y Mederos) hasta que en el último minuto, “Toro” Raffo alcanzó el nivelado final.
Ante nuevas victorias de Brasil (4-0 a Venezuela y 1-0 a Argentina), los chiquilines tenían que imponerse a toda costa a Chile el 30 de marzo para seguir contando con las primeras opciones de título.
Y, en el mismo escenario capitalino, no defraudaron: golearon 3-0 a los dueños de casa, en un duelo clave.
Gutiérrez; Quimpos, Endériz, Bergara; Rub. González, Benítez; Carranza Fernández, Silva, Salvá, Mederos y Rob. González (Ruben Martínez) alinearon para los nuestros, que sentenciaron el cotejo ya en la primera parte con tantos de “Lito” Silva, Mederos y Carranza Fernández.
Aquel día todo salió redondo para los charrúas ya que, de forma sorpresiva, Perú se impuso con un tanto agónico de Custodio 2-1 a Brasil lo que, a falta de una jornada, dejó a Uruguay un punto por encima de los norteños, por lo que una victoria ante Venezuela le daría el segundo éxito consecutivo en la categoría.
Sin nada que perder en Santiago, la “Vinotinto” planteó un encuentro durísimo el 2 de abril.
Gutiérrez; Quimpos, Endériz, Bergara; Rub. González, Benítez; Carranza Fernández, Silva, Salvá, Mederos y Rob. González fueron los once de Aguilar.
El referee fue P. Prieto.
El tempranero cabezazo a la red de “Chino” Salvá pareció aclarar definitivamente el panorama, pero los venezolanos empataron un minuto antes del descanso.
A poco de iniciado el segundo tiempo, Carranza Fernández puso el 2-1. Los uruguayos eran más y mejores.
Cuando restaban pocos minutos y el título parecía asegurado, empató Venezuela y se produjeron incidentes entre los actores del espectáculo, que acabó con el juego suspendido un minuto antes del tiempo reglamentario.
Brasil, que jugaba a segunda hora ante Chile, tuvo la posibilidad de igualar la línea de Uruguay, pero un tanto agónico de Venegas amargó a los norteños. El 2-2 dejó a la Celeste en la cima de forma exclusiva, una unidad por delante de la “verdeamarelha”, Argentina y Perú.
La tradición uruguaya de ser campeones en cualquier categoría y donde fuera, seguía intacta: los chiquilines no defraudaron y siguieron manteniendo el listón bien arriba. Y, una vez más, en calidad de invictos.
La alegría provocada al pueblo por los jóvenes orientales (fueron recibidos por una multitud en el aeropuerto de Carrasco) no fue menor: si bien no cicatrizaba las heridas producidas por la eliminación rumbo a la Copa del Mundo de Suecia 1958 a nivel de mayores, al menos despertaba expectativa en el futuro con la nueva camada de campeones. Y ese fue su mayor mérito.
“El Bien Público” no tuvo dudas: “Han demostrado capacidad técnica, han demostrado corrección, han demostrado tesón”.
Los máximos goleadores orientales fueron Carlos Carranza Fernández, Mario Mederos y Héctor Salvá, este último una de las grandes figuras del certamen.
Recordamos que en la siguiente edición de Colombia 1964, Uruguay obtendría el título de campeón sudamericano juvenil Sub 20 por tercera vez en fila (1954, 1958 y 1964).
Detalles del Sudamericano
Fecha: 13 de marzo al 2 de abril
Sede: Santiago y Valparaíso (Chile)
Participantes: Argentina, Brasil, Chile, Perú, Uruguay y Venezuela
Fixture de Uruguay
Única Ronda
15/03/1958 | Uruguay 4 – 2 Perú (Goles: Héctor Salva -2, Juan Dimitrio y Carlos Carranza Fernández)
18/03/1958 | Brasil 2 – 2 Uruguay (Goles: Mario Mederos y Roberto González)
20/03/1958 | Argentina 2 – 2 Uruguay (Goles: Juan Dimitrio y Mario Mederos)
26/03/1958 | Uruguay 3 – 1 Chile (Goles: Héctor Silva, Mario Mederos y Carlos Carranza Fernández)
02/04/1958 | Uruguay 2 – 2 Venezuela (Goles: Héctor Salvá y Carlos Carranza Fernández)
*Uruguay campeón con siete puntos e invicto
Campeón: Uruguay
Vicecampeón: Argentina (por diferencia de goles)
Clasificaciones: —
Goleador: Norberto Raffo – Argentina (5)
Goleador de Uruguay: Carlos Carranza Fernández, Mario Mederos y Héctor Salvá (3)
Resumen estadístico: PJ: 5, PG: 2, PE: 3, PP: 0, GF: 13, GC: 9 7 puntos de 10 posibles
Plantel – Club – PJ (Goles)
Héctor Alcántara – Racing – 0 (0)
Luis Barbas – Wanderers – 0 (0)
Julio Benítez – Racing – 5 (0)
Ignacio Bergara – Racing – 5 (0)
Jorge Campanella – Nacional – 2 (0)
Nelson Quimpos – Danubio – 5 (0)
Julio Dalmao – Cerro – 0 (0)
Juan Dimitrio – Nacional – 3 (2)
Eduardo Endériz – Central Español – 5 (0)
Carlos Carranza Fernández – Peñarol – 5 (3)
Roberto González – Peñarol – 5 (1)
Ruben González – River Plate – 5 (0)
Luis Gutiérrez – Peñarol – 5 (-7)
Ruben Martínez – Peñarol – 2 (0)
Mario Mederos – Peñarol – 5 (3)
Héctor Salvá – Canillitas – 5 (3)
Mario Salvo – Rampla Juniors – 2 (0)
Héctor Silva – Danubio – 3 (1)
Yamandú Solimando – Danubio – 1 (-2)
DT: Juan Aguilar
AUTOR: PABLO VEROLI
En la foto del equipo celeste, hay un error Julio Benítez y Ruben Gonzales figuran con los nombres intercambiados.