Solamente un futbolista en la historia del seleccionado nacional ostenta el récord de haber marcado en todas las categorías menores de manera oficial (Sub 17, Sub 20 y Sub 23) y en el combinado mayor.
Curiosamente, y si bien fue un jugador reconocido, no se trata de ninguno de los grandes campeones que han lucido la Celeste. Eso enaltece más su récord.
Hablamos de Osvaldo Francisco Canobbio (Montevideo, 17/2/1973), popular delantero de la década del 90 y principios del siglo XXI.
Surgido de River Plate, club al que llegó a los 12 años, comenzó a destacarse rápidamente en las divisiones juveniles, lo que hizo que fuera seleccionado por el entrenador Isabelino Barrios para el plantel oriental que disputaría el Sudamericano juvenil Sub 17 de 1988 en Ecuador.
Aquel no fue un buen torneo para los charrúas ya que apenas se le ganó a Perú 3-0, se cayó ante Colombia (0-2) y Argentina (1-3) y se igualó ante Bolivia (1-1). Precisamente, ante los del altiplano Canobbio marcó para Uruguay su único tanto en la categoría. Entre otros, actuaron para ese equipo Marcelo Tejera, Rodrigo Lemos y Carlos Nicola, quienes también llegarían a la mayor.
En 1991, mientras continuaba con su rendimiento ascendente y ya era un futbolista de Primera División, el DT de la Sub 20, Juan José Duarte, lo incluyó en la lista de 18 futbolistas que viajaron a Venezuela para disputar el Sudamericano de 1991 entre el 1º y el 7 de febrero.
Y este era, sin dudas, un equipazo, con otros hombres con futuro de selección absoluta como Paolo Montero, Diego Dorta, Robert Lima, Gustavo Ferreyra, Washington Tais, Andrés Martínez, Josemir Lujambio, Líber Vespa, Darío Silva y, nuevamente, Tejera. La Celeste fue tercera por detrás de Brasil (campeón) y Argentina. Así, se logró acceder al Mundial de Portugal. ¿La curiosidad? Los tres primeros puestos se definieron… ¡por diferencia de goles!
El combinado jugó siete partidos, de los cuales venció tres y empató cuatro. Se retiró invicto. Osvaldo partió desde el banco de suplentes y logró disputar tres encuentros, marcando un tanto y no fue cualquier tanto: le anotó a Argentina en el último duelo del cuadrangular final que le aseguró el sitio mundialista al seleccionado (1-1). Nada menos.
El ariete fue convocado para el Mundial Sub 20 de Portugal (14 al 30 de junio). Con la base del Sudamericano, el seleccionado volvía a despertar ilusiones. Sin embargo, nada fue como se esperaba y el papel oriental fue realmente malo: afuera en primera fase perdiendo sorpresivamente 1-0 ante Siria y siendo goleado 6-0 por España. El último partido fue por cumplir ante Inglaterra. Con ambos equipos eliminados, el 0-0 no sirvió ni de consuelo.
El sueño mundialista de Osvaldo se evaporó de la peor manera. Fue todo tristeza porque, además, Uruguay no hizo ni siquiera un gol. Con la camiseta 17, el delantero fue titular ante España (sustituido a los 51´ por Gustavo Ferreyra) e Inglaterra.
Con dos temporadas brillantes en el Campeonato Uruguayo en 1992 y 1993, Canobbio debutó con la Selección mayor y volvió a ser requerido por la Sub 23 que durante el mes de febrero de 1994 disputó la Copa de las Américas en Colombia, torneo oficial, pero de carácter especial de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Aun jugando en los “darseneros”, se estrenó oficialmente con la mayor el 13 de octubre de 1993 en un amistoso ante Alemania en Karlsruhe (0-5). Aquella noche germana, ingresó a los 62´ por Jacinto Cabrera y con la camiseta número 16. El DT era Roberto Fleitas.
Con su pase a Nacional concretado en febrero de 1994, el delantero viajó a Colombia a lucir nuevamente la casaquilla más gloriosa en el torneo de las Américas Sub 23.
La Celeste compartió grupo con Argentina, Venezuela y Costa Rica. Venció a los “ticos” 2-0 y a los caribeños también 2-0. Igualó 2-2 ante los hermanos platenses con un nuevo gol vital de Canobbio para acceder a las semifinales. Aquel encuentro fue hazañoso porque los charrúas lo empataron con nueve hombres tras las expulsiones de Claudio Elías y Alejandro Márquez.
En la instancia semifinal, una vez más Uruguay hizo historia al eliminar a Brasil (2-1) aunque, finalmente, fue vicecampeón tras perder la final ante Colombia, local, 3-2, con Osvaldo como titular.
En resumen, el goleador disputó cinco encuentros y convirtió un tanto de sumo relieve. Además, realizó un gran trabajo en cancha, más allá del apartado anotador.
Los 21 goles que marcó en 1994 con Nacional, como era de esperar, le abrieron nuevamente paso a la Selección mayor, ahora comandada por Héctor Núñez.
Así, actuó en casi todos los partidos preparatorios de cara a la Copa América 1995 con buen suceso.
El 22 de marzo de 1995 fue titular y le marcó a Colombia (1-2) en un amistoso, convirtiendo a los 53´ el empate parcial y su primer tanto con la celeste en el estadio Atanasio Girardot de Medellín. Con la camiseta número 9, disputó los 90´.
Aquella noche actuaron Ruben Rodríguez; Gustavo Méndez, Diego López,
Álvaro Gutiérrez, Tabaré Silva (45′ Edgardo Adinolfi); Nelson Abeijón, Claudio Elías, Gustavo Poyet (45′ Marcelo Tejera); Marcelo Otero (70′ Raúl Omar Otero); Osvaldo Canobbio y Darío Silva.
De esa forma, en menos de siete años, el “Pato” Canobbio había logrado plasmar un record único: anotó goles oficiales con las selecciones Sub 17, Sub 20, Sub 23 y un gol con la mayor.
Con tamaño registro y un gran presente en Nacional, siguió siendo un hombre repetido en las convocatorias: el 25 de marzo fue titular ante Estados Unidos en Dallas (2-2); el 31 de marzo fue suplente e ingresó a los 77´ por Marcelo Otero ante Yugoslavia en Belgrado (0-1); el 5 de abril fue suplente e ingresó a los 69´ por Darío Silva ante Perú en Montevideo (1-0); el 2 de junio fue suplente e ingresó a los 45´ por Daniel Fonseca ante Nueva Zelanda en Paysandú (7-0) y anotó un tanto, y el 28 de junio fue titular y fue sustituido a los 45´ por Ruben Sosa también ante Nueva Zelanda (2-2).
Poco después del último partido, el entrenador Héctor Núñez desafectó a tres jugadores y dio la lista de 22 futbolistas convocados para disputar la Copa América en casa. Marcelo Tejera, Darío Silva y Canobbio fueron los elegidos para abandonar el núcleo que, un mes después, se consagraría campeón sudamericano.
Ya jugando en el Deportivo Español de la República Argentina, vistió por última vez la Celeste el 16 de noviembre de 1997 en el Campus de Maldonado ante Ecuador (5-3) por la última fecha de las Eliminatorias rumbo a Francia 1998.
El técnico Roque Máspoli le dio entrada a los 77´ en lugar de Sebastián Abreu.
Y aquello fue lo último de Canobbio. Con apenas 25 años, dejó de ser tenido en cuenta por el combinado.
Sin embargo, en general redondeó una más que aceptable tarea teniendo en cuenta que fue jugador de la Sub 17 en un Sudamericano (cuatro cotejos y una conquista); de la Sub 20 en un Sudamericano (gol a Argentina) y un Mundial; jugador titular de la Selección Sub 23 (gol a Argentina) en un torneo oficial y sumó ocho juegos y dos goles con la mayor, destacando un duelo por Eliminatorias y quedando muy cerca del plantel definitivo campeón de la Copa América 1995. Además, con el combinado principal también acumuló dos partidos y dos goles en encuentros del tipo “B” en 1995 (ambos a Colo Colo de Chile; 2-1).
En resumen, y metiendo todo dentro de la misma bolsa, fueron 24 partidos y siete goles de celeste en su trayectoria. Quizá no los números de un Luis Suárez o un Diego Forlán, pero el record de ser el celeste que la mandó a guardar en todas las categorías no se lo quita nadie.
AUTOR: PABLO VEROLI