El golero niño

Un día cualquiera de 1970, dos dirigentes danubianos, prácticamente lo secuestraron del aula del Liceo N°20 de Malvín para decirle que estaba citado por el entrenador de Primera división.  A partir de ese momento, pasó a ser el “golero niño”, tal como lo identificó el ambiente del fútbol, pues con sólo 15 años debutó en el equipo principal de Danubio.

Así comenzó su carrera con el buzo N° 1 del equipo de la franja, el cual llevó -en dos etapas-  durante 9 temporadas, como titular indiscutido, solo superado por el legendario Julio Maceiras que defendió el arco danubiano durante 13 años consecutivos.

Danubio estaba en la “B” y el objetivo era el ascenso. Iban cinco o seis fechas y los dos arqueros estaban lesionados, entonces el popular “Magnate” Rodríguez, que por aquellos tiempos “manejaba” todo el fútbol de la franja, le sugirió al entrenador Rodolfo Zamora que probara al “pibe” Lorenzo Carrabs.  

“Calabaza”, como también le decían, que se destacaba por sus reflejos y arrojo, ya sabía de jugar en alguna categoría mayor, pues con edad de Quinta división supo jugar en Cuarta y hasta en Tercera.  La idea que parecía una locura se transformó en un gran acierto y con aquel quinceañero bajo los tres palos, Danubio se consagró Campeón y volvió al círculo de privilegio que había dejado el año anterior.

Desde aquel sorprendente debut por el campeonato de Segunda división ante Progreso en el Abraham Paladino, prácticamente nunca abandonó el arco danubiano. Durante esas ocho temporadas, jugó alrededor de 200 partidos oficiales, transformándose en un verdadero símbolo del club, por profesionalismo y adhesión a la causa.

Según él ha comentado, el mejor equipo que integró fue con Juan Ascery, Gerardo Rodríguez, Carlos Cabrera, Alberto Cardaccio, Otto Sessana, Pedro Kraus, Ricardo Palma, Roberto Repetto, Hamilton Rivero y Horacio Franco. (equipo de comienzos de la década del 70)

Sus buenas performances bajo los tres palos danubianos le permitieron alcanzar la “celeste”. Con la Selección Juvenil concurrió al Campeonato Sudamericano de 1974 jugado en Chile y que Uruguay fue vicecampeón. Mientras que con la Mayor a la que fue convocado varias veces, disputó la Copa del Atlántico de 1975.

Para coronar su actuación en el club de la Curva de Maroñas, integró el histórico equipo que, en enero de 1978, logró la primera clasificación a la Copa Libertadores de América, eliminando a Nacional en inolvidable final. Inmediatamente de finalizada la Liguilla, fue transferido al Junior de Barranquilla. El destino quiso que a pocos meses de abandonar el club de los hermanos Lazaroff, increíblemente debió enfrentar a sus excompañeros, ya que su nueva institución fue rival de los danubianos en la Libertadores.

A partir de ahí, comienza una larga y exitosa carrera en el fútbol colombiano donde alcanzaría a disputar más de 600 partidos oficiales. Luego de dos temporadas en el conjunto “Tiburón”, pasó al Atlético Nacional de Medellín al cual defendió hasta 1986 inclusive. Retornó a Junior para defenderlo hasta 1989.

En 1990, Danubio designa como entrenador de su equipo principal al ex futbolista danubiano Julio A. Comesaña y éste, posibilita -tras doce años- el regreso de Carrabs al arco de la franja. Ambos habían sido compañeros como futbolistas tanto en Danubio como en Junior.

Tras un año de custodiar, por última vez el pórtico danubiano, tuvo un pasaje de una temporada por Nacional y luego defendió a Deportivo Maldonado desde 1992 a 1996, cuando se retiró como futbolista.

Al colgar los guantes, comenzó a desempeñarse como ayudante técnico y entrenador de arqueros destacándose su pasaje por la Selección Juvenil de Uruguay 1997-2000, Selección Mayor de Uruguay en Copa América de Paraguay y Preolímpico de Brasil, Selección juvenil y mayor de Ecuador 2005-2006. Integró el Staff técnico del “Tri” en el Mundial de Alemania 2006.

A lo largo de estos años y como era de esperarse, volvió al club de sus inicios. En primera instancia, en el año 2003 integrando el Cuerpo Técnico de Roberto Roo, antiguo compañero de planteles danubianos de mediados de los años setenta. Y desde hace un par de temporadas, inicialmente, trabajando con los arqueros de las categorías formativas y en la actualidad, también, con los de Primera división.

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