No es ninguna novedad señalar que la pandemia desatada por el virus COVID-19 impactó prácticamente en todo el mundo y en diferentes órdenes de nuestra vida cotidiana. El deporte en su totalidad debió hacer una pausa y varios eventos fueron postergados a raíz de la irrupción del Coronavirus. Por ejemplo, los Juegos Olímpicos de Tokio, previstos para mediados de 2020, debieron aplazarse por un año. El fútbol, materia que nos convoca en este caso, no estuvo ajeno a la problemática sanitaria y también sufrió cambios en su agenda internacional. Algunos torneos como la Eurocopa y la Copa América debieron reprogramarse para el 2021. Y otros, como los campeonatos juveniles, lamentablemente fueron cancelados de forma definitiva. Quedó una generación «perdida» que desafortunadamente no tuvo competencia continental ni mundial hace dos años.
Ahora bien, superada esa fase crítica de la pandemia, la actividad se fue normalizando y el inicio del 2023 nos devuelve la chance de observar a los diferentes combinados juveniles de nuestro continente, quienes participarán de la trigésima edición del Campeonato Sudamericano Sub 20 que tendrá lugar en COLOMBIA del 19 de enero al 12 de febrero. A continuación repasaremos datos relacionados a la historia de este certamen, haciendo énfasis en las actuaciones orientales.
El dominio celeste
El primer Campeonato Sudamericano Juvenil se desarrolló en VENEZUELA en el año 1954, estableciéndose en ese momento la edad de 19 años como tope para los futbolistas intervinientes. Este requisito se mantuvo hasta el séptimo campeonato jugado en PERÚ, en el año 1975. A posteriori se fijaron los 20 años como el límite etario para que los diferentes jugadores pudieran ser convocados.
URUGUAY por aquel tiempo ya había logrado sus cuatro consagraciones mundiales a nivel de selecciones absolutas y, además, en su haber figuraban ocho títulos que lo encumbraron como el mejor de América. Siendo fiel a su rica historia, La Celeste también forjó una notoria supremacía en los inicios de este evento juvenil. No solo se quedó con el primer título en disputa, sino que además se erigió como tricampeón al obtener la copa en las siguientes ediciones realizadas en los años 1958 y 1964.
Como señaláramos anteriormente, el puntapié inicial del fútbol juvenil se dio en tierras venezolanas, más precisamente en Caracas. El estadio Olímpico de la Universidad Central de VENEZUELA hospedó los 19 cotejos del campeonato que se jugó entre el 22 de marzo y el 13 de abril de 1954. Participaron ocho de las diez selecciones de CONMEBOL (las ausentes fueron ARGENTINA y BOLIVIA) más PANAMÁ como escuadra invitada. Los Charrúas, dirigidos por Gerardo Spósito, fueron los encargados de inaugurar la competencia, igualando 1 a 1 ante el conjunto colombiano en el marco del Grupo A. El primer gol celeste fue obra de Enrique Laitano, futbolista del denominado Club Atlético Defensor.
Posteriormente URUGUAY hilvanó dos victorias las cuales determinaron que la representación nacional ganara su serie y avanzara a la ronda final. Primero goleó a ECUADOR (4-1) y luego superó a la selección chilena (2-0). Por su parte, BRASIL fue el ganador del Grupo B y VENEZUELA clasificó automáticamente a la fase decisiva por ser el anfitrión. El último cupo lo definieron los segundos de cada grupo, donde PERÚ venció a COLOMBIA por mínima diferencia.
Los celestes ganaron con claridad los dos primeros encuentros del cuadrangular final, derrotando a PERÚ (3-0) y al equipo anfitrión (3-1), llegando a la tercera jornada con un punto de ventaja sobre los brasileños, que no pudieron vencer a Los Incas (1-1). El match final se saldó con empate 1 a 1 y de esa manera URUGUAY se consagraba como Campeón invicto. Manuel Pedersen, hombre de Rampla Juniors, fue el máximo artillero oriental con 4 dianas; mientras que los futbolistas que tuvieron más minutos en cancha fueron el arquero Roberto Sosa, Eustaquio Claro, Ramón Cruz, Walter Devoine, Víctor Guaglianone, Walter Marichal y Héctor Ramos.
CHILE recibió la siguiente edición cuatro años más tarde, donde sólo participaron seis selecciones, a saber: ARGENTINA, BRASIL, CHILE, PERÚ, URUGUAY y VENEZUELA. La forma de disputa elegida fue la «liguilla», jugando todos contra todos y definiendo por puntos al vencedor. También se optó por un estadio único para el desarrollo del evento, siendo el Nacional de Santiago el recinto designado.
Los jóvenes orientales se quedaron con la corona al sumar 7 puntos, uno más que los logrados por argentinos, brasileños y peruanos. El equipo uruguayo le ganó a PERÚ (4-2) y a CHILE (3-1), y curiosamente empató 2 a 2 con los tres rivales restantes. Los goleadores de la selección que se consagró nuevamente de manera invicta fueron Héctor Salvá (Canillitas), Carlos Fernández Carranza y Mario Mederos (ambos de Peñarol) con tres conquistas cada uno.
Mientras que en 1964 se revalidó el título en COLOMBIA, a pesar de que en este certamen se perdió el invicto frente a PERÚ (1-2). De nuevo se llevó adelante el régimen de liguilla, esta vez con 7 selecciones sudamericanas, destacándose la ausencia de BRASIL. Asimismo, la Federación Colombiana definió cuatro sedes para albergar los 21 partidos, siendo Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla las ciudades nominadas.
URUGUAY logró el título en la última fecha, derrotando al elenco local con gol de Enrique Alfano.
Protagonismo sin títulos
En las siguientes tres ediciones La Celeste no pudo quedarse con el primer puesto, pero no cedió protagonismo. En 1967 el torneo se trasladó a PARAGUAY y tuvo una definición insólita, ya que la final la disputaron argentinos y guaraníes. El encuentro finalizó con igualdad en dos goles y ARGENTINA se quedó con el título mediante un sorteo. Nuestra selección sucumbió en la fase inicial, donde le ganó a ECUADOR (1-0), empató con PERÚ (2-2) y cayó frente a brasileños y chilenos (1-3 y 1-2 respectivamente).
Para el año 1971 los guaraníes volvieron a ser locales y URUGUAY llegó a la final, donde se midió con La Albirroja. El cotejo culminó 1 a 1 y PARAGUAY alzó la copa por tener mejor diferencia de goles en las Semifinales (ellos habían derrotado a PERÚ por 3-1, mientras que los uruguayos superaron por 2-1 a la selección argentina).
El siguiente torneo se llevó a cabo en CHILE, en el año 1974. Nuevamente los charrúas llegaron al último encuentro, sin embargo, cayeron en la final ante La Canarinha por 2 a 1.
Tetracampeones
Entre 1975 y 1981 la selección uruguaya vivió una época dorada, encadenando cuatro títulos sudamericanos. En primer lugar se quedó con el trofeo que estuvo en disputa en Lima, en el año 1975, donde participaron seis escuadras. Culminada la liguilla, chilenos y uruguayos quedaron empatados en 8 puntos, de modo que se jugó un encuentro de desempate, que al cabo del tiempo reglamentario terminó igualado a un gol. Por la vía de los penales URUGUAY consiguió su cuarto título juvenil al ganar en la referida definición por 3 tantos contra 1. El delantero celeste Hebert Revetria fue el goleador de este certamen, logro que también había cristalizado un año antes en suelo chileno.
VENEZUELA volvió a recibir el torneo en 1977 y nuevamente fue el conjunto oriental el que se llevó la gloria. Los dirigidos por Raúl Bentancor tuvieron una muy buena actuación, consagrándose sin conocer la derrota. Acumularon cuatro victorias y tres empates, con un saldo de 11 goles a favor y solo 2 en contra. A partir de aquel año el torneo sudamericano sirvió como proceso de clasificación para el Mundial de la categoría, que se celebró por primera vez en TÚNEZ. Los cupos como representantes de CONMEBOL se los llevaron URUGUAY, BRASIL y PARAGUAY. Aquel plantel estaba integrado, entre otros, por Fernando Alvez, Hugo De León, Víctor Diogo, Ariel Krasouski, Mario Saralegui, Amaro Nadal, Venancio Ramos y Ruben Paz.
Luego en 1979 nuestro país organizó por primera vez este certamen juvenil y, como no podía ser de otra manera, obtuvo el máximo galardón. Se repitió el hecho de terminar invicto (en esta ocasión con 5 triunfos y un empate) y con el aditivo de haberle ganado tanto a BRASIL como a la representación de ARGENTINA. Los orientales anotaron 12 goles y recibieron uno solo por parte de PARAGUAY en el último encuentro. Repitieron el título Alvez y Paz, a los que se sumaron Miguel Bossio, Jorge Barrios, Daniel Reveléz, Arsenio Luzardo, Ernesto Vargas y Ricardo Viera entre otros.
El tetracampeonato se obtuvo en ECUADOR, donde La Celeste mostró un rendimiento notable en la fase final, derrotando a BRASIL y BOLIVIA (ambos 2-1) y vapuleando a los argentinos por 5-1 con goles de Jorge Da Silva (2), Enzo Francéscoli, Adolfo Barán y Jorge Villazán. Otros integrantes de ese plantel eran Javier Zeoli, Nelson Gutiérrez, José Batista, Santiago Ostolaza, Pedro Pedrucci y Alexis Noble.
Una larga espera
El siguiente título continental de los charrúas se hizo desear y recién llegaría en el año 2017. En todo este período (1983 a la fecha) la selección uruguaya no pudo mantener ese liderazgo que se puso de manifiesto al ganar siete de las primeras diez ediciones del Campeonato Sudamericano Sub 20. En el concierto sudamericano URUGUAY continuó dando batalla, pues generalmente ha sido considerado un firme aspirante al título, aunque después en la cancha no pudiera cosechar nuevos lauros. El team oriental consiguió quince clasificaciones para los Mundiales de la categoría, quedando al margen solamente en siete ediciones.
Justamente una de las peores rachas se dio a mediados de los ’80, cuando tres generaciones no pudieron acceder a las respectivas Copas del Mundo (1985, 1987 y 1989). Más adelante la escuadra oriental recibió una dura sanción por actos de indisciplina cometidos en el Mundial de AUSTRALIA 1993, que marginó a la siguiente generación del Sudamericano BOLIVIA 1995, clasificatorio para el Mundial de QATAR. Las selecciones de fines de los ’90 son recordadas por sus grandes actuaciones mundialistas, más que por su pasaje en la cita continental. Bajo la dirección técnica de Víctor Púa, URUGUAY logró ser Subcampeón del Mundo en MALASIA 1997 y se quedó con el cuarto puesto en NIGERIA 1999.
Posteriormente sobrevino otro período oscuro, donde no se clasificó a los Mundiales de los años 2001, 2003 y 2005, celebrados en ARGENTINA, EMIRATOS ÁRABES UNIDOS y PAÍSES BAJOS respectivamente. Lo más doloroso fue ver el fracaso celeste en el Sudamericano organizado hace 20 años, cuando la selección quedó afuera de la Copa Mundial tras finalizar quinta, sumando solo 4 puntos de 15 posibles en el hexagonal final.
Desde al año 2007 en adelante, URUGUAY siempre dijo «presente» en las sucesivas Copas del Mundo, donde indudablemente tuvo mucho que ver el reordenamiento impuesto por el «Maestro» Oscar Washington Tabárez con su política integral de selecciones nacionales.
Otro aspecto a señalar es que entre los años 2007 y 2015, el Sudamericano Sub 20 también se utilizó como fase de clasificación para la disciplina del fútbol correspondiente a los Juegos Olímpicos. Generalmente se otorgaron dos cupos y URUGUAY pudo acceder a la cita de Londres 2012 al terminar en el segundo puesto del torneo celebrado un año antes en PERÚ.
En resumen, durante las últimas cuatro décadas La Celeste obtuvo un título, además de cuatro subcampeonatos (1983, 1992, 1999 y 2011) y seis medallas de bronce (1991, 2007, 2009, 2013, 2015 y 2019). Vale recordar que en el año 2015 nuestro país acogió nuevamente al evento de referencia. La juvenil celeste llegó con chances a la última fecha, en la cual debía ganarle a ARGENTINA para ser Campeón. Sin embargo, fue La Albiceleste la que se quedó con el triunfo por 2 a 1 y con el primer lugar, festejando en el mismísimo Estadio Centenario.
Así pues, la única consagración en este período tuvo lugar hace seis años en suelo ecuatoriano, la misma tierra que 36 años antes presenció la vuelta olímpica de otro combinado con camiseta color cielo. URUGUAY ganó con claridad el torneo, justificando su éxito por lo hecho en la ronda final, donde ganó 12 puntos de los 15 posibles. Dos goleadas ante argentinos y colombianos (ambas por 3-0) más los triunfos por 2-1 sobre BRASIL y ECUADOR cimentaron la octava presea dorada para nuestra selección. Algunos destacados del equipo comandado por Fabián Coito fueron el golero Santiago Mele, los defensas José Luis Rodríguez, Matías Viña, Agustín Rogel y Mathías Olivera; los volantes Facundo Waller, Rodrigo Bentancur y Nicolás De La Cruz; y los delanteros Rodrigo Amaral, Nicolás Schiappacasse, Agustín Canobbio, Diego Rossi y Joaquín Ardaiz.
Algunos números y lo que se viene
El palmarés de esta competencia es liderado por BRASIL con 11 títulos, seguido por URUGUAY (8) y ARGENTINA (5). No obstante, ninguno de ellos es el vigente Campeón. Ese rótulo le pertenece a ECUADOR, que en el año 2019 conquistó el Sudamericano jugado en territorio chileno, marcando un hecho histórico para el balompié de ese país.
Los números de URUGUAY en la historia del torneo son positivos: jugó 199 partidos, de los cuales ganó 99, empató 58 y perdió 42. Se ubica segundo en la tabla histórica, sólo por detrás de BRASIL. Marcó 330 goles y recibió 209.
El gran favorito para quedarse con el certamen que comienza en unos días es BRASIL, que cuenta con un poderío ofensivo muy importante. URUGUAY tiene una base interesante, donde se destacan algunos campeones de la Copa Libertadores Sub 20 defendiendo a Peñarol, como Randall Rodríguez, Mathías De Ritis y Damián García. El capitán Fabricio Díaz cuenta con vasta experiencia en Primera División en filas del Liverpool Fútbol Club y tendrá la compañía de Rodrigo Chagas y Renzo Sánchez del Club Nacional de Football. En la ofensiva aparecen Nicolás Siri y Mateo Ponte, ambos de «cuna danubiana»; mientras que los repatriados con experiencia en el fútbol juvenil europeo son el defensor Facundo González del Valencia y Álvaro Rodríguez, delantero del Real Madrid Castilla. En éste último se centran muchas esperanzas por el muy buen rendimiento que ha tenido el futbolista en la filial del prestigioso club merengue.
URUGUAY debutará con CHILE el próximo domingo 22 de enero por la segunda fecha del Grupo B, que también integran VENEZUELA, BOLIVIA y ECUADOR. Los tres primeros de cada serie accederán al hexagonal final, donde los cuatro mejor ubicados clasificarán a la Copa del Mundo INDONESIA 2023.