100 años de Colombes (3): La Copa Libertadores y Uruguay afiliado al fútbol inglés (TERCERA NOTA)

Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.

La geografía del estuario del Río de la Plata favoreció el desarrollo deportivo internacional entre Argentina y Uruguay. El hecho de subirse por la noche al Vapor de la Carrera[1] en una de las ciudades, viajar y arribar a la mañana siguiente a la otra margen, llevar a cabo en la tarde el enfrentamiento deportivo y retornar desandando el camino concluyendo la excursión ni bien saliera el sol el día posterior, favoreció la competencia internacional, que aumentaría exponencialmente en las próximas déca­das, a un extremo como no ocurrió en ningún otro lugar del mundo.

Chevallier Boutell presidente del fútbol argentino

La sagacidad de este británico que llegó a Montevideo en 18973 y que contrajo matrimonio con la uruguaya Rosa Granero, radicado en Buenos Aires donde nacieron sus hijos, sumaba a su creciente prestigio personal, la eficacia de los excelentes resultados futbolísticos que exhibía desde la presidencia de Lomas Athletic Club. Conduciendo personalmente la actividad del fútbol en esa institución, posibilitó que el 30 de marzo de 1900 lograra el objetivo. Asumió la presidencia de la Argentina Association Football League acompañado en la vice por James Oswald Anderson, importante jugador y organizador de actividades en Lomas AC; el secretario Horace William Botting, destacado jugador de Belgrano AC, luego principal juez conocedor meticuloso de las reglas y las decisiones del fútbol inglés, y el tesorero Barrington Blomfield Syer. A excepción de este último los otros tres conductores del fútbol argentino tendrán gran influencia en la concreción de los primeros partidos de la selección de Uruguay frente Argentina, el mejoramiento arbitral en Montevideo y el éxito de la competencia internacional con la denominada, oficialmente, Cup Tie Competition, popularmente conocida como Copa Competencia y, en Montevideo, también llamada Copa Argentina.

Desde la conducción del fútbol argentino, inmediatamente Chevallier Boutell puso en marcha la primera edición de la Cup Tie Competition, para ser disputada en 1900 abriendo la etapa de las inscripciones de aquellas instituciones deseosas de intervenir. Adquirió preeminencia James Oswald Anderson, vicepresidente en la asociación del fútbol y honorable secretario en la del rugby argentino. Teniendo en cuenta que los muchachos de la pelota ovalada experimentaron primero el certamen, Anderson intervino en la confección e instrumentación del reglamento del torneo, aprovechando la experiencia anterior. La competencia abierta a los clubes que quisieran inscribirse de las ciudades de Buenos Aires, Rosario de Argentina y Montevideo, adquiría el carácter de “internacional” con un lujoso trofeo en disputa.

El preámbulo de la Copa Libertadores

La misma es “reconocida como el antecedente más remoto de la Copa Libertadores de América […]tanto en su carácter oficial como internacional que está entre las pioneras de esas características en el mundo”.[2] Se trataba de un torneo anual con participación de clubes de Buenos Aires, Montevideo y Rosario disputando la Cup Tie Competition. Como siempre ocurre en estos casos una vez popularizada se la conocerá por la denominación de Copa Competencia y también Copa Argentina.

“En América del Sur los partidos oficiales entre clubes de distintos países nacieron en 1900, cuando Francis Chevallier Boutell asumió la presidencia de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Creó la Copa Competencia y donó el trofeo para ser disputado entre los clubes de Buenos Aires, Rosario y Montevideo que se inscribieran para participar. Confederación Sudamericana de Fútbol. Copa Libertadores de América 1960-2010. Tomo 1. Publicado en 2010. En el libro que acabamos de citar, obra publicada bajo los auspicios de la Conmebol, la Cup Tie Competition es reconocida como el antecedente más remoto de la Copa Libertadores de América. Además, se resalta tanto su carácter oficial como internacional, a lo que podeos agregar que está entre las pioneras de esas características en el mundo. Es un justo reconocimiento a un concurso deportivo que ya había sido citada por esa entidad en su reglamento del 17 de diciembre de 1916”.

El párrafo precedente que Osvaldo Gorgazzi citó al comienzo del libro de su autoría 1900 – 1924 CUP TIE COMPETITION, cómo queda señalado por el excelente historiador argentino, se incluyó en el libro de la CONMEBOL rescatando los 50 años de la Copa Libertadores de América. Llevó por título “El Nacimiento de una pasión continental”, desarrollando entre las páginas 10 y 15, la historia que nunca antes se escribió conteniendo la verdad histórica de la fundación de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Ese párrafo con el que se inicia, el que podríamos llamar editorial de presentación de los dos tomos de 542 páginas cada uno, tiene su historia nunca antes contada.

Las cosas en su sitio…

La gigantesca tarea desarrollada para acometer el impecable trabajo realizado, estuvo liderada por el periodista argentino Jorge Barraza y el grupo de importantes historiadores, que a partir de la asunción de la presidencia de CONMEBOL por el Dr. Nicolás Leoz, acometieron de manera excelente informar de la actualidad y rescatar el presente en revistas mensuales de gran importancia. Un día recibo la llamaba de Barraza solicitándome un artículo relativo a la fundación de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Fruto de mis investigaciones de largos años logré documentar que la Cup Tie Competition legítimamente fue el preámbulo de la Copa Libertadores. Las investigaciones continuaron. Arribé a la verdad histórica estableciendo que la iniciativa de crear el torneo perteneció a dirigentes de Chile; el informe negativo a su creación de una comisión económica que estudió el tema en la CONMEBOL; voto negativo de Uruguay en el Congreso de Buenos Aires de 1959 que impidió poner en marcha el torneo. Finalmente obtuve documentos que determinaban que la creación de la Copa Libertadores de América, luego del enojo del presidente de la AFA Raúl H. Colombo que abandonó las reuniones ante la nueva postergación que se daba al tema, fue aprobada en las reuniones que se iniciaron el 30 de julio de 1959 en Caracas, en la Casa de los Deportes y luego en el círculo militar.

Entregado por mi parte el texto a Jorge Barraza, me llamó sorprendido por el contenido del mismo. Planteó interrogantes sobre la existencia o no de documentación que respaldara lo afirmado, en el texto de mí autoría, que nunca antes vio la luz. Exhibida la documentación, no quedó lugar para ninguna duda. Agregó que lo publicaría en su totalidad, informando que consiguió en los archivos de CONMEBOL, una carta del 18 de octubre de 1958, donde el presidente de CONMEBOL de entonces, el brasileño José Ramos de Freitas, escribía a la Unión Europea de Fúbol, planteando la posibilidad de crear la anual Copa Intercontinental, campeonato del mundo de clubes, a ser disputada por los campeones de América y Europa. Barraza al informar que la nota se publicaría tal cual fue enviado por el autor, adelantó que sumaría su nombre al artículo, cosa que así ocurrió. La retribución pecuniaria por el trabajo realizado nunca llegó.

Así, de esta forma, surgió en 2010 el legítimo reconocimiento de que la Cup Tie Competition creada por el presidente de la Argentine Association Football Legauey (AAFL) Chevallier Boutell, con el apoyo de vicepresidente James O. Anderson, no sólo resultó la primera competencia internacional de clubes de Buenos Aires, Montevideo y Rosario, sino que también adquirió la condición de preámbulo de la futura Copa Libertadores de América.

La primera CUP TIE COMPETITION

Al planificarse en 1900 la primera edición de la competencia por eliminación, los organizadores convocaron a la inscripción de los clubes para intervenir en el torneo. Se inscribieron Albion FC y Central Uruguay Railway Cricket Club (CURCC). Con respecto a Montevideo designaron un comité encargado de coordinar los partidos, integrado por A. D. Dumbar del Montevideo Cricket Club, que no se anotó como participante, Henry Lichtemberger por Albion FC y Percy Davidson Chater quién, además de representar al CURCC desempeña el cargo de presidente de la UAFL. A pesar de esa circunstancia, la asociación de fútbol de nuestro país no intervino en ningún aspecto relacionado con la primera edición de 1900 de la Cup Tie Competition.

Comienzo del artículo del diario El Siglo de Montevideo comentando el inesperado triunfo de Albion FC sobre Peñarol, por la primera edición de la Cup Tie Competion. Se disputó el domingo 5 de agosto de 1900. La crónica apareció al día siguiente. Resulta interesante el nombre que otorgaban al trofeo –Gran Copa de Honor Argentino-,puesto en disputa, que nada tenía que ver con la realidad. Cosas del periodismo…

Comienzo del artículo del diario El Siglo de Montevideo comentando el inesperado triunfo de Albion FC sobre Peñarol, por la primera
edición de la Cup Tie Competion. Se disputó el domingo 5 de agosto de 1900. La crónica apareció al día siguiente. Resulta interesante
el nombre que otorgaban al trofeo –Gran Copa de Honor Argentino-,puesto en disputa, que nada tenía que ver con la realidad. Cosas del periodismo…

El primer partido por la ronda preliminar de la competencia internacional se llevó a cabo el domingo 15 de julio de 1900, en la cancha de Lomas de Zamora. El English High School Athletic Club venció 2:1 Quilmes Athletic Club. En el segundo encuentro, el domingo 29 de julio en la cancha de Quilmes AC, el potente Belgrano AC venció 4:2 a Lomas AC. El equipo de Chevallier Boutell quedó eliminado. Ese mismo domingo, en Montevideo, estaba programado el gran enfrentamiento por la División Montevideo del torneo, en el Gran Parque Central. El apasionante clásico de aquel tiempo, entre Albion FC y el CURCC de la Villa Peñarol, se llevaría a cabo por la Gran Copa de Honor Argentina, como se la denominaba en los diarios montevideanos. Dejaban de lado el nombre oficial de Copa Competencia. La lluvia impidió la disputa del encuentro.

A la semana siguiente, el domingo 5 de agosto de 1900 en el Parque Central, el equipo de Lichtenberger obtuvo frente al CURCC una victoria épica. Sin goles en el tiempo reglamentario, el juez Percy Davidson Chater, alto dirigente del CURCC y presidente de la asociación uruguaya, dispuso que el partido continuara veinte minutos más, hasta las cinco de la tarde. Luego decaía la luz solar. Al llegar a los 118 minutos un centro de Ramsay es cabeceado por el legendario William Leslie Poole, convirtiendo el gol que dio por finalizado el encuentro. Una gran concurrencia se apasionó con el enfrentamiento. En los hechos, allí nació “el gol de oro”, una forma de definición de los partidos que finalizaban empatados, que la FIFA puso en marcha, en forma experimental en el campeonato mundial de juveniles de 1993 en Australia. La fórmula era muy atractiva, desconociéndose los motivos por los cuales FIFA la archivó.

El football uruguayo afiliado a la Football Association inglesa

El 21 de noviembre de 1902, el presidente de la Argentine Association Football League embarcó en el puerto de Buenos Aires en el vapor Danube rumbo a Europa. El cru­ce del océano Atlántico durante un mes obedecía a un viaje de negocios, unas pequeñas vacaciones y una reunión en Londres con Frederick Joseph Wall, el hombre fuerte, el que realmente mandaba en la Football Association inglesa.Desempeñaba el cargo de secreta­rio del organismo que presidía quien ya era lord Arthur Kinnaird. A tal grado llegaba la fortaleza de los dos ingleses, que estaban seguros de ser los dueños del Football Association, que el 8 de mayo de 1902 recibieron una carta del joven secretario de la asociación neerlandesa, Carl Anton Wilhelm Hirschman, de 25 años, proponiendo que Inglaterra iniciara el movimiento para crear una Federación Internacional de fútbol, idea que surgió por el avance de la popularidad de ese deporte en Europa. También por la puesta en marcha de organismos similares en ciclismo (1900), remo (1892), rugby (1886) y otros en camino de fundación: pesas (1905), atletismo (1912) y esgrima (1913). La respuesta negativa por la misma vía demoró un año y advertía: “En caso de iniciativas continentales, la FA convocará una conferencia internacional paralela”.

Mejor suerte tuvo Chevallier Boutell en las reuniones desarrolladas en el mes de enero de 1903 en la sede de la Football Associación, con el poderoso secretario citado anteriormente. Demostrando que la FA se consideraba el organismo destinado a reunir bajo su tutela a todas las asociaciones de fútbol, Mr. Wall indicó a Chevallier Boutell que tenía que cambiarse el nombre de la organización. Debía pasar a denominarse The Argentine Football Association, debiendo organizarse las divisiones en Primera, Segunda, Tercera y sección escuelas en Rosario y Montevideo. En consecuencia, The Uruguay Association Football League a través de Argentina quedó afiliada a la FA inglesa. El 22 de abril de 1904, la FA aprobó la solicitud comunicándola por carta del 11 de mayo, hecho que fue divulgado en Buenos Aires el 6 de junio. La afiliación, como se ha señalado, incluía a los clubes de Rosario y Montevideo.

Jorge H. Clulow, uruguayo hijo de británicos, con afinidades con el CURCC de la Villa Peñarol, fundador junto con sus hermanos del Uruguay Athletic Club de Punta Carretas el 10 de agosto de 1898, no solo fue el primer ciudadano oriental en desempeñarse en el cargo de presidente de la UAFL, también inició el mecanismo de la reelección ocupándolo durante dos períodos (1903 y 1904).

[1] Nicolás Mihanovich llegó a Montevideo en 1867. Luego se radicó en Buenos Aires. Convertido en capitán mercante, constituyó una flota importante destinada a cruzar el Río de la Plata uniendo las ciudades de las dos orillas en el trayecto de ida y vuelta durante la noche.

[2] Osvaldo José Gorgazzi, 1900 – 1924 CUP TIE COMPETITION. 2021:9. Edición del autor.

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