El Club Nacional de Football conmemoró los 100 años de su existencia, editando un lujoso libro escrito por Xosé de Enríquez. Al campo van los albos, llevó por título el volumen de 208 páginas. Con lógica razón el autor dejó totalmente de lado el segundo argumento falaz escrito por el historiador partidario de Nacional, Arturo Fourquet, refiriéndose a que “varios estudiantes se reunían a la sazón en una humilde pieza que daba a espaldas de la estación del antiguo Tranvía del este y que hacía las veces de cuarto de vestir, pues en las inmediaciones hallábase ubicada la cancha, sin delimitar aún y ostentando como arcos unas débiles cañas de bambú que el viento bastaba para hacer oscilar. Es el caso de que, en la pieza continua, otro núcleo de jóvenes, fundaron con idéntica finalidad el Uruguay Athletic Club. Así pues, entre ambos clubs [1] dirimíanse (sic) continuas supremacías acentuándose entre ellos una persistente rivalidad deportiva, rivalidad que tuvo por corolario la fusión de todos los elementos con el objetivo de fundar el Club Nacional de Football”. [2]
Al comienzo del texto Xosé de Enríquez demuestra que tampoco tuvo acceso a las actas oficiales Nacional y que, si logró superar la interdicción que existe sobre el primer tomo oficial, se encontró con las páginas arrancadas, especie de muralla del club para no conocer la verdadera historia oficial relacionada con la fundación de la institución.
¿Por qué Xosé de Enriquez omitió este artículo de El Día?
Sin embargo, y pese a que exhibe el autor que se preocupó por observar la colección del diario El Día, lamentablemente y sin duda alguna a propósito, dejó de lado las crónicas relacionadas con el fútbol que comenzaron a publicarse desde 1896. Especialmente y sin conocer el motivo, el escritor eludió los artículos que aparecieron en las páginas del citado diario, entre abril y setiembre del año 1898 que son muy importantes. El Día fue el periódico que volcó todo su apoyo a la fundación del Montevideo Football Club. Motivos existían para esta conducta. La institución surgió por idea de Batlle y Ordóñez, que materializó Pedro Manini Ríos, redactor político destacado e integrante del estrecho círculo a quién Don Pepe consultaba diversos temas e iniciativas.
Xosé de Enríquez recogió en su texto solamente una crónica publicada en el ejemplar de El Día del 27 d junio de 1899, rescatando un artículo breve referido al club Albion FC. Esta actitud demuestra y ratifica que en el Club Nacional de Football existe hasta nuestros días el sostenimiento de un relato oficial de la fundación del club que no se ajusta a la realidad de los hechos.
En aquel tiempo, años finales del siglo XIX Don Pepe y su principal discípulo, Pedro Manini Ríos, mantenían una estrecha comunicación, encargándose al joven redactor y bachiller, la puesta en marcha de un club de fútbol de jóvenes universitarios. Así nació Montevideo Football Association con todo el apoyo dl Batllismo.
El Día en artículo publicado el 1.º de agosto de 1898 informó: “En la cancha del Albion no se jugó partido en el día de ayer. En cambio, los otros clubs establecidos, jugaron en grande. En la cancha del American establecida atrás de la Parva Domus, se jugó un reñido partido entre los primeros team del Montevideo Football Club y el de aquella sociedad. Aunque en ambos bandos faltaron jugadores tuvieron que completarse que completarse con otros de menor cuantía, no por eso el partido dejó de revestir excepcional animación. Más de quinientos espectadores seguían las peripecias de la lucha, en que se trabajó por cada lado con incansable entusiasmo. El resultado quedó indeciso, obteniendo cada team dos goals. Hay que hacer notar, sin que esto quiera decir que aventuramos juicio sobre la calidad de los cuadros de cada una de las dos sociedades, que el Montevideo desde hace recién un mes que se ha fundado y que su cuadro, compuesto todo de elementos nuevos en el juego de football a empezado a ensayarse. El American, en cambio se ha organizado con mucha anterioridad y entre sus asociados hay aficionados de largo tiempo atrás.
Batlle y Ordóñez enemigo de Vásquez Acevedo
La verdad histórica indica que la idea de fundar un club de football association integrado por jóvenes orientales y universitarios, correspondió al Dr. Alfredo Vásquez Acevedo. Lanzó públicamente la idea al reasumir el cargo de rector de la Universidad de la República en 1895. Anunció entre los cambios a introducir en los planes de estudios, la sustitución de la educación física con pesas y otros elementos, por la práctica del football association. Sustentó este cambio profundo con una enjundiosa defensa de los británicos, inventores de los deportes modernos, incluyendo su práctica en los colegios y universidades.
Después del anuncio del rector, José Batlle y Ordóñez, que no tenía idea de lo que era el football association, procedió a presenciar los cinco partidos que disputó Albion FC en esa escueta temporada de 1895 en Montevideo. Lo acompañaron el Gral. Eduardo Vázquez, Mariano Ferreira y el Dr. Pablo de María. Don Pepe, como llamaban al líder del batllismo, enemigo acérrimo de Vásquez Acevedo, movió sus ya poderosas influencias políticas evitando que las acciones del rector no prosperaran. También dispuso la apertura de las páginas de El Día a la información deportiva a partir de 1896 y, lo más trascendente, encargó a Pedro Manini Ríos, excelente alumno universitario, además de redactor político en El Día, la puesta en marcha de un equipo de fútbol apoyado por totalmente por el periódico, con el propósito de poseer un equipo fuerte integrado por jóvenes orientales universitarios. Manini Ríos en su juventud practicó el footbal association. Batlle y Ordóñez no sólo copió la idea lanzada por quién era su enemigo, sino que también se propuso ponerle el palo en la rueda a las intenciones del rector, dificultando la concreción de su proyecto.
¿De qué forma actuó Batlle y Ordóñez en este punto? Por más gestiones que llevó adelante, Vásquez Acevedo no lograba los permisos a nivel de la cúpula de militar para utilizar el predio del nuevo polígono de tiro del regimiento 3º de Cazadores, cito aún hoy, en la calle entonces denominada Patagones (hoy Juan Lindolfo Cuestas) y Sarandí. En ese lugar, ubicado a dos cuadras del local donde funcionaba la Universidad, pensaba el rector construir la cancha de fútbol. El amplio predio continúa en manos de la Dirección General de la Reserva Naval, dependencia de SERBA Armada Nacional. Así fueron transcurriendo los años sin que el rector pudiera concretar su propósito.
Los universitarios juegan football association en la calle empedrada
Desde 1895 la Universidad de la República funcionaba en un enorme edificio construido por el financista Emilio Reus, con destino a hotel. Nunca prestó ese servicio. Lo adquirió el Estado en 1895 destinándolo a sede de la Universidad. Aún vigente, aunque con cierto deterioro, ocupa la manzana delimitada por las calles Juan Lindolfo Cuestas, ex Patagones, Cerrito, Piedras y la rambla Ing. Monteverde. Intentando evitar los trancazos y el palo en la rueda que Batlle y Ordóñez colocaba ante cualquier intento del rector, Vasquez Acevedo instó a los alumnos a practicar el football association en la calle. El prestigioso Domingo Prat, una de las primeras figuras claves con su propio equipo, el Uruguay Ahletic Club de la Unión, y luego con participación decisiva en la creación del Club Nacional de Football, escribió:
“Nuestra actuación juvenil como jugador y dirigentes del fútbol sólo la hemos practicado en el régimen del aficionado, que era la única disciplina existente en nuestro tiempo y por eso los comentarios se referirán preferentemente a este sistema. Nuestro fútbol es el juego nacional inglés (football), introducido inicialmente en Montevideo a fines del siglo XIX por el ‘Albion Football Club’ y el Uruguay Railway Cricket Club ‘Peñarol’ y que luego se generalizó progresivamente por la capital y por todo el Uruguay, con la creación de una gran cantidad de clubes nacionales que fomentaron el extraordinario entusiasmo de la juventud por este apasionante juego, hasta lograr consagrarlo en pocos años como el deporte favorito y más popular de la juventud uruguaya.
El entusiasmo y apasionamiento por el fútbol aficionado tuvo su origen principalmente en los adolescentes y en la juventud que lo practicaron en su iniciación, en cualquier parte, ya sea en los terrenos baldíos de la ciudad, en el campito y aun en la calle, aunque se molestase el tránsito y a los vecinos, recordaremos que durante nuestros estudios de secundaria en la Universidad de la calle Cerrito, en los intervalos de las clases o cuando faltaba algún profesor, jugábamos al fútbol con una pelota de trapo, en la calle Piedras entre la Universidad y el balneario, en la ruda pista de adoquines que gastaba y estropeaba extraordinariamente el calzado y que más de una vez, nos ocasionó equimosis y contusiones debidas a las caídas. En cierta oportunidad el rector Dr. A. Vásquez Acevedo presenció uno de estos partidos, se interesó particularmente en organizar este deporte en la Universidad […] y con gran simpatía y satisfacción de los estudiantes sustituyó en gran parte la gimnasia de pesas, paralelas, mazas y escaleras, que realizábamos en el gimnasio oficial instalado en la misma calle Piedras”.[3]
[1] Quedó documentado en el capítulo anterior el nacimiento del Uruguay Athletic Club de la Unión, impulsado por Domingo Prat y Ernesto Caprario con campo de juego en la Unión. De ahí proviene su nombre.
[2] Arturo Fourquet. Ob. Cit. Página 8.
[3] Prof. Domingo Prat. Sobre el deporte en el Uruguay. Edición del autor. Montevideo. Octubre de 1956:17-18.