Una de las primeras decisiones que adoptó el Dr. Julio María Sosa desde la presidencia del Club Atlético Peñarol, consistió en asumir la delegación de la institución en la Asociación Uruguaya de Football. Político por excelencia, con la idea fija de llegar a presidente de la República en las elecciones de 1922 o 1926 por el Partido Colorado, al que pertenecía, previendo que su participación en la AUF aumentaría su exposición pública.
El 22 de setiembre de 1919 por segunda vez en su historia, el fútbol argentino se dividió. Ese día se fundó la Asociación Amateurs de Football bajo la presidencia del Dr. Juan Mignaburu de Independiente. Permaneció vigente, afiliada a la FIFA, la oficial Asociación Argentina de Football, cuyo líder y conductor era una figura de enorme fuerza en la alta sociedad de Buenos Aires: el Dr. Ricardo Aldao, de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA). Días después de iniciado el conflicto separatista, presentó renuncia al cargo. Asumió el mismo el Dr. Federico Luzio del entonces fuerte club Porteño.
Con la escisión del fútbol argentino en marcha, la asamblea de la Asociación Uruguaya de Football, intervino sin éxito en la búsqueda de una solución entre las partes.
Internamente, a los efectos de seguir la marcha de la ruptura en Buenos Aires y para evitar que el hecho se repitiera en Montevideo, la AUF designó la Comisión de Asuntos Internacionales, integrada por José María Reyes Lerena de Nacional y Julio María Sosa de Peñarol. El presidente aurinegro obtenía así la posibilidad de conocer y frecuentar el ambiente internacional del fútbol.
La Copa América de 1921 en Buenos Aires
La habilidad del Dr. Sosa quedó de manifiesto cuando el 13 de setiembre de 1921, luego de acaloradas discusiones, la AUF resolvió aprobar la propuesta de la Comisión de Asuntos Internacionales, contenida en el siguiente texto remitido a la Confederación Sudamericana de Fútbol y a la oficial Asociación del Fútbol Argentino:
“1) No permitir que Nacional juegue la final de la Copa Río de la Plata, con Boca Jrs. hasta tanto el Congreso de la CSF no se pronuncia sobre la cuestión argentina.[1]
Esta primera decisión adoptada por la AUF y que el Dr. Sosa logró imponer, perjudicó a Nacional, campeón uruguayo de 1920 que no pudo disputar ante Boca Jrs. la Copa Aldao que consagraba al campeón del río de la Plata.
2) Los delegados de Uruguay al Congreso de la CSF pugnarán por la unidad del football argentino a los efectos de los partidos internacionales estando a lo que decida el Congreso.
3) Si se liquidara el asunto por el Congreso antes de la iniciación del Campeonato Sudamericano, el team uruguayo concurrirá a disputarlo.
4) Enviar al Congreso de la Confederación a los señores Benjamín Pereira Bustamante –abogado, diputado, redactor político de El País, y delegado de Universal FC-, Casto Martínez Laguarda y Gumersindo Fernández”.[2]
Enterados de la resolución de la AUF los clubes agrupados en la disidente Asociación Amateurs de Football, prodigaron diversas atenciones a los delegados orientales a quienes acompañó el Dr. Julio María Sosa. Se destacaba en los argentinos disidentes la figura del Dr. Adrián Beccar Varela. Perteneciente a una familia patricia bonaerense, abogado, historiador, periodista de El Diario, fundador del Club Atlético San Isidro al que llevó a los primeros planos del fútbol argentino. Además, desde 1920 asumió la conducción de la Asociación Amateurs en sustitución del Dr. Juan Mignaburu. Desde ese momento y por impulso del Dr. Beccar Varela, los amateurs abrieron el fútbol hacia el interior de la Argentina, potenciando el torneo bonaerense descentralizado, al extremo de dejar en segundo plano a la oficial Asociación Argentina.
Química entre los Dres. Sosa y Beccar Varela
El joven delegado de la Asociación Uruguaya de Football, Benjamín Pereira Bustamante, adelantó su viaje a Buenos Aires. Paralelamente también se trasladó a la vecina orilla el Dr. Julio María Sosa en su calidad de miembros de la Comisión de Asuntos Internacionales de la AUF. La primera reunión la mantuvieron con los dirigentes de la Asociación Amateurs, siendo atendidos con toda deferencia por su presidente, el Dr. Adrián Beccar Varela. Plantearon la posición que llevarían al congreso de la Confederación Sudamericana, en el sentido de que el combinado uruguayo no participaría de la Copa América si oficial y formalmente, no se producía el retorno a la normalidad. Es decir, la existencia de una sola asociación argentina.
De los encuentros en las diversas reuniones, surgió una natural química entre los doctores Adrián Beccar Varela y Julio María Sosa. Química que se transformó en amistad y comunión de ideas. Puede afirmarse que en estos encuentros comenzó a gestarse la división del fútbol uruguayo que se producirá en noviembre de 1922.
[1] En 1880 se creó en los bosques de Palermo el Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires popularmente conocido como GEBA. En 1909 fue designado presidente de la institución el Dr. Ricardo Aldao con una particularidad. Pasó a vivir en las instalaciones del club. Perteneciente a la alta sociedad del país, influyente abogado en la política del país, en 1913 durante el primer sisma del fútbol argentino, el Dr. Aldao adquirió un importante trofeo para que se disputara anualmente entre los campeones de fútbol de Argentina y Uruguay. Buscaba lograr protagonismo en beneficio de la Asociación Argentina de Football en medio del sisma en curso. Uruguay no aceptó la disputa hasta tanto el sisma argentino se solucionara. Por ese motivo la primera disputa se llevó a cabo en 1916 en la cancha de GEBA ganando Nacional 2:1 a Racing, consagrándose campeón rioplatense.
[2] DEPORTES / FOOTBALL / En la Asociación / La cuestión internacional. El País. Montevido. 14/09/1921