Sus inicios -como el de la mayoría de los futbolistas danubianos- fue en las categorías formativas del club de la franja negra. Donde realizó una buena base, en 1964 arrancó en 5ª división, que era la categoría inferior por aquellos años. Entre 1965 y 1966, alternó en 5ª y 4ª división. Precisamente en este último año, conseguía para Danubio, el primer torneo de una 5ª división, al consagrarse Campeón Invicto del “Preparación”.
Con solo 17 años, sus destacadas actuaciones, posibilitaron la convocatoria en 1967 al plantel principal que dirigíaRafael Milans. También, en esa misma temporada es citado para defender la “celeste” en el Sudamericano Juvenil que se disputó en Paraguay, en el que Uruguay no tuvo un buen desempeño.
Quienes lo vieron jugar afirmar que el “Bocha” como le decían todos, era un “5” bastante completo… pretendiéndose decir “una mezcla interesante de temperamento y técnica”. Defendiendo a la Primera división de Danubio debió experimentar dos momentos diametralmente opuestos. La desazón del descenso de 1969 y la inmensa alegría, por el rápido ascenso al siguiente año, en la mejor campaña danubiana en la divisional “B”, obteniendo el 84% de los puntos.
Integró varios equipos franjeados que practicaban un fútbol de alta calidad, teniendo como compañeros a jugadores de la talla de los argentinos Otto Sesana y Ricardo Palma, así como también, “Rafa” Perrone, Gerardo Rodríguez, Horacio Franco, Juan Ascery, etc.
Fue protagonista fundamental en la primera victoria danubiana por el Campeonato Uruguayo frente a Peñarol por 2 goles a 1, allá por 1971, recibiendo de un matutino los siguientes conceptos: “Fútbol de titanes. Corrió toda la cancha. Gran rendimiento”.
Sus condiciones, lo llevaron nuevamente a la Selección Uruguaya, esta vez a la Mayor, defendiéndola desde 1972 hasta su transferencia al exterior en 1974.
Fue titular en todos los encuentros de la Eliminatoria para el Mundial de Alemania ’74, que Uruguay disputó con Colombia y Ecuador; jugando también un partido en el propio certamen mundialista.
En el año 1974, es transferido a Racing de Avellaneda, jugando para los albicelestes hasta fines de 1975, cuando “salta” al fútbol de México. En la tierra del tequila, vistió las casacas del Atlas, Puebla y Monterrey.
Once años después de su alejamiento, retornó en 1985 como ayudante técnico de Roberto Repetto, ex compañero en Danubio y se consagró nuevamente campeón de 5ª división, en esta oportunidad del Campeonato Uruguayo. Aquel fabuloso equipo que integraban: Moas, el “Pompa”, “Gallina” Da Luz, Ruben Pereira y “Pollilita” Da Silva, entre otros….
Varios años después, otro Cardaccio supo vestir con suceso la “5” danubiana, su hijo Víctor Alberto, quien obtuvo varios torneos en las divisiones juveniles, y que luego se fue a jugar a México.
Cardaccio sinónimo de temperamento y técnica al servicio de la Franja. En enero de 2015, el “Bocha” se fue de este Mundo… pero no lo olvidamos.